Capítulo Veintitrés.

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Narra Olivia.

Rich subió las maletas al auto mientras mamá revisaba treinta veces que todo quedara apagado en casa y los electrodomésticos desconectados.

— Mamá, has revisado lo mismo mil veces, nos va a dejar el vuelo y tú revisando si apagaste el horno que no has encendido en quince días. — Rich rió con mi comentario.

— Cariño, vámonos ya ¿sí? Se nos va a hacer tarde. — Rich la sujetó por la mano y por fin la sacó de la casa, no puedo mentir, me hace demasiada ilusión conocer Disney World.

De paso, dejamos a Louie con Cate.

En la sala de abordaje, mientras esperaba que Rich y mamá trajeran el almuerzo mi mente voló unos días atrás.

Siempre he amado escribir, a veces escribo canciones cortas, poemas y hasta cartas he llegado a escribir, de mis amigas yo soy la única que aún les escribe cartas en cada cumpleaños, me gusta hacerlo también cuando no siento la valentía o las ganas de decir las cosas con mi voz, lo hago con mis palabras pero escritas sobre el papel y eso fue lo que hice hace días.

La luz de la habitación de mamá nunca se apagaba así que la aproveché y me senté en su escritorio para escribir algo, Louie estaba sobre mis piernas y mamá se quedó dormida en el pequeño espacio que quedó en la cama tras sacar y empacar todas nuestras maletas, parece que fuéramos a quedarnos toda la vida en los Estados Unidos y no sólo un par de semanas.

Allí, entre muchas otras cosas escribí esto.

"Sólo quería escribirte porque aunque no parezca, sí me haces falta, aunque sea para que discutamos, también te escribo para dejarte saber que estamos bien, yo estoy bien, Nicholas está bien, su mamá está bien y mi mamá también, quería contarte que ya me llevo mucho mejor con Nicholas, no le hemos contado nada de esto porque la verdad no sabemos cómo hacerlo sin que se preocupe o se ponga mal, es un niño muy feliz, tiene una energía muy bonita.

(...)

Estoy decepcionada de ti pero te prometo que cuando todo esto se solucione y vuelva a la normalidad, yo voy a estar ahí ayudándote a recuperar tu vida, has cometido errores pero alguna vez me dijiste que la familia es lo único que permanece, tal vez la muestra cambio de forma pero ahí estaré para ti, te quiero y espero estés bien.

Con cariño, Liv".

Una mujer hablando por el altavoz del aeropuerto me sacó de mis pensamientos.

Era hora de abordar.
Mamá me tomó de la mano tal cual como cuando estaba pequeña. Amaba viajar en avión a su lado, entre otras cosas porque siempre terminaba quedándose dormida así que la ventana siempre era para mí.

— Mamá.

— ¿Si? — Dijo mientras abrochaba su cinturón luego de asegurarse de que el de Rich y el mío estuvieran bien. 

— ¿Crees que sí le entreguen la carta a mi papá? 

Cielo, claro que sí ¿por qué no se la entregarían?

La enviamos hace casi ocho días y no ha llamado, ni me ha hecho llegar una respuesta ni nada ¿tú crees que esté bien?

No lo creo, te lo aseguro, tu papá está bien, cuando volvamos si quieres podemos ir a que lo visites si eso te hace sentir tranquila.

¿Ya no hay peligro? — Pregunté expectante. 

Mamá miró a Rich quien levantó sus cejas y habló.

— Capturaron a la mayoría, eso nos da tranquilidad en cierto nivel, es por eso que ahora no vas todos los días al colegio con el grandulón que te cuida, yo puedo llevarte.

Strangers By NatureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora