Fragmento 2: Agapē.

165 18 7
                                    


(n.) Agapē (/ɑːˈɡɑːpeɪ).
La forma más pura, incondicional y genuina del amor, un amor que nutre, que es generoso y que no mide sacrificios.

Pasado.

— ...Y yo...yo no quiero hacerle daño.

— Entiendo, Adele ¿Cómo es tu relación con ella?

— Es excelente — Dijo con una sonrisa y su lenguaje corporal cambió, irguió su espalda y su mirada expresó más seguridad.
— Al principio me daba un poco de miedo, ya sabe, invadir su espacio o acercarme más de lo que ella quisiera en realidad pero ella se fue abriendo a mí, al principio era muy tímida, con todos lo es, a decir verdad, es una niña simpática pero callada.

— Su personalidad tiene mucho que ver con el evento traumático que vivió con la muerte de su madre. — Dijo la psicóloga. — Aunque no lo recuerde mucho, su subconsciente guarda todos estos sentimientos, mencionaste en la llamada que tuvimos antes de la cita que ha tenido varios ataques de ansiedad y pánico.

— Sí. He hecho lo que está en mis manos para ayudarla cuando está atravesando algún episodio pero es complicado, el otro día tuvo un espasmo de llanto, fue... horrible, me asusté mucho, he tratado de convencer a su papa de llevarla a un psicólogo infantil pero dice que no es necesario, no comparto la decisión pero debo respetarla, él es su padre.

— La relación que tú tienes con ella es muy sana, es casi maternal pero allí es donde radica el problema, verás, los niños son muy inteligentes y comprenden las situaciones con facilidad si se les explica con honestidad y sencillez. Olivia entiende que tú no eres su madre biológica, sabe que no viene de ti y lo acepta pero al decidir llamarte mamá es muy probable que te hayas convertido en esa figura materna importante y frecuente para ella. Lo hace con inocencia pero también porque siente ese vacío en su corazón que debe llenar de alguna manera para conseguir la estabilidad emocional que en los niños es tan importante, no es tu culpa que ella haya encontrado esa figura en ti, Adele pero hay algo más delicado y es, si es una relación esporádica u ocasional no es nada aconsejable ya que si la relación se acaba y no funciona será muy difícil y la pequeña puede experimentar un profundo sentimiento de abandono nuevamente pero esta vez, por tu parte, ella está sanando y está haciendo un duelo a su manera de la muerte de su madre, pero lo está haciendo contigo a su lado, lo está superando contigo a su lado, y cada día que pase ella se va a apegar más y más a ti. De tu parte debe haber la misma responsabilidad emocional para corresponder, si no te sientes capaz de hacerlo, es mejor que te hagas a un lado, Adele. Ella te siente como su madre, pero tú ¿cómo sientes a esa niña?

— La aprecio, la quiero, me importa demasiado pero no sé si la siento como a una hija, no sé qué se siente tener un hijo. — Dijo la rubia dirigiendo su mirada a la pared, se le notaba pensativa.

— Elige lo que sea mejor para ambas. Estás joven Adele. Realmente, desde lo que pude ver, mas que tu relación con esa niña, me preocupa tu relación con su padre — Adele la vio confundida.
— La diferencia de edad es grande, lo conociste en la universidad cuando él estaba terminando su especialización y tú aún ni terminas tu pregrado, cuidado con las relaciones de poder, cuidado porque tú aunque seas una adulta, a su lado eres una niña.

Una voz delicada y dulce se escuchó por el pasillo, no tardó en dejar ver su pequeña figura al abrir la puerta y entrar con una sonrisa enorme y sus ojos irradiando felicidad pura.

— Adele, no es necesario que yo hable con Olivia, he visto y escuchado todo lo que necesito saber. Puedes irte.

Adele se puso de pie y Olivia, a su lado, que escasamente le llegaba a la cadera, tomó su mano y adoptó la postura de siempre,
ocultarse un poco detrás de sus piernas sin soltar su mano.

Strangers By NatureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora