Strangers By Nature

Capítulo Siete.

Día libre de Adele.

[Narra Adele. ]

Al despertar, la luz que entraba por la ventana hizo que mi cabeza y ojos dolieran.

— Dios.

Hace tantos años no sentía una resaca que ya había olvidado lo terrible que se sentía. Casi inmediatamente después de despertar, mi hermana abrió la puerta de la habitación con un caldo de pollo y una limonada de coco. Miré el reloj y era casi el medio día, la noche anterior vino a mi mente con algo de lagunas y cuando una escena vino a mí, abrí mis ojos asustada, solo recuerdo ver a Rich muy cerca de mis labios. Cate rió sentada en la cama esperando a que le recibiera la bandeja.

— Gracias.

— ¿Te acuerdas de todo, señorita? — Preguntó Cate. — Se nota que la pasaste bien.

— Sí o bueno... casi todo... ¿Cómo llegué aquí?

— Te trajo un médico llamado... — Cate chasqueaba sus dedos intentando recordar su nombre — Se me escapa el nombre, joder, era moreno, apuesto y por lo que vi, muy atento contigo. Había sido Rich.

— ¿Estaba muy borracha? — Pregunté entrecerrando uno de mis ojos esperando un "no" por parte de Cate que no llegó. — Dios mío, qué vergüenza. — Dije tomando una cucharada del caldo.

— Me dijo que le hiciste dar mil vueltas por Londres antes de llegar aquí. — Reí avergonzada tapando la luz que me daba en la cara con una de mis manos. Cate se puso de pie y cerró las cortinas.

— ¿Sabes? Hace mucho no me divertía tanto como ayer, no sé, me sentí con 19 años otra vez, fue lindo...

— Ajá... — Cate escuchaba con atención.

— Sí, quiero decir, siento como que no he vivido muchas cosas que ya tendría que haber vivido y he vivido otras que no tendría que haber vivido aún.

— ¿Tienes ganas de llorar? — Cate hizo pucheros. — Blue, todos vivimos las cosas normales de la vida en momentos diferentes y tienes que estar feliz por todo lo que has vivido y por todo lo que viene.

— ¿Tengo que estar feliz por lo malo?

— No, pero tienes que entender que todo lo que vives bueno y malo hace parte de tu pasado y si borras lo malo, también se borraría lo bueno ¿me entiendes?

— Tal vez con el tiempo comience a ver las cosas así pero ahora no puedo negarte que el haberla pasado tan bien ayer después de tantos años, me hace sentir algo nostálgica por mi yo joven... la cantidad de cosas y personas que puse sobre mis hombros con 22 años, Cate, yo sola me hice daño, era casi una niña.

— Pero dentro de esas cosas hay una en particular que es posiblemente lo mejor que te regaló esa etapa tan apresurada en tu vida, cariño, criaste a una personita maravillosa.

— ¡Olivia! — Dejé con cuidado la bandeja sobre la cama y me levanté sintiendo como mi cabeza se iba a reventar — Habíamos quedado de hablar anoche en videollamada y no recuerdo si le cumplí, creo que al final no hablamos — Busqué mi teléfono por toda la habitación sin resultado. — ¿Sabes dónde dejé mi teléfono?

— Debe estar en la sala, no sé. — dijo Cate ayudando a buscar levantando sábanas y almohadas.

[Narrador general].