●~Caught Up~● [EN EDICIÓN]

Capítulo 20

Narra Myeong:

Después de realizar el conteo de trabajadores, fuimos guiados hacia las cocinas nuevamente. El día de hoy teníamos que llevar un par de refrigerios a los jugadores. En mi mente había comenzado a idear un plan desde la mañana sobre cómo podría convencer a Hwang de salir juntos de aquí. Sé que el tema de su hermano puede ser bastante delicado, pero permanecer en este lugar arriesgando nuestras vidas no era la manera correcta de resolver las cosas. Lo mejor que podríamos hacer es atender el caso desde afuera, con ayuda de los oficiales y agentes de la estación. Estaba segura de que si juntábamos al equipo adecuado, lograríamos hechar a bajo toda esta organización.

—Hey tú, número 017... entra a repartir a la segunda fila— recibí la orden por parte de uno de los guardias de traje rojo con rango superior.

Tendría que ingresar a la sala principal donde los jugadores solían pasar la noche para entregarles su respectivo desayuno. Mis esperanzas eran poder encontrarme de nuevo con el señor Seong para verificar su estado de salud. Recuerdo que no se veía muy bien aquella vez que terminó el juego del dulce dalgona.

Cuando accedimos, observé tres filas largas hechas por los jugadores. La instrucción que había recibido era dirigirme hacia la de en medio, así que seguí mi camino para empezar a repartir los alimentos. Dentro de un par de canastas de plástico llevábamos sándwiches pequeños y en otra botellas de jugo. Me parecía un tanto injusto la cantidad de comida que recibían considerando las actividades a las que eran sometidos.

—¿Esto es todo?— desvíe mi atención luego de escuchar a una jugadora quejarse en la fila de a lado.

El guardia a quien ella había cuestionado permaneció en silencio sin hacer alguna clase de movimiento. Aquella mujer supo que no tenía otra opción más que resignarse así que salió de la fila con lo que había recibido.

Yo me mantuve entregando ambas cosas a los jugadores que avanzaban frente mío. Después de recorrer un par de personas percibí al señor Seong de entre todos ellos así que me apuré con la entrega aprovechando que nadie estaba prestando atención a lo que hacía.

Cuando Seong acababa de llegar justo al frente, decidí tomar un sándwich extra y entregárselo intentando disimular la situación para que nadie sospechara. Seong me miró un tanto confundido creyendo que quizás yo me había equivocado. Incluso intentó devolvérmelo pero empujé su mano hacia él para que entendiera la indirecta.

Se dio cuenta de que estaba atrasando la fila más de lo debido así que dejó el lugar no muy convencido por lo que acababa de suceder. Por un momento creí que iban a percatarse de mi acción si llegaba a faltar alimento para el resto de jugadores. Sin embargo, sobró algunos refrigerios haciéndome sentir más tranquila.

—En un par de horas les haremos saber sobre el siguiente juego, esperen a nuestra señal— anunció uno de los guardias hacia los jugadores.

Empezamos a abandonar la sala para encaminarnos de regreso a la cocina del lugar y devolver la comida sobrante al almacén. En ocasiones deseaba conseguir una máscara con el cuadrado plasmado para evitar tener que hacer todo este tipo de tareas. En ese momento recordé que Hwang había robado la máscara del guardia que fue asesinado en el juego anterior. Estaba segura de que intercambiaría roles de vez en cuando a su conveniencia para obtener beneficios, pero el problema sería poder identificarlo nuevamente.

Acompañada de un par de trabajadores, dejamos las cajas en la bodega manteniendo el orden. Segundos después  recibimos un nuevo anuncio a través de los parlantes.

—Trabajadores, las duchas estarán abiertas dentro de cinco minutos...—

Había olvidado por completo aquel detalle, aunque me sentía incómoda de no haber podido ducharme desde hace tres días. Me pareció un tanto injusto que únicamente nos permitieran acceder a las regaderas una vez por semana. Con todo el trabajo que debías realizar en este lugar y la cantidad de sangre con la que solías ensuciarte, debían al menos permitirnos asearnos más seguido.