Narra Myeong:
La noche anterior recogimos un par de cuerpos de la sala donde estaban los jugadores. La purga había dado los resultados esperados por el jefe mayor. También tuve oportunidad de verificar que el equipo del señor Seong se encontrara a salvo. La habitación había quedado en completo desastre. Las literas con camas estaban a acomodadas en distintas áreas simulando un fuerte para cada respectivo grupo. Había manchas y rastros de sangre por todos lados. Los jugadores se encontraban en pésimas condiciones.
Las circunstancias para vivir aquí dentro no eran dignas de un ser humano. Incluso algunas de las personas empezaban a mostrar signos de enfermedad. Era angustiante ver cómo se deterioraba la salud de todos ellos de manera lenta y cruel.
Flashback:
-Es hora de entrar- informó uno de los guardias de traje rojo después de volver a encender el interruptor de luz.
Las puertas del lugar fueron abiertas de golpe mientras entrábamos sujetando nuestras armas. Debíamos poner orden al caos que había tomado lugar hacía unos segundos. Los jugadores fueron desplazados de sus refugios para ser revisados contra la pared por algunos de los guardias.
Toda clase de armas y utensilios fueron retirados dejando la zona limpia. También empezaron con la recolección de cuerpos. Algunos de ellos todavía se encontraban con vida pero debido a las condiciones de sus heridas era evidente que no tardarían demasiado tiempo en morir. Intenté no enfocarme en las súplicas poco perceptibles de esos jugadores. Me volvería demente intentando ayudar a cada uno de ellos, así que simplemente caminé entre sus cuerpos evitando pisarlos.
Mis zapatos comenzaron a mancharse de los charcos de sangre que había regada por el suelo. Era una sensación completamente desagradable. Pero sin detenerme avancé con paso firme entre las literas buscando a más personas. En una zona alejada percibí a una mujer y un sujeto intentando esconderse de los guardias.
-¡A la pared, rápido!- ordené en voz alta apuntando con mi arma sintiéndome una persona completamente distinta.
Aquellos jugadores obedecieron mis indicaciones y tuve oportunidad de registrar sus bolsillos para descartar cualquier tipo de arma escondida. Podía percibir el miedo en sus rostros, pero saber que tal emoción la provocaba yo misma, me causaba demasiado rechazo. Temía empezar a convertirme en uno de ellos.
Dejé libre a los dos y me encaminé hacia otro de los refugios. Me tomó por sorpresa encontrarme al señor Seong y aquel anciano del que siempre iba acompañado. Ambos lucían en muy malas condiciones y el sudor en sus rostros los delataba. Verifiqué un tanto preocupada que no tuvieran alguna herida grave.
-De pie... Colóquense contra la pared- indiqué tratando de no delatarme por mi tono nervioso.
-Él está muy enfermo... No creo que pueda levantarse, tiene mucha fiebre...- habló el señor Seong con ambas manos arriba mientras se retiraba de su lugar.
Los dos me miraban con miedo y preocupación aunque no tenía intenciones de lastimarlos. Permanecí formulando alguna estrategia para ayudar a quel pobre anciano. Verlo de esa manera tan enfermo me causaba demasiada culpabilidad.
-Está bien...- respondí con un tono menos a la defensiva mientras bajaba mi arma.
Quise retirarme en ese momento pero el señor Seong me detuvo.
-Espere...-su voz reflejaba esperanza.
Me di la vuelta hasta quedar frente a él.
-¿Es usted la misma persona que estaba repartiendo los refrigerios en mi fila el otro día?...-preguntó con cierta curiosidad.
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●~Caught Up~● [EN EDICIÓN]
Action"Amarnos no fue el problema... Conocernos en una vida llena de impostores si lo es". El detective Hwang Jun-ho investiga la desaparición de su hermano. Su nueva compañera de trabajo (Eun-hye), comienza el entrenamiento de principiante teniendo como...