Capítulo 36

52 1 3
                                    

Narra Myeong:

En el armario de la casa no había mucho que escoger. Pero considerando que se trataba de una propiedad que solía habitar el abuelo de Gyeom, supe que podría juntar las cosas necesarias para llevar a cabo mi nuevo plan. Todo lo sucedido la noche anterior me había hecho tomar esta desición.

Después de pensar durante horas, estaba convencida de que aún nos quedaba una oportunidad para hundir a Kim. Era algo que no había podido ver anteriormente, pero ahora sabía que se trataba de una buena posibilidad.

Dentro del pequeño ático encontré un par de botas y una caja de herramientas como la que planeaba usar. Salí a la calle y me dirigí hasta la morgue que había visitado anteriormente cuando cumplía con los encargos de Hwang. No estaba muy segura de que mi "disfraz" fuera el mejor, pero prefería correr aquel riesgo.

¿Era una tontería lo que estaba haciendo?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Era una tontería lo que estaba haciendo?... Claro que sí. ¿Me arrepentía de las posibles consecuencias?... Por supuesto que no.

—Buenos días...— saludé con un tono bastante convincente al encargado del lugar.

Siempre me había provocado escalofríos visitar este tipo de lugares. No por el hecho de saber que estaba lleno de cadáveres, si no por la baja temperatura y el vacío silencioso que inundaba las paredes.

El chico sentado sobre una de las sillas de la recepción me dedicó un vistazo de arriba a abajo. No comprendía para nada mi visita y muy probablemente pensaba que lucía ridícula.

—¿En qué la puedo ayudar?— dirigió la atención a su teléfono móvil nuevamente.

—Recibí una llamada esta mañana... Solicitaron el servicio para revisión de desagüe y tuberías...— continué.

—¿Enserio?... ¿No se supone que revisaron eso la semana pasada?— la expresión en su rostro me indicaba que no era una persona muy inteligente que digamos.

—Su superior me informó que tenían un par de problemas con las tuberías de la mesas...— seguí mi plan sin titubear.

—Supongo que debió llamarte antes de que yo viniera... Salió hace un par de minutos, no tardará en volver... ¿Quieres que le marque?— preguntó.

—No se preocupe, puedo comenzar con el trabajo desde ahora...— creí que las ideas se me iban a acabar.

—Está bien... Haz lo tuyo...— hizo un gesto con la mano sin darle mucha importancia mientras se recargaba más sobre el respaldo de la silla.

Solté un suspiro interno y me encaminé con paso decidido hasta las puertas de cristal que te dirigían a la sala de necropsia.

—Espera...— me habló tomándome por sorpresa.

Tuve que detenerme y girar en su dirección.

—¿Cómo dijiste que te llamabas?... Jamás te había visto antes...— cuestionó confundido.

●~Caught Up~● [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora