Capítulo 30

89 7 0
                                    

Narra Gyeom:

Regresé de terminar mi guardia en el hospital. Ryu tomó mi lugar hace un par de minutos, así que ahora lo único que necesitaba era descansar un poco. Vigilar la puerta de Myeong desde la mañana me había causado un poco de entumecimiento en el cuello, por lo que decidí tomar una pastilla relajante.

Me dirigí hacia la cocina de mi apartamento con ambos pies descalzos. Incluso ya tenía puesta mi ropa para dormir. Abrí el grifo de agua para llenar un vaso de cristal mientras sacaba un pequeño frasco de pastillas del estante de arriba. Pero no tuve oportunidad de continuar ya que en ese momento alguien había tocado la puerta principal.

Me resultó completamente extraño ya que no suelo tener visitas a estas horas, entonces, pronto vino a mi mente la posibilidad de que quizá me encontraba en peligro. El estar involucrada dentro del caso de Myeong y Hwang, e incluso haber cooperado con la investigación, me convertía en uno de los objetivos del director Kim.

Decidía avanzar con cautela mientras buscaba mi arma en el bolsillo de uno de los abrigos que se hallaban en el perchero de la entrada. Ni siquiera sabía porqué tenía que llegar a estos extremos, pero Ryu me había advertido de ser bastante precavida, incluso comenzar a desconfiar de todos.

Caminé evitando hacer ruido sin dejar de sostener el arma frente a mí. En ese momento los golpes de la puerta comenzaron a hacerse más persistentes, como si alguien quisiera entrar a la fuerza. Sentí mi pulso aumentar su velocidad y mi pecho moverse aceleradamente. Tenía tanto miedo de que se tratara de varios hombres armados.

—¡Gyeom! Abre la puerta por favor... Soy yo... ¡Ayúdame!– escuché quejidos del otro lado como si hablara alguien herido.

Por un momento pensé en bajar mi arma, porque no estaba segura de lo que realmente estaba pasando. Me aproximé un par de pasos hasta permanecer detrás de la puerta intentando reconocer aquella voz.

—Soy yo.... ¡Soy Myeong!... Ryu me envió contigo, por favor...– dio unos cuantos golpes más, pero con menor fuerza—

Al escuchar que se trataba de ella, guardé el arma en mi bolsillo trasero y abrí la cerradura lo más rápido que pude. Detrás, se encontraba ella, su rostro estaba completamente pálido y un par de gotas de sudor recorrían su frente. Una de sus manos sujetaba con fuerza su abdomen como si algo le lastimara. En cuanto me vio, casi se deja caer al suelo, pero por suerte pude sostenerla a tiempo y llevarla dentro del departamento.

La ayudé a recostarse en uno de los sillones de la sala y corrí hacia la puerta nuevamente para cerrarla con seguro.

—¿Qué pasó? No logro entender cómo es que llegaste hasta aquí... ¿Te siguieron? ¿Alguien te perseguía?– pregunté bastante confundida y angustiada.

Nadie sabe que estoy aquí, sólo Ryu...— respondió casi sin aliento.

—¿En dónde está él? ¿Viniste sola?–

—Él tuvo que quedarse... O todos sospecharían...— continuó después de pasar saliva aunque se notaba que su boca se encontraba bastante seca.

—Espera aquí, voy a llamarlo— dije decidida mientras caminaba hasta el teléfono.

¡No! No puedes llamarlo... Si recibe una llamada tuya también serás sospechosa y todos sabrán que vine aquí...–

●~Caught Up~● [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora