Cap 35

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Luego de unos minutos Daniel termina de comer y retrocede un poco sin levantar la vista del suelo.

James lo mira con satisfacción y acaricia el cabello del menor delicadamente pero esto no evitó que el rubio temblara al sentir su toque, el mayor lo hace levantar el rostro y sus miradas se cruzan.

-sabes...creo que me gustas mas cuando estas en el suelo -dice con burla y Daniel traga en seco aguantando las ganas de llorar.

De pronto el timbre de la puerta se escucha y una sirvienta abre dejando pasar a Alexander el cual llevaba su maletin y una gran sonrisa.

El menor al verlo comienza a entrar en pánico retrocediendo a gatas pero James lo toma del cabello jalandolo para que no se alejara más.

-oh... Pequeño Daniel, cuanto tiempo sin verte...

-no...no...por favor...por favor no...a..amo...-decia con dificultad pues su voz temblaba al igual que su cuerpo.

James se levanta sin soltar al menor y con su mano libre estrecha la de Alexander con emoción.

- vamos, quiero divertirme un poco- dice James sonriendo dándole paso al hombre para que caminara al sótano

Por su parte Daniel seguía a James forzosamente hasta aquella habitación abandonada por Dios, donde de sólo imaginar lo que significa la diversión para ese par de sádicos lo hacía llorar sin control.

Una vez que los tres están en el sótano Alexander abre su maletin mientras que James encadena al chico de sus manos al techo haciendo que su cuerpo se tense dejando su espalda y pecho al descubierto.

El ex-entrenador del pequeño se acerca a él con un par de pinzas y sin aviso las coloca en los testículos del rubio arrancando un grito desgarrador de su boca.

-ahh!!!...basta!...por favor!

James le abofetea molesto haciendo que se caye, de pronto sale de la habitación dejandolos solos y Alexander con uno de sus dedos recorre el abdomen del chico.

-oh...Daniel, no sabes cuanto me pones -dice llevando su otra mano a su entrepierna agarrando su miembro por sobre el pantalón.

Al escucharlo Daniel hace una mueca de asco y sin resultados trataba de alejarse.

El hombre suspira y se aparta volviendo a buscar en su maletin.

James baja de nuevo y el pequeño al ver lo que traía en su mano abre más los ojos presa del completo pánico forcejeando con las cadenas para safarse logrando sólo lastimar sus muñecas en el proceso pero eso no le importaba ahora, pues toda su atención se centro en el hierro al rojo vivo con la letra "J" en el.

-así me aseguraré de que nunca olvides a quien le perteneces pedazo de basura-dice su amo con evidente ira y sin mas pega el hierro a la costilla derecha del menor.

El grito de desesperado de Daniel seguro se oyó en toda esa casa, nunca antes había experimentado un dolor igual, su piel quemada ardía más a cada segundo y el olor pronto inundó por completo la habitación.

James se aparta contemplando su trabajo, ahora su pequeño esclavo estaba marcado como si de ganado se tratase.

Alexander aplaude emocionado mientras el chico gritaba y se removia con dolor y desespero, sus lágrimas ya no salían, su respiración se aceleraba cada vez más al igual que su corazón.

Lo dejaron "descansar" unos minutos antes de que el hombre tomará un látigo corto y azotara con diversión la espalda del ya lastimado chico mientras James lo mira sin expresión.

-amo...por favor...por favor...por favor...-decia casi en un susurro pues se estaba quedando sin fuerza.

Los azotes siguen impactando en su espalda unos pocos minutos y el hombre ya cansado se detiene volviendo a su maletin esta vez sacando otro par de pinzas y las coloca en los pezones del chico.

Este ya no grito, solo se removió un poco, James lo desata dejándolo caer al piso y toma su cabello jalandolo hacia arriba haciendo que lo mire, el pequeño ahora tenía una mirada vacia, como inconsciente, James sonríe y baja la bragueta de su pantalón sacando su miembro justo frente al rostro del chico.

Este suspira y sin mas lleva su boca hasta el comenzando a chupar sin usar las manos.

Alexander traga en seco mirando aquella escena y vuelve su mano a su entrepierna.

-vete...ya te divertiste -le dice James y el hombre solo resopla y toma sus cosas saliendo de la casa.

Daniel sin prestar atención a su alrededor solo se enfoca en chupar el pene de su amo.

James lo aparta mirando el rostro del chico el cual ahora era inexpresivo, sonríe y gusrada su miembro subiendo sus pantalones, camina de vuelta a arriba y Daniel lo sigue como si de un perro se tratase.

El dolor en el costado del pequeño ardía pero no lo demostraba pues ahora sabía que de nada serviría quejarse. Su espíritu, antes lleno de alegría y luz se había apagado, tal como James lo quería.

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Gracias por leer^^
De nuevo perdonen la espera, díganme que tal les pareció((:

esclavo perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora