Cap 14

3.3K 99 7
                                    

El pequeño se levanta y trata de caminar pero sus piernas se tambalean para finalmente caer al piso pues el dolor tan intenso y persistente no le permitía mantenerse de pie.

-n...no puedo...caminar amo-dice arrodillado en el piso frente a jack.

-no me interesa, te di una orden así que vamos abajo -su tono era frío e insensible, su mirada apática y una posición firme.

El pequeño, suspira pesadamente y se levanta de nuevo tratando de aguantar el dolor, sus lágrimas amenazaban con salir pero aguanto romper en llanto.

Comienza a caminar quejándose a cada paso pero no deja de seguir a jack hasta llegar a la sala, la cual ya habían terminado de recoger.

El mayor se sienta en el sofá y levanta ambos pies haciéndole una seña a Daniel para que sirviera de apoyo.

El rubio se coloca en 4 y jack pone sus pies sobre su espalda dajandolos caer bruscamente, a Daniel no le quedó de otra más que aguantar.

Luego de unos minutos los brazos y piernas del menor comenzaban a dormirse, no podría aguantar mucho más.

-alguien vendrá a verte más tarde, tal vez así ya dejes de desobedecer

-¿qui...quien vendrá amo? -dice alzando un poco la cabeza buscando la mirada de jack.

-un viejo amigo tuyo, el señor Alexander Murillo -una pequeña sonrisa ladina aparece en su rostro.

Daniel traga en seco y su corazón se acelera, parecia estar en shok.

-amo...¿Pa...para que vendrá?

-te reeducara, has sido una muy mala zorra, pero seguro el puede arreglarlo.

-se...se lo suplico...no deje que el me toque...por favor...ha..hare lo que..lo que sea -su voz era tranquila pero en su interior el pánico se apoderaba de él.

-no tienes derecho de pedir nada, me has desobedecido

-amo no fue mi culpa

Jack quita los pies de la espalda de Daniel y patea uno de sus costados haciendo que termine nuevamente tendido en el suelo.

-te dije que no hablaras con nadie si yo no lo permitia y fue lo primero que hiciste -se acerca a él y le quita el collar.

Daniel al notar esto se altera y mira a su amo con miedo.

-a...amo...no..eso no...-sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas desbordandose.

Ya era bien sabido que cuando a un esclavo le quitaban el collar era como si no tuviera un amo, por lo tanto cualquier persona podría ordenarle, castigarlo y hasta violarlo.

-te dije que serías una zorra, eso era lo que estabas buscando ¿no? -tira el collar lejos de los dos.

Daniel trata de ir por el pero el tirón de su cabello hace que se detenga de golpe.

-tendrás que volver a ganarte ese collar -jala la cabellera de su esclavo hacia el haciendo que sus rostros estén a pocos centímetros.

El rostro de Daniel estaba lleno de lágrimas, sus ojos rojos y una mirada llena de tristeza y preocupación.

Jack al notar esto sintió la necesidad de calmarlo, abrazarlo, consolarlo pero estos pensamientos duraron muy poco en su mente pues alguien había llamado a la puerta.

Suelta a Daniel y este se queda arrodillado junto a él con la mirada baja y perdida.

Katia abre la puerta y se ve a un hombre alto, fornido, de unos 40 años y un rostro sin una pizca de amabilidad.

-¿se encuentra el señor Aguirre? -dice el hombre con una voz gruesa y demasiado seria.

-claro, en seguida le...

-katia, retirate -habla Jack caminando hasta la puerta.

La sirvienta obedece y los deja solos.

-es un gusto conocerlo- el hombre extiende la mano hacia el pelinegro.

-el gusto es mío- sonríe levemente estrechando la mano de alexander-por favor pase.

El hombre entra, en su mano cargaba un maletin negro.

-sigame por favor -comienzan a caminar hasta la sala donde Daniel se encontraba en posición de espera.

-Oh el pequeño Daniel -al escuchar esto el menor comienza a temblar negándose a ver al hombre que le había hecho sentir tanto dolor en el pasado.

×××

Perdón por tardar.
Gracias por leer^^

esclavo perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora