Capítulo 10

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Regulus estaba paralizado. Escuchaba a su alrededor varias risas y comentarios, pero no distinguía las palabras. Sus jóvenes ojos enfocados sólo en un punto fijo desde el momento que ingresó a la sala dónde se suponía que iba a seguir organizando la broma de Halloween. James Potter con el uniforme de Quidditch y el pelo mojado peinado hacía atrás lo había dejado de esa forma, conmocionado. Ni siquiera había podido moverse de la puerta, por eso Pandora se chocó con su espalda cuando intentó ingresar.

- Lo siento, Reggie- se disculpó, mientras controlaba que no se haya caído ninguna de las pociones que estaba sosteniendo- Dame algunas, te ayudo.

Al menor de los Black le costó despegar la mirada, pero pudo prestarle atención a su amiga. Le tendió algunas pociones y, al segundo, volvió su atención a James. Se veía tan genial de esa forma. Ni siquiera le interesaba saber que ahora en la sala también estaban el resto de los merodeadores.

- ¡Reggie, trajiste a tu novia! - dijo Sirius, mientras bajaba de la mesa en la que había estado sentado y acercándose a ellos- La cerebrito de Ravenclaw.

- Pandora- ella dijo. Acomodando las pociones en una de las mesas y ayudando a Reg con el resto.

- Nos dijo James que lo ayudaste con el plan- continuó Sirius- No sabía que a mi pequeño Reggie le gustaban las chicas malas.

- No soy mala, la broma es inofensiva- se defendió Pandora.

Sirius planeaba soltar otro comentario para molestar a su hermano, pero al notar que ninguno de los anteriores había hecho efecto, volteó a verlo. Regulus ahora se había enfocado en las mejillas coloradas de James, debía estar cansado por el entrenamiento.

- Ves, James, te dijimos que debías bañarte antes de venir- soltó Sirius, creyendo que su hermano menor lo miraba porque le molestaba que Potter estuviera transpirado. Reg bajó la mirada, como si lo hubieran encontrado haciendo algo incorrecto.

- Lo haré al terminar con esto- aclaró James, cruzándose de brazos.

- Bueno- Remus se acercó a la mesa de las pociones y leyó las etiquetas- No puedo creer que hayas podido hacer todas en sólo tres días ¿Te escapaste de clases?

- No, el profesor Slughorn me dio la llave del aula de pociones porque le dije que quería estudiar después de clases- explicó Reg, agradeciendo el cambio de tema y dirigiéndose hacia Lupin.

- Slughorn siempre hace preferencias con los Slytherin- se quejó Peter y el resto asintió con la cabeza.

- Está bien- Remus esta vez se dirigió hacia Pandora, quien lo había estado observando con curiosidad. Sería mentira si Lupin dijera que no estaba acostumbrado a que las personas lo miren así cuando recién lo conocen, aun así le seguía molestando- Dijo James que tú te encargas del hechizo de unión.

- Sí, ahora que somos más será fácil- dijo Dora, su mirada curiosa no dejaba de recorrer las cicatrices del rostro hasta que se perdían por debajo del cuello de la túnica- Lo siento, no podré dormir si no lo digo- aquel comentario hizo que el resto se ponga tenso, como si se prepararan para lo peor- Llevo tres años estudiando para crear un hechizo de reducción de cicatrices y amaría poder mostrarte su efecto. Lo realicé a penas llegué a Hogwarts y me funcionó bastante bien ¿Quieres ver?

Pandora estaba corriendo su túnica y mostrando como una débil línea blanca recorría su pierna. Su rostro brillaba de orgullo. Regulus había escuchado esa historia demasiadas veces y ahora se sentía culpable por no haber pensado en Remus, lo cierto es que tampoco había ofrecido reducir sus propias cicatrices.

Los merodeadores estaban en silencio. Sin saber cómo podría ser la reacción de Lupin, ya que nunca se tocaba ese tema. Cada uno tenía una opinión diferente. Sirius pensaba que lo golpeaban en la casa, Peter que en el verano iba a peleas callejeras y James prefería no opinar.

Hasta el final - JegulusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora