Capítulo 15

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El corazón de Sirius latía como nunca antes lo había hecho. Ni siquiera las veces que su madre lo había apuntado con su varita lo había puesto tan nervioso como en ese momento. Miles de escenas en su cabeza se repiten una y otra vez. La primera vez que vio a Remus, tan debilucho y lleno de cicatrices. Los primeros meses cuando desaparecía y sólo decía que había estado enfermo. Las clases de astronomía donde mencionaron las fases lunares. El hecho de que Lupin jamás haya querido hablar sobre las marcas de su piel y por qué cada vez aparecían más. La forma en la que hoy intentó reconciliarse con él, pero al instante que trató de abrazarlo se apartó como si la piel le quemara ante el contacto con su collar.

"Me dijo que estaba hecho de rubí, esmeralda y plata"

Y plata, repetía la mente de Black.

Fue como si una ficha hubiera encajado en la mente de Sirius. Sintió como si un gran pedazo de hielo se estuviera arrastrando por su espalda y se detuvo un segundo a analizar todas las cosas que su cabeza había pasado por alto. Lupin siempre tuvo razón, se enfocó tanto en sus problemas y jamás logró pensar un poco sobre lo que el resto podría estar viviendo.

- Maldición Remus- mascullaba, mientras corría hacia la biblioteca. Sabía que James lo estaba siguiendo, pero había optado por ignorarlo. Sus pensamientos opacaban cualquier ruido que lo rodeara, ni siquiera veía sus propias piernas que prácticamente volaban sobre las escaleras.

En la biblioteca había una multitud agobiante. Las mesas estaban llenas de estudiantes y prácticamente era imposible caminar sin chocarse con alguien. Los exámenes convertían ese lugar en un caos y Sirius se contuvo de sacar su varita y hacer levitar a todos para poder caminar en paz hasta la sección de Defensa contra las Artes Oscuras.

- ¿Sirius, qué sucede?

James lo había alcanzado y lo sostenía del brazo, intentando que no se escabullara entre todas esas personas.

- Necesito buscar algo- murmuró, arrastrando los pies y comenzando a empujar de forma más brusca a la gente que tenía al frente.

- ¿Qué cosa?- siguió insistiendo Potter, pidiendo disculpas a las personas que estaban siendo corridas con agresividad.

- Un libro.

- ¿Un libro? ¿En la biblioteca? Nunca se me hubiera ocurrido.

- ¡Potter, Black!- los retó Irma Prince, la cual se encarga del cuidado de la biblioteca y más que todo en mantener la calma del lugar.

James siguió a su amigo con la cabeza baja, sin volver a alzar la voz. Lo observó con gran confusión al notar la desesperación con la que el otro buscaba en los estantes. Pensaba ofrecer su ayuda, pero realmente no creía que Sirius fuera a contestarle. Sólo pudo quedarse allí, esperando a su amigo y deseando que en algún momento le explique que estaba sucediendo.

"Las fuerzas oscuras: una guía para la autoprotección" fue el libro que Black dejó caer al suelo y se arrodilló para leerlo allí mismo. Pasó con tanta fuerza las páginas, que si no hubieron hechizos protectores, ya lo hubiera roto. Llegó al apartado de licantropía y mientras más leía, sentía que la vista se le humedecía. Estaba mareado.

- Sirius- lo llamó James con los dientes apretados, al notar lo que estaba leyendo.

- Remus...

Entonces, la mirada de Potter cambió. Casi saltó sobre su amigo para taparle la boca. Observó hacia los costados y se acercó más al otro.

- No aquí, Sirius- Black podía jurar que nunca vio a su amigo tan serio, como si estuviera reteniendo su enojo.

Ambos salieron de la biblioteca. Esta vez, tuvieron mucho más cuidado y no empujaron a nadie. Caminaron por los pasillos, todavía en silencio, hasta llegar a una aula completamente vacía. Sirius seguía aferrado al libro. El semblante serio de James resaltaba.

Hasta el final - JegulusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora