La voz de James iba y venía por su garganta. Sentía picazón en todo su cuerpo. Sus ojos pasaban desde el césped hasta el amanecer, de vuelta al césped y de vuelta al amanecer. A pesar de no estar volando, sus manos apretaban con demasiada fuerza el palo de la escoba. Se encontraba sentado en el suelo del campo de Quidditch junto a Regulus.
La mirada que Black le dedicaba a James estaba llena de atención. Tan concentrado en los rizos de Potter, tan inmerso en observar cada detalle. El Gryffindor se encontraba demasiado nervioso como para notar el escaneo que estaba recibiendo por parte de Reg.
Sabía que le había prometido hablar sobre lo que le estaba sucediendo y realmente había estado dispuesto de hacerlo. Estuvo gran parte de la noche queriendo ordenar sus pensamientos y administrar cada uno de sus malestares para ser consciente de lo que pasaba. Sin embargo, cuando estuvo frente a Black creyó que alguien lo estaba ahorcando y eso impedía a sus palabras salir.
"Vamos, vamos, di algo" se repetía Potter, queriendo golpear su cabeza para ver si de esa forma podía hablar.
Regulus no se sentía para nada incómodo. Ver a James era una de sus actividades favoritas y no podía hacerlo todo el tiempo, así que estaba disfrutando cada segundo.
- ¿La pasaste bien anoche en el cumpleaños de Rem?
La voz de Potter pudo salir, aunque no dijo nada de lo que estaba pasando realmente por su cabeza, al menos rompió el silencio.
- Sí ¿Y tú?- fue la respuesta completamente automática que el cerebro de Black pudo procesar en segundos.
- Sí, también- contestó, al igual que el otro, sin pensarlo.
Nuevamente el silencio los invadió. James ya no lo aguantó y llevó la mano a su nuca para rascarse.
- ¿Vamos a volar?- propuso de forma nerviosa.
- No fue lo que prometiste- aclaró Reg, sus ojos oscuros parecían poder atravesar el alma de Potter. Por un momento, él deseó que fuera de esa forma. Deseaba poder ser transparente y no tener que poner en palabras todo lo que pasaba por su mente.
- Lo sé- dijo completamente abatido y empezó a girar su cabeza para que Black no notara la impotencia reflejada en su expresión- Lo sé, pero no puedo. No... No sé hacerlo.
Eso fue un golpe duro para ambos. Uno al orgullo de James, quien aseguraba ser capaz de todo y otro para el pecho de Regulus. El cual no podía entender cómo era posible que el chico frente a él escuchara los problemas de tantas personas, pero no era capaz de decir una oración sobre los suyos. El Slytherin quería llorar, quería abrazarlo, quería decirle que confiara en él. Quería y quería, a tal punto que su corazón parecía estar por explotar.
- Está bien- Reg intentaba sonar amable, pero su voz siempre tenía un tono neutro- ¿Qué estás pensando en este momento?
Potter guió sus ojos hasta los de Regulus y estuvieron por unos segundos viéndose. Fue el tiempo necesario para que James pudiera tener algo en claro.
- No quiero que te preocupes por mí.
"Tarde" fue el primer pensamiento que se cruzó por la mente de Black.
- ¿Por qué?
Un torbellino invadió todas las emociones del Gryffindor. Había tantas cosas que quería decirle, tantas cosas dando vueltas una y otra vez. ¿Cómo podía decirlo todo? ¿Cómo haría para dar una respuesta clara cuando cada voz en su cabeza se contradecía?
- James- Black odiaba la expresión perdida que el otro poseía.
- No lo sé, Reg, te juro que no lo sé. No entiendo mi mente, no entiendo nada de lo que está en mi cabeza. Sólo quiero que se calle de una vez. Necesito un botón para apagar todo el sonido de mi cabeza, necesito por un segundo sólo desconectarme.
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Hasta el final - Jegulus
FanfictionLa vida de Regulus parecía sentenciada. Desde que nació sabía cada paso que debía seguir para conservar el honor de la familia Black. Siempre creyó que podría avanzar por ese camino a la perfección, hasta que James Potter ingresa a su vida y comienz...