Era domingo por la noche, Regulus estaba sentado en su cama con un cuaderno entre sus piernas. Llevaba dos días en Hogwarts, todavía no había tenido ninguna clase y aprovechó para quedarse en su cuarto. Por las noches, le costaba mucho dormir debido al ruido de sus compañeros de cuarto. Barty se movía demasiado, Gibbon hablaba dormido y Thorfinn roncaba. Parecía una broma el hecho de que justo los tres tengan hábitos tan ruidosos al dormir.
Además, tampoco estaba acostumbrado a compartir cuarto con otras personas. El único momento que en ese lugar había paz era cuando sus tres compañeros se iban a desayunar, normalmente después de eso no volvían hasta después de la cena. Reg aprovechaba para ducharse y dormir. También tendía las cuatro camas y ordenaba todo lo que dejaban tirado, queriendo ayudar a los elfos quienes no merecían tener que ordenar la suciedad de sus compañeros, quienes parecían no tener modales.
Regulus sabía que encerrado allí no obtendría amigos, aunque no era su principal preocupación. Le aterraba más cruzarse con su hermano y que le dedique una mirada de decepción. Pensó que lo mejor sería evitarlo, pero a la vez lo extrañaba. Tenía tantos pensamientos y emociones en su mente que debió empezar a escribir cada uno de ellos en un cuaderno.
- ¿De vuelta con tu diario?- Barty había ingresado al cuarto con una bandeja que tenía la cena para Regulus. Él se había encargado de siempre volver al cuarto después de cada comida para que su amigo pudiera comer algo.
- No es un diario- se quejó Regulus, a veces odiaba que Barty fuera tan observador. Lo ponía nervioso. Estaba acostumbrado a que su cuarto sea su lugar privado y ahí podía hacer lo que quisiera sin recibir ningún comentario. Ahora, junto a Crouch, le parecía imposible.
- Como digas- contestó, dejando la bandeja en la cama de Black y se sentó frente a él.
Regulus dejó de lado su cuaderno y se dispuso a comer, pero al observar a su amigo quedó sorprendido. Tenía toda la cara con manchas negras, como si fuera tinta seca.
- ¿Qué te pasó?- lo interrogó, frunciendo el ceño y tomando la copa para beber jugo.
- ¿Todavía lo tengo? En la enfermería me dijeron que se me irá dentro de una o dos horas- explicó, sin darle mucha importancia- A todos los de Slytherin les pasó lo mismo. Creo que dijeron que la bebida tenía algo.
Reg se ahogó al oír eso, notando que ya había bebido la mitad de su copa y estaba por correr al baño para verificar su aspecto. Barty lo detuvo.
- Por las dudas, te traje jugo de la mesa de Ravenclaw- aclaró, dejando más tranquilo a Regulus.
- Que extraño que sólo haya sido a los Slytherin. No creo que los elfos de la cocina lo hayan hecho a propósito. Ojalá no los culpen.
- Escuché que es muy común que pasen estas cosas. Varios mencionaron algo sobre un grupo llamado...
- ¡Malditos Merodeadores!- Gibbon ingresó al cuarto gritando, seguido de Thorfinn quien tampoco parecía estar de buen humor- Ojalá los expulsen. Seguro son los malditos sangre sucia.
- Oí decir a un chico de segundo año que van a Gryffindor y el año pasado hasta el último día hicieron esta clase de bromas. Aunque era la primera vez que lo hacían contra todos los Slytherin- agregó Thorfinn.
Regulus recordó la conversación que había tenido Sirius con sus amigos y algo encajó. Estuvieron mucho tiempo nombrando bromas o recuerdos de cosas que habían hecho en su primer año en Hogwarts. Quería convencerse de que ellos no eran los merodeadores, porque eso significaría que de forma indirecta quisieron hacerle una broma a él también. Ellos le dijeron que querían protegerlo, pero eso había sido antes de haber quedado en Slytherin. Quizás eso lo cambió todo.
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Hasta el final - Jegulus
Fiksi PenggemarLa vida de Regulus parecía sentenciada. Desde que nació sabía cada paso que debía seguir para conservar el honor de la familia Black. Siempre creyó que podría avanzar por ese camino a la perfección, hasta que James Potter ingresa a su vida y comienz...