Capítulo 22

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La derrota de Gryffindor fue el tema de la semana. Muchos cuestionaban a Oona como capitana, otros atacaron directamente a Roger y Miles. Lo único que era cierto es que el equipo estaba destruido. James y Marlene evitaron hablar del partido, en general evitaron hablar con cualquier persona. Dejaron de practicar por las mañanas, andaban con la mirada perdida y ni siquiera prestaban atención en las clases.

Sus amigos habían intentado subirles el ánimo de diversas formas, pero siempre tenían la misma respuesta: un insulto por parte de Mckinnon quien no dejaba de sentirse enojada con todo el mundo y James, por su lado, les pedía de forma amable que lo dejen estar solo. Tenían demasiado en su mente como para soportar al resto.

- Fue sólo un estúpido partido ¿Por qué exageran tanto?- se quejó Mary, luego de que Marlene y James hayan abandonado la sala común ignorándolos.

- Sabes lo importante que es el Quidditch para ellos- le dijo Alice, apretando las manos con impotencia.

- Además era el debut de Marls- añadió Lily, observando el cuadro de la dama gorda, todavía pensando si debería ir a buscar a Potter y Mckinnon para asegurarse de que estén bien.

- Pero ellos jugaron genial, no fue su culpa que Gryffindor haya perdido- continuó Mary.

- La derrota del equipo es la derrota de todos- indicó Peter- No sirve de nada que uno o dos jueguen bien, todos deben funcionar para ganar.

- Sólo hay que darles espacio. Ya conocemos a James y a Marlene, cuando se sientan mejor volverán- habló Remus.

- No me deja tranquila saber que dos de mis amigos se sienten mal y no puedo hacer nada al respecto- murmuró Lily.

- Invita a James a una cita y verás como cambia su humor- bromeó Frank. No era el mejor comentario para ese momento, ya que sólo recibió miradas cansadas. Aunque Sirius y Peter se rieron un poco- De acuerdo ¿Usted qué piensan hacer?

- A mí se me ocurrió algo- Sirius se paró de su asiento y se dirigió hacia Lupin- En unos días es el cumpleaños de Remus y les aseguro que Marlene y James no se lo perderán aunque estén de pésimo humor.

- No quiero hacer nada por mi cumpleaños- aclaró el mencionado, odiando la atención que estaba teniendo en ese momento.

- Vamos, Remusss- Black sostuvo el rostro de su amigo y apretó sus cachetes- Nunca dejaríamos que el día de tu nacimiento pase como si nada.

- Eres tan molesto- se quejó Lupin, pero en ningún momento intentó sacar las manos de Sirius.

- Sabes que haríamos cualquier cosa por ti, chico guapo.

Remus deseaba que la tierra lo absorba en ese instante porque su corazón parecía estar por salir de su pecho.

- Entonces, tu plan para subirle el ánimo a Marls y James es organizar una fiesta para Remus- se metió Mary, enarcando sus cejas como si no entendiera el verdadero punto de la idea que tenía Black.

- No, les diré a ellos que la organicen- explicó Sirius, soltando a Lupin y dirigiéndose hacia el resto- Ya los conocen, cuando es algo para sus amigos no se pueden resistir en ayudar y eso les servirá para dejar de pensar en Quidditch.

- Bueno, la única falla que encuentro es que será difícil, por no decir imposible, que nos den permiso para hacer una fiesta- advirtió Alice.

- ¿Por qué no? El diez de marzo justo será sábado- Mary ya estaba emocionada.

- Saben que los prefectos dijeron que si se organizan fiestas, sólo se pueden quedar estudiantes mayores de cuarto año- Alice estaba demasiado metida en las reglas y nadie dudaba que en dos años sería elegida como prefecta de Gryffindor.

Hasta el final - JegulusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora