James Potter no dejaba de dar vueltas en su cama. La débil luz de la luna era lo único que iluminaba el cuarto de los merodeadores. La cabeza del Gryffindor se sentía pesada, recordando cada entrenamiento de Quidditch y todas las estrategias. La mañana siguiente sería su primer juego y sería contra Slytherin. Tenía esa presión de ser el jugador oficial más joven y se repetía que no podía fallar. Aunque el hecho de que no estuviera descansando era algo que podría afectarle. Él lo intentaba. Realmente cerraba los ojos, se acomodaba en su almohada y esperaba que llegara el sueño. Parecía estar con demora.
Recordó que en su casa, cuando tenía problemas para dormir, su madre le decía que piense en cosas agradables. Algo que pueda relajar su cuerpo y así podría guiar su mente al descanso. Solía funcionar, aunque sería más fácil si Euphemia estuviera allí, acariciando su cabello y cantando una suave melodía. Debía conformarse con lo que tenía. Lo primero que se le cruzó era volar en su escoba, pero terminaba recordando el partido del día siguiente y lo volvía a estresar.
Intentó enfocarse en sus amigos, tenía demasiados recuerdos felices con ellos. Su favorito era cuando los conoció en el tren camino a su primer año en Hogwarts. También se vino a su mente la vez que quisieron evitar un examen de pociones y rompieron todas las calderas. Ese día había conocido a Lily Evans, quien juzgó a su grupo por reírse ante una situación así. Quien diría que a las semanas ella junto a Mary y Marlene serían cercanas a los merodeadores.
Podía rememorar que todo empezó cuando Marls y él hacían bromas en las clases de vuelo. Ambos tenían como meta ser profesionales en Quidditch, así que pudieron llevarse bien de inmediato. Mary desde el inicio era demasiado agradable con todo el mundo, aunque dentro del grupo estaba la teoría de que sólo se acercó a ellos porque Remus le parecía lindo. Evans terminó siendo arrastrada por sus amigas y, aunque seguía sin estar de acuerdo en varias actitudes de los merodeadores, se encariñó con cada uno.
A Potter le encantaba que ella de alguna forma sea la voz de la razón. Muchas veces sólo decían que harían alguna broma para verla enojarse. Todavía tenían la esperanza de que en algún momento Lily bajara la guardia y participara en alguna travesura. En ese caso, Mary y Marlene no tardarían en sumarse. Sería realmente divertido.
James sentía su cuerpo pesado, ya ni siquiera podía recordar que al otro día tendría un partido. Siguió rebuscando en su mente, necesitaba algo más. Otra situación que pueda relajar su corazón y desconectarse por completo. Entonces, unos ojos oscuros aparecieron en su mente, podía notar que ya no manejaba su consciencia y eso podía significar que el sueño estaba cerca. Trató de profundizar más en esos ojos, intentando averiguar a quién le pertenecían. Vio rizos negros y piel pálida, podía oler aire fresco y césped. Quería volver a esa persona, pero su mente le impidió avanzar.
Al abrir los ojos, la luz era brillante y por la ventana se apreciaba el cielo celeste de la mañana. Se levantó de la cama, analizando si tenía tiempo para una ducha fría y rápida o una más lenta y caliente. Junto a él escuchó a Sirius y Remus, era la primera vez que se despertaba después que ellos. Peter por su parte seguía dormido.
- No voy a pintarme la cara. Súperalo- siseaba Remus, cerrando el libro que estaba leyendo para observar los ojos de Sirius y dejarle en claro que no podría cambiar su decisión.
- ¡Pero es el primer partido de James! ¡Vamos!- continuó insistiendo.
- Estoy seguro de que va a seguir siendo su primer partido aunque yo no use eso- dijo Lupin y notó que James se estaba levantando de la cama- ¿Podrías decirle a Sirius que deje de molestarme? Parece que sólo a ti te hará caso.
- Sería lindo verte con la cara pintada- la voz de Potter sonaba un poco ronca, pero ya no estaba cansado. Es más, creía que podría jugar veinte partidos con toda la energía que poseía. Se apuró en buscar su ropa y se encerró en el baño. Sabía que sus amigos seguirán discutiendo por un rato. Quizás podrían desayunar todos juntos.
ESTÁS LEYENDO
Hasta el final - Jegulus
FanfictionLa vida de Regulus parecía sentenciada. Desde que nació sabía cada paso que debía seguir para conservar el honor de la familia Black. Siempre creyó que podría avanzar por ese camino a la perfección, hasta que James Potter ingresa a su vida y comienz...