Arrogante - Yoongi ±¹⁸ ✔

14.

Lunes por la mañana, y estoy de pie en mi habitación mirando mi armario, tratando de decidir qué ponerme para el trabajo hoy. Necesito lucir como una mujer profesional, pero no quiero que Yoongi piense que estoy tratando de coquetear con él o algo así. Porque no lo estoy.

Mi estúpido cerebro está despotricando por su cuenta, tratando de convencerme de que Yoongi y yo podríamos ser amigos con beneficios. Pero ese nunca es un buen camino a seguir.

Concentrándome en la ropa, me pongo mis jeans ajustados y ligeramente rasgados y una camisa de terciopelo verde oscuro. Eso sí, sin escote. No le quiero dar ideas.

(...)

Tomando café para los tres, me dirijo al elevador, la rara chica de recepción no responde de nuevo, así que simplemente me dirijo a los estudios.

La verdad es que estoy nerviosa. No sé cómo me tratará Yoongi con Jungkook, o si puede ser amable conmigo como con otras personas.

La puerta está abierta, así que la empujo un poco y miro adentro.

Jungkook está sentado en su lugar habitual; sin embargo, no me mira cuando entro en la habitación. Algo está mal. Yoongi sostiene un papel escrito a mano, uno que reconozco como de Jungkook y mío. Colocando el café frente a cada uno de ellos, tomo asiento en el sofá.

- Oh, le estás mostrando tu canción.

El único tipo de respuesta que recibo del hombre-niño conejito es un asentimiento nervioso. Sé cuánto quiere esto; lo duro que ha trabajado.

Yoongi está mirando el papel, inspeccionando cada palabra. Sigue haciendo ese extraño sonido de jadear por aire entre los dientes, y cada vez que lo hace, Jungkook mueve su cuerpo en el sofá.

- Parece bien. Todavía necesito escucharlo con el ritmo adecuado.

- Oh, noona tiene eso guardado.

Oh, mierda! Tengo eso guardado.

Yoongi gira la cabeza para mirarme, sus ojos analizan mi rostro mientras muerdo mi labio inferior.

- ¿Me puedes enseñar por favor?

Bueno, está siendo educado. Eso es lo primero. Pero supongo que después de nuestra charla del sábado todo está bien ahora.

Coloco mi teléfono en la mesa de café, presiono play en la pista en la que trabajamos. Yoongi escucha atentamente, y cuando la demostración está cerca del final, lo veo moviendo un poco la cabeza. El orgullo llena mi pecho, y cuando miro a Jungkook, noto que él siente lo mismo.

- Está bien. ¿Es esto en lo que ustedes dos han estado trabajando durante la última semana?

Ambos asentimos de acuerdo con su pregunta. Mira el papel por un poco más de tiempo y presiona el botón de reproducción en la pista una vez más.

- Deberíamos grabarlo.

(...)

El resto de la mañana, trabajamos en la nueva canción. Yoongi le da a Jungkook algunas notas en las que la música todavía es un poco áspera y necesita atención, pero aparte de eso, lo deja hacer lo que quiera mientras la graba.

Alrededor de la hora del almuerzo, Jungkook me toca el brazo e inclina la cabeza hacia el pasillo, haciéndome saber que quiere hablar a solas conmigo.

- ¿Está todo bien, noona?

- ¿Sí por qué?

Parece aprensivo, empujando su labio entre sus dientes hasta el punto en que puedo ver el color de su piel desvaneciéndose un poco.