32.

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- ¿Qué quieres decir con que renunciaste?

Yoongi me mira desde el otro lado de la mesa, alcanzando mi taza de café. Toma un largo sorbo relamiéndose los labios después de probar la bebida amarga. Su mano gira la taza para leer las inscripciones en ella.

- Quiero decir, dejé la compañía.

Esto no tiene sentido. Él ama su trabajo. Sé lo duro que trabajó para estar donde está hoy. Las noches que se quedó trabajando, todo lo que dejó. Simplemente no tiene ningún sentido. Ve mi rostro desconcertado tratando de asimilar la información que acaba de lanzarme.

- Está bien, cariño.

Yoongi alcanza mi mano, tomándola entre las suyas. Acaricia el dorso de mi mano con su pulgar en movimientos suaves y apagados.

- ¿Pero por qué?

Trato de hablar, pero levanta la mano, deteniéndome. Toma otro sorbo de la taza y la coloca lentamente.

- ¿No intentaron retenerte?

Mi voz sale más fuerte de lo previsto y Yoongi se ríe.

- Lo hicieron. Los rechacé. Luego intentaron reintegrarte. Los rechacé de nuevo.

- No iba a permitir que le hablarán así a mi novia.

- Pero no importaba, tú....

- Claro que importa. Eres una tonta por pensar que no importa.

En este mismo momento, no sé si debo besarlo o abofetearlo. Sí, me honra su gesto, y sí, es muy romántico. Pero ahora los dos estamos sin trabajo. Con facturas para pagar alimentos para comprar, ¿cómo manejaremos esto? ¿Y sus artistas? ¿Qué pasa con Jungkook? Jin acaba de firmar también. Al menos deberíamos darles algún tipo de explicación.

- No soy una tonta y deja de estar tan tranquilo

Yoongi resopla y vuelve a llevarse la taza a los labios.

- Sí eres una tonta. - Dice antes de beber el café. Se toma su tiempo, torturándome, eso es. Sabe que odio esperar a que hable. Y así, empiezo a dar golpecitos con el pie en el suelo esperando a que elabore su respuesta.

- Mira, estás haciendo eso.

- ¿Que cosa?

- Estás dando golpecitos con el pie y mordiéndote el labio inferior. Pero lo que me dice que realmente estás pensando demasiado en esto, es que estás callada. No hay comentarios sarcásticos.

Me da una sonrisa burlona colocando la taza frente a mí. Mi lengua corre involuntariamente dentro de mi mejilla, algo que aprendí de él. Cada minuto estoy más enojada y ansiosa. Además del hecho de que ambos no tenemos trabajo, hay algo más que me preocupa.

- Bueno, uno de nosotros debería estar preocupado por el hecho de que ambos no tenemos trabajo ahora.

- Hay otras prioridades.

Sacudo la cabeza ligeramente con incredulidad. ¿Qué puede ser más importante que eso?

- ¿Cómo qué?

Yoongi se inclina sobre la mesa, bebiendo el resto del café antes de ponerse de pie. Luego estira su mano esperando la mía.

- Como averiguar quién envió esas fotos.

(...)

- Lo sabía.

Juro por Dios que si tuviera algún papel en mis manos por alguna razón, los lanzaría al aire dramáticamente.

- Joder, lo sabía. Era esa perra.

Encendiendo la computadora hacia Yoongi, abro mi buzón de correo electrónico del trabajo. Por suerte, no me pidieron la contraseña, así que todavía tengo acceso remoto a ella. Por lo tanto, lo primero que hice cuando llegamos al departamento de Yoongi fue revisar mi bandeja de entrada. Addy me envió un correo electrónico la noche anterior, explicándome que algo estaba pasando.

***

Hola Kimi. Solo para hacerle saber que Sammi acaba de estar aquí en una reunión con recursos humanos. No sé si ella está tratando de volver o tiene algo más bajo la manga. Pero se fue con una sonrisa, así que supongo que sea lo que sea, se salió con la suya.

***

Yoongi coloca su computadora portátil encima de la mesa y lee el correo electrónico. Sus ojos examinan el monitor y luego suspira. Dejando sus anteojos junto a su computadora, se inclina hacia mí y presiona un suave beso en mi cuello.

- ¿Tienes hambre? Voy a pedir comida.

Luego se levanta de la silla y camina hacia el cajón de la cocina, donde guarda todos los menús para llevar.

- Sí. Pero ese no es el punto. - Coloco mi computadora portátil junto a la suya y camino hacia donde él está. Gira el menú en sus manos, luego arruga la nariz antes de volver a colocarlo dentro del cajón y sacar otro.

- Está bien, ¿deberíamos pedir comida china o tailandésa?

Los dos menús están frente a mí y Yoongi se queda esperando una respuesta.

- China. - Elige el menú y camina hacia mí, dándome un suave beso en la mejilla.

- Yoongi, en serio. ¿No vamos a hacer nada con ella?

- Solo olvidemonos de ella. Total, ya ni siquiera la volveremos a ver.

- Pero...

Mis palabras se interrumpen cuando se acerca a mí. Su cuerpo está cerca del mío, y su mano coloca un mechón de cabello detrás de mi oreja.

Sus labios se ciernen sobre los míos antes de separarse en un beso lento. No le toma mucho profundizarlo mientras sus manos comienzan a flotar sobre mi cuerpo hasta que se detienen en mi espalda baja. Me gusta cuando él está a cargo. Cuando está seguro de lo que quiere y simplemente lo toma.

- Tengo algo que preguntarte.

- Okey.

Sus ojos analizan a los míos. Yoongi está estudiando mi expresión, tratando de adivinar mi respuesta incluso antes de hacer su pregunta en voz alta. Un largo suspiro sale de sus labios cuando no puede descifrar mis pensamientos. Se inclina más cerca y sus ojos se clavan en los míos.

- Estarías dispuesta a comenzar una vida conmigo?

Me quedé analizando sus palabras, sin saber a qué realmente se refería, hablé.

- ¿A qué te refieres?

- Venir a vivir conmigo y trabajar juntos para salir adelante.

No me esperaba para nada esto. Pero sinceramente estaba gritando por dentro.

- Si no quieres.....

Lo interrumpí dando muchos besos por todo su rostro.

- Porsupuesto que quiero mi amor.

El tomó mi rostro para después acercar sus labios con los míos y así fundirnos en un beso.

Fin

Arrogante - Yoongi ±¹⁸  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora