𝑇𝑜𝑑𝑜𝑠 𝐸𝑛 𝑈𝑛𝑜 [𝑇𝑒𝑟𝑚𝑖𝑛𝑎𝑑𝑎]

vii

Más tarde ese mismo día Cass trato de comunicarse con Ryan, pero no obtuvo respuesta, mentiría si dijera que no se preocupó, pero quiso ser positiva por su amigo.

Trato de distraerse haciendo sus deberes, incluso yendo a nadar, pero no ayudo del todo, siguió mirando su celular por si veía respuesta alguna.

No la hubo.

[...]

Jadeo sintiendo la mano de la progenitora apenas palpar su pómulo izquierdo.

—Perdón cariño, perdón —se disculpó alejando su mano del hematoma.

Ryan negó tratando de darle una sonrisa, le salió más como una mueca. —Está bien —le dijo para tratar de calmarla, notaba sus manos temblar. Sabía que estaba asustada, él también lo estaba.

El olor a antiséptico llegó a sus fosas nasales, Lauren lo miró con preocupación; como si con ella le preguntará si podía o no hacerlo. Gallagher asintió y su madre procedió a limpiar el rasguño en su mejilla.

—Ahora sé porque la gente usa anillos —mencionó en forma de broma, pero ella no se rio y la risa de él sonó muy fingida.

Los ojos de la mujer se llenaron de lágrimas.

—No, no. No llores... mamá —lo último lo dijo con cierta incomodidad. Las personalidades, incluido él, no veían a Lauren como tal, ella era la madre de Aidan y sólo de Aidan.

—De verdad lo siento, yo pude pararlo, pero dejé que pasara y mírate ahora.

—Estoy bien, no es nada que un poco de alcohol, alguna pomada mágica y un beso no solucione —le limpió las lágrimas con la mayor dulzura que pudo—. No llores más, sigo aquí. Y ni él ni tú podrán deshacerse de mí tan fácil, ¿okey?

Aún había gotas saladas bajando por sus mejillas, su nariz estaba roja al igual que sus ojos debido al llanto.

Los brazos del adolescente rodearon el tembloroso cuerpo de la mujer y acarició su espalda con el característico movimiento de arriba hacia abajo para infundir compasión. Eso le había dicho Cass en algún momento.

—Perdón por no poder protegerte, perdón.

[...]

Miró el celular en su mano corroborando que el de ojos verdes no le hubiera mandado un mensaje o un audio aclarando por qué no había contestado o siquiera confirmando si vendría a la escuela.

Giró sus marrones orbes con fastidio al ver como otra parejita se daba un detalle y un beso a su lado. Era el día de San Valentín y Cassidy odiaba ver tanto afecto amoroso entre todos aquellos adolescentes pubertos que la rodeaban.

No odiaba la festividad como tal pero si el hecho de que todos demostraban su sentimiento en esa fecha como si en las demás no pudieran hacerlo. ¿Acaso debía ser San Valentín para que todo el mundo se amará? Era ridículo. Aun así, ahí estaba ella con algunos obsequios en sus manos.

Producto de sus amigos y alguno que otro admirador.

Frunció el ceño al ver a la señora Lauren despidiéndose de su hijo, sola.

Notó el constante movimiento de sus manos por el cabello, rostro y cuerpo del adolescente. Estaba tan concentrada en eso que ni siquiera fue a deparar en el detalle que su amigo traía en las manos.

Al fin lo soltó y se fue después de darle constantes miradas.

—Hol-

Lo interrumpió al instante sin verlo aún. —¿Qué fue- ? —sus palabras fueron calladas cuando miró los signos de agresión en el rostro del contrario— ¿Qué- ?