𝑇𝑜𝑑𝑜𝑠 𝐸𝑛 𝑈𝑛𝑜 [𝑇𝑒𝑟𝑚𝑖𝑛𝑎𝑑𝑎]

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—Tranquilo, todo está bien

—Claro que estará bien, ¿por qué no habría de estarlo?

Reynolds giró los ojos. —Se lo decía a Aidan, pero gracias por aparecer Ryan.

—Es un placer acompañarte Cass, siempre lo es.

—Si, bueno. Para tu momento de coqueteo conmigo y seguiré acompañándote.

—¿Coqueteo? No te estaba coqueteando.

Cassie alzo una ceja con sarcasmo.

Las mejillas del chico se encendieron.

—L‐Lo siento Cassidy —la chica suspiró, Nicky estaba aquí.

—No te preocupes Nick, esta todo bien. Sólo es Ryan y sus cosas, ya sabes —le restó importancia. — ¿Tienes hambre? Mi estómago muere por algo de comida

Nickolas sólo asintió aún algo apenado y se levantó para acompañar a su amiga.

Así era la convivencia de Cassidy Reynolds y Aidan Gallagher, ya que este último tenía múltiples personalidades. En lo personal, Nicky era el favorito de ella, aunque prefería cuando estaba con el verdadero Aidan.

—Okey, hoy en el menú hay pasta y emparedado de mantequilla de maní y mermelada de frambuesa —informó la chica mirando a los alumnos con esos únicos alimentos en su bandeja—. ¿Qué se te‐

—Deberías tener más cuidado Rey, siempre estás estorbando —se burló Andrew después de haberla empujado

—Idiota —murmuró alzando su dedo medio en dirección al chico.

—Pero le daremos una lección

Cassie inmediatamente negó al escuchar esas palabras salir de la boca de su amigo, o bueno, de la de Cinco.

—No, no le daremos una lección, está bien. Sólo fue un empujón, Cinco.

—Las tiene contadas y lo sabes.

—Si, pero ya no debemos armar más escándalos, ¿lo recuerdas?

Los ojos verdes de Cinco se posaron en ella mientras seguía apretando su mandíbula.

—Nos la cobraremos luego, ¿sí? Sólo busquemos algo para almorzar y larguémonos —siguió tratando de convencerlo, ya eran muchos los reportes que Cinco les había causado a Aidan y a ella.

—Es la última Reynolds —advirtió aún molesto y yendo a tomar una bandeja para que pudiera tomar su almuerzo.

La chica suspiró aliviada y fue tras el castaño para también tomar su almuerzo e irse fuera de la cafetería de la escuela.

[...]

—Nunca entenderé de donde sacas esos malvaviscos para tus sándwiches de mantequilla —comentó mientras volvía a introducir un poco de pasta en su boca.

—Sin ellos este sándwich sería un asco —respondió él.

—Aidan no comería eso, sin duda.

Cinco sonrío sarcástico y la miró. —Si, pero Aidan no está aquí, ¿o sí?

—No... sin duda él no está aquí.

—¿Cuál ha sido la tarea del día?

—Una cosa sobre la circunferencia su ecuación general y ordinaria para sacar su radio y coordenadas, algo así. No recuerdo mucho.

—Qué raro viniendo de ti, Rey.

—Si, bueno. No porque tú si sepas te sientas superior a mí, Cinco.

—Es que no me siento superior, sé que lo soy.

—Si... como sea —el timbre hizo acto de presencia—. Bien, es hora de volver. ¿Vienes?

—¿Por qué faltaría?

—Si, es verdad. Eso es propio de Ryan.

Cinco giró sus ojos. —Ryan, Ryan, Ryan. Siempre hablas de ese idiota, ¿acaso de gusta Cass? —cuestionó irónicamente.

—Odio cuando te pones en ese modo —se levantó junto a su bandeja y se fue. ¿Por qué Cinco no se llevaba bien con Ryan? Ambos habitaban en el cuerpo de Aidan, ¿no son cómo una rara clase de hermanos?

[...]

Ambos chicos estaban en clase de ciencias, Cassie prefería prestar atención a lo que sé que su aburrido profesor estuviera explicando, a prestar atención a la mirada que Cinco le estaba dando.

—Okey, trabajarán con su respectiva pareja de mesa.

Todos asintieron a excepción claro de Cinco que no dejaba de mirar a la chica al lado suyo. Lo cual llamó la atención del profesor. —Joven Gallagher, ¿la compañera Reynolds tiene algo en la cara? —cuestionó haciendo que todos los presentes miraran a ambos chicos.

Sin embargo, eso no hizo que la chica volteara a ver al chico de ojos verdes a su lado. Eso hizo que Cinco se molestará aún más.

—No señor, la compañera Reynolds no tiene nada en la cara. Pero me es más satisfactorio verla a ella que a usted y escuchar su estúpida explicación que nos ha repetido en más de una vez —respondió dando una sonrisa sarcástica de labios cerrados.

—¿Qué ha dicho?

—¿Vas a verme?

Ella siguió con la mirada al frente. —Bien, entonces defiéndelo de esto...

—Gallagher, le estoy hablando

—¿Acaso no va a callarse? ¿Qué debo hacer para que lo haga?, ¿meter su asquerosa lengua en su inútil sacapuntas eléctrico?

Todo el salón comenzó a murmurar, eso hizo enfurecer aún más al señor Brown. —Gallagher, a la oficina del director, ahora. —ordenó señalando la puerta.

Cinco golpeo la mesa y prontamente su semblante se tranquilizó haciendo que la mirada de Cassie terminará fija en él.

—¿Qué pa‐?

—A la dirección o tendrá una nueva marca en su expediente

Aidan miró al profesor y a todos sus compañeros, ¿le estaba hablando a él? Volteo a ver a Cass.

Lo siento

Ahí lo entendió todo, una de sus personalidades lo había vuelto a meter en problemas, asintió resignado y salió del salón.

[...]

—Perdón, sé que debí detenerlo. Pero es que Cinco es muy obstinado y tú‐

—Está bien Cassie, no tienes de que disculparte. No es tu culpa.

—Pude haberlo detenido, pero mi orgullo y terquedad no me lo permitieron. Y ahora estas nuevamente en problemas por mi culpa.

—Que no es tu culpa.

—Si lo es

—Que no.

—Que sí.

—Dejémoslo así, ya. Ahora sólo necesito que mis padres firmen nuevamente este citatorio. —alzó el papel en sus manos.

—Aun no entiendo como soportas todo esto.

—Somos un paquete de cuatro por uno Cassie.

—Lo sé —colocó su mano en su hombro en señal de apoyo—. Igual Nicky y tú son mis favoritos de ese paquete.

—Shhh, no lo digas en voz alta. Sabes el ego de esos dos.

—Y que lo digas. ¿Te imaginas que en algún momento tú y ellos tuvieran una reunión? Algo así como una fiesta del té

Aidan comenzó a caminar a la salida mientras oía las ocurrencias de su amiga.

—Sólo imagínalo Aidan, sería una bomba poder hacer eso, ¿no?

—Tal vez —asintió pensativo y negó—. Pero no pasará, realmente sería una bomba incontrolable que el mundo no está lista para detener. Mejor dejemos todo como está.

—Okey, pero pensemos en las posibilidades.