xxiv

660 89 58
                                    

En su cabeza solamente se reproducía las veces de maltrato, físico y psicológico. El centenar de veces que lo llamó idiota, estorbo, inútil y millones de tonterías más.

Las veces que ella no lo defendió, que solamente se quedó mirando y creía que con un lo siento iba a ayudar a sanar todas sus heridas.

—Siento decirlo mamá, no lo hizo —era un ser humano con un montón de cicatrices en su cuerpo, con huecos en su alma y traumas en su cabeza.

Todo el mundo se burló de él, lo trato a su antojo y él no merecía eso. Jamás debió dejarse pisotear, él puede, pudo y podrá obtener todo lo que le apetezca.

—Prepárate, porque tengo un hambre bestial —siguió caminando por la acera con pasos firmes.

«—Está embarazada.»

—Me importa una mierda. No salí para dejarlos impunes.

«—Lastimaste a esa pobre mujer.»

Giró los ojos. —Y así lastimare a cualquiera que se acerqué y trate de evitarlo.

«—¿Incluso Cass?»

—Incluso ella. Así que oren por qué no se acerqué.

Estaba vestido para la ocasión, llevaba un esmoquin negro hecho a su medida. En algún bolsillo del traje estaba el regalo de cumpleaños que su padre le había dado.

Era de plata y llevaba su nombre grabado en ella. Five.

Cinco trato con todas sus fuerzas tomar el control, pero no lo logró.

—Pierdes el tiempo, conozco todos tus trucos. Deja de estorbar en mi maldito camino.

Miró la obscura noche, había algunos relámpagos en el cielo. Sería una noche lluviosa al parecer.

[...]

Cuando despertó de la inconsciencia miró a su alrededor algo aturdida.

No estaba en la habitación de Aidan. ¿Cómo-?

—Gracias a Dios —dijo su padre apenas la vio incorporarse—. Me diste un gran susto, no sabría cómo decirle a tu madre.

—¿Cómo llegué aquí? —su pómulo dolía. Ese idiota.

—Uno de los practicantes encontró a una de las enfermeras desangrándose en el pasillo, entró a la habitación de tu amigo y ya no estaba, pero si estabas tú completamente inconsciente —se acarició la sien—. Cassidy, ¿Dónde está tu amigo?

—No lo sé.

—Por favor no me mientas.

—No te estoy mintiendo.

—¡Casi mato a alguien Cass, deja de esconderlo! —gritó perdiendo los estribos.

—No lo estoy escondiendo, no sé a dónde fue ni porqué lo hizo. Y estoy diciendo la verdad.

Él adulto iba de un lado a otro. —La policía vendrá a interrogarte, ese muchacho está por cumplir dieciocho, puede ir a la cárcel. Y tú a un tutelar de menores por ser su cómplice Cassidy, di la maldita verdad.

-—Estoy diciendo la verdad, mamá me creería.

—Tu madre me mandó a preguntarte para saber el paradero de tu amigo. Sospecha de ti —la delató, ella no se lo podía creer—. Estás castigada, no vas a salir de aquí hasta que confieses.

—¡No sé dónde está! —exclamó cuando lo vio dirigirse a la puerta—. ¡Papá!

—No te creo Cassie, no lo hago —y tras de él cerró la puerta, puso a su hija bajo llave.

𝑇𝑜𝑑𝑜𝑠 𝐸𝑛 𝑈𝑛𝑜 [𝑇𝑒𝑟𝑚𝑖𝑛𝑎𝑑𝑎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora