O4_ Vergüenza

2.4K 207 45
                                    

Luz, Eda, Hunter y Lucía se encontraban en la sala sentados en el sofá mientras esperaban que Hooty terminará de preparar su comida, mirando con enojo al pequeño demonio quien se burlaba de ellos.

- No puedo creerlo, los cuatro brujos más poderosos y valientes que iniciaron una rebelión contra Belos fueron terriblemente humillados por un toro araña.- dijo King estallando a carcajadas.

- Sigue riendote, rata, cuando me recupere será mejor que duermas con un ojo abierto.- amenazó Hunter mirándolo con profundo odio.

- No te tengo miedo.- King le enseñó la lengua provocando que el chico se pusiera rojo de irá.

Hunter iba a lanzarsele encima para estrangularlo pero sintió una mano en su hombro, volteo la cabeza y se encontró a Lucía negando con la cabeza.

- Hunter, sin ofender pero es más probable que gane King, tu apenas puedes moverte.- le recordó la chica recibiendo un gruñido en respuesta.

Era verdad, esa rata asquerosa podría ganarle fácilmentemente una pelea.

- ¡Hoot, hoot! Ya está su comida.- aviso Hooty con una bandeja en su pico.

A todos se les ensombreció la frente de negro al mirar sus tazones con aquella sopa color verde con burbujitas púrpuras y unas cosas extrañas flotando.

Ni locos iban a comer eso, hasta King miraba aquellos platillos con horror y sentía lástima por ellos.

- ¿Esto... se come?- preguntó Eda con desconfianza.

- Por supuesto que si, seguí las instrucciones al pie de la letra como me indicaba aquel libro de remedios caseros para curar sus heridas más rápido.- explico Hooty con una gran sonrisa en el rostro.

Luz por instinto olisqueo el platillo, encontrando un olor a menta, tal vez era hierbabuena.

- No huele mal.- dijo Luz sorprendida.

- No dejas que su aroma te engañe.- le aconsejo Lucía sin despegar los ojos de su plato.

Algo le decía que en cualquier momento iba a salir una cosa mutante de esa cosa, por suerte tenía a su preciado bate a su lado.

- Yo... no pienso comer eso.- hablo Hunter mirando con horror su plato.

Eda, Lucía y Luz asintieron con la cabeza, dándole la razón, solo un verdadero demente comería esa cosa y sería un milagro que no muriera.

- Pero...

- ¡EDA!- se escucho el grito de una voz muy conocida para todos.

- ¿Raine? ¿No estabas en la Rodilla espiando a Belos?- interrogó la mujer que enarcó una ceja.

Raine abrió los ojos con horror al ver que Lucía estaba con un ojo morado, la cabeza vendada y con el brazo enyesado al igual que Luz y Hunter quienes también tenían el pie enyesado.

La caída si que fue dura y dolorosa para el rubio y la morena.

Y tan solo se rompieron el brazo, la pierna y un par de costillas, nada más, mientras que Eda parecía momia ya que tenía todo el cuerpo vendado desde su cuello hasta los pies.

Sin duda fue ella quien se llevó la peor parte.

- ¡Oh, Titán! ¡¿Pero que les pasó?! ¡¿Belos las atacó?! ¡¿Les duele mucho?! ¡Eso me pasa por abandonarlas! ¡Por favor perdónenme! ¡Prometo nunca mas dejarlas solas!- sollozo Raine agarrando la mano de Eda quien se sonrojo.

- No gastes mocos y lágrimas, Raine, ellos mismos buscaron su mal al molestar y querer domar un toro araña salvaje.- hablo King cruzandose de brazos y rodando los ojos.

Luz y Amity: Tonterías de los Noceda [Lumity] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora