Luz y Amity: Tonterías de los Noceda [Lumity]

52_ ¿Lucia que te pasa?

Luz y Eda estaban preocupadas, desde el día en el que Lucía terminó con Amelia siempre estaba fuera de casa.

Llegaba a altas horas de la noche toda demacrada, con moretones y cortadas, además de que tenía un fuerte olor a cigarrillo, no era difícil saber en qué estaba metida. Por ello, Luz y Eda decidieron hablar con ella, la cual estaba en su habitación durmiendo.

Tocando suavemente la puerta, Eda llamó.

- ¿Lucía? ¿Puedo pasar?

No hubo respuesta, haciendo que Luz suspirara profundo y abra la puerta, ella no tenía la paciencia de Eda.

- ¡Lucía despierta!

Grito Luz y la mayor gruño.

- ¿Que quieres?

- ¡Quiero...- callo al sentir una mano sobre su hombro.

- Mira niña, tu hermana y yo estamos preocupadas, llegas tarde, no comes nada, apestas a cigarro y siempre llegas lastimada, ¿que te está pasando?

Cuestionó Eda con seriedad.

- Nada.- fue la cortante respuesta de la morena.

- ¿Estas así por Ame...

- Eda te agradezco que te preocupes por mi bienestar pero como ya te dije estoy bien y si no te importa me gustaría estar sola... por favor.

Susurro con suplica lo último, haciendo que Eda se comparezca de ella.

- Bien.- suspiró.- pero mañana hablaremos de esto ¿si?

Lucía asintió.

- Ven, vamos niña.

- Voy a quedarme un rato con ella.

- Pero...

- Por favor Eda, ya lidie con esto antes.

Confesó Luz haciendo que la bruja ensanchara los ojos con sorpresa, jamás vio a Luz tan seria, así que supuso que era mejor dejarlas solas.

- Okey, te espero abajo.

Dicho eso Eda se fue, dejando a ambas hermanas solas en un tenso silencio.

Luz se adentro a la habitación y cerró la puerta para que nadie las interrumpiera.

- Lucía...- llamo la menor.

- ¿Que?

- Se que lo tuyo con Amelia llego a su fin pero créeme que estoy molesta contigo por eso, no sólo le rompiste el corazón diciendo que solo fue un juego para ti sino que por tu culpa Amelia no para de mirarme mal porque piensa que yo te rete a estar con ella.- expresó con enfado haciendo que Lucía se ponga un poco nerviosa.

Tal vez meter meter a su hermana en eso no fue buena idea.

- Pero... se que tu jamas le dirías eso sino fuera por algo importante, así que dime, ¿que paso?

- No pasó nada, eso ya es parte del pasado, ya no importa.

Luz frunció el ceño.

- Lucía si eso no importara no te comportarías así, dime que diablos paso para que la terminaras.

- Nada.

- Lucía.

Siguió insistiendo y Lucía explotó.

- ¡Carajo! ¡Ya te dije nada! ¡No me importa, ¿okey?! ¡Ahora ya lárgate que quiero dormir!

Grito con enojo levantándose de su cama y fulminar con la mirada a su pequeña hermana quien ni se inmutó.

- ¡Se que te importa maldita cabezota! ¡Si no te importara no te comportaría así, te duele haber terminado con Amelia porque vas por las noches a buscar pelea! ¡Te importa porque te comportas igual como cuando papá murió!

Clamó Luz con pequeñas lágrimas en sus ojos, haciendo que Lucía abriera los ojos.

Era cierto que Lucía siempre desaparecía por las noches a buscar pelea cuando murió su padre, ya que así podía lidiar con el dolor que llevaba en el pecho al perder a alguien tan valioso como el. Por suerte tuvo a su hermana, quien una vez la descubrió escapando y llorando le dijo que se quedara con ella, y lo hizo.

Ahora estaban de nuevo en ese problema, lo cual Lucía estaba dispuesta a solucionar.

- Es por su bien, Luz... no quiero perder a otra persona importante en mi vida o... ¿Tu dejarías que le pasara algo malo a Amity?

Luz negó rápidamente con la cabeza, jamás dejaría que Amity se ponga en peligro, ella fue quien la acepto tal como es y no la vio como un bicho raro.

- Por eso es mejor dejarlo así... ya perdí a mi padre, no quiero perder a Amelia.- pronunció con la voz quebrada.

No aguanto más y se puso a llorar, Luz de inmediato la abrazo y se quedó consolandola el resto de la noche.

Al final, solo se tenían una a la otra.

Siempre eran ellas contra el mundo.

Desde pequeñas.

Desde que su papá se murió.

Continuará...