35_ Regalo

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Lucía estaba esperando a Amelia en su lugar especial mientras miraba el cielo, tratando de dar formas a las nubes.

- Aver, esa se parece a una mariposa, la otra es un helado y aquella es...

- ¿Quién soy?

Alguien le tapo los ojos por atrás con las manos y sonrió al saber perfectamente quien era.

Tal vez le juegue una broma.

- ¿Emma? ¿Que haces aquí? Sabes que la tonta de mi novia va a venir y puede sospechar que estoy andando contigo.

- ¡¿QUE?!

Lucía volteo y fingió sorpresa al ver a su novia.

- Oh, hola Amelia, no sabía que estabas aquí.

Sonrió burlona pero su sonrisa fue desapareciendo poco a poco al ver la mirada furiosa de la Blight con algunas bolas de fuego en sus manos.

- ¿Cómo es eso de que estas andando con alguien maldita infiel?- hablo tétricamente asustando a la morena.

- ¡No, no, espera! ¡Fue una broma!... ¿Amelia?... ¡Deja eso! ¡No espera! ¡Déjame explicarte!... ¡Ahhhh! ¡Ayudaaaaaa!

Unos minutos después.

Amelia se encontraba curando las heridas de Lucía quien estaba con el ceño fruncido.

- ¡Ya dame tu maldita mano!

- ¡Jódete, Blight!

Amelia suspiro profundo.

- Ya te pedí disculpas, ¡¿que más quieres?!

- Cállate, llegas tarde y encima me das la putiza de mi vida.

- ¡Fue por que fui hablar con Eda!

Lucía abrió los ojos con sorpresa y volteo a mirarla.

- ¿Para que?- enarcó una ceja, confundida.

Amelia se sonrojo y desvío la mirada hacia otro lado cruzando sus brazos.

- Eso a ti no te importa.

- ¡Si me importa! ¡Así que habla!

- Agh, bien, solo fui hablar para tener su bendición para andar contigo.- confesó apenada.

Lucía parpadeó incrédula.

- ¿S-su bendición?- repitió tontamente.

- Si, tu... te presentaste ante mis padres que aunque no salió bien... mi padre te aprobó y yo... quise hacer lo mismo, es todo.

Amelia no se atrevió a mirarla, estaba demasiada avergonzada y no quería que viera que su rostro estaba completamente rojo.

- ¿Y... que te dijo?

- Eso se queda entre ella y yo, solo puedo decir que le ofrecí dinero y prácticamente te vendió.

Y eso fue todo para que el pobre corazón de Lucía se rompiera y se sintiera muy indignada con Eda.

Esa mujer solo pensaba en dinero.

- Pero... también me dijo que no te rompiera el corazón y yo... mejor olvidalo, ten, te trage un regalo.

Amelia hizo un círculo en el aire e hizo aparecer una guitarra.

Lucía se quedó boquiabierta al ver aquel objeto. 

- Eda me dijo que te gusta tocar, así que te compre uno y más te vale que te guste por que me gaste toda mi mesada en eso.- dijo amenazante.

La latina observó la guitarra sorprendida, en verdad estaba bonita y tenía clase, esbozo una sonrisa y miró a su novia.

- Gracias, Amelia.

- No fue nada, además tal vez eso compense lo que te hic...

Sus palabras murieron en su boca al sentir como la jalaron de la mano y la envolvieron en un fuerte abrazo.

- Eres la mejor novia del mundo.

Susurro Lucía haciendo que Amelia se pusiera como tomate.

- T-tu... también.- susurro abrazándola más fuerte y apoyando la cabeza en su pecho, escuchando los suaves latidos de su corazón.

Ese era su sonido favorito del todo el mundo.

Y así Amelia se quedó dormida en los brazos de Lucía, sintiéndose protegida y amada.

Nada podía separarlas, ¿verdad?

Continuará...

Luz y Amity: Tonterías de los Noceda [Lumity] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora