- Capítulo XIII - Lucy

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La luz del sol entra a través de mi ventana, me encanta esa sensación, por un momento, olvido todo lo que me está pasando y disfruto de esa pequeña dosis de sol. ¡Qué agradable!

   - Mi lady - Me giro rápidamente. ¿Cómo puede estar tan guapo a esta hora de la mañana? De manera inconsciente me empiezo a quitar los enredos del pelo con los dedos y aclaro mi garganta.

   - Hola... ¿Cómo estás... gatito? - es extraño pronunciar esas palabras, pero me gustan

   - ¿Me vas a llamar así a partir de ahora? - Ve que no respondo así que no tarda en decir - Te ves horrenda por las mañanas y no te iría mal una buena ducha, Zarigüeya - Será cabrón, ¿Cómo se atreve a decirme eso? De pronto me sonríe. ¿Además tiene hoyuelos? ¿Por qué es tan perfecto? - Mira que te tengo dicho que no te embobes tanto con mi belleza mi lady- ¿Por qué es tan arrogante? Su extremada autoestima me atrae demasiado.

    - Por cierto, lo de ayer... Te ayudé porque Bruce me cae bien y no quería que le hicieran daño a la persona que más quiere. ¿Pero te importaría hacer como que no hemos hablado? Es que, si seguimos hablando se que te vas a enamorar de mi y yo no estoy para perder el tiempo con chicas como tú ¿Entendido? Además seguro que eres una niña pija que no vale la pena.

Me levanto de la cama, ordeno un poco mi habitación sin hacer caso a su estupenda presencia y bajo las escaleras para comer algo. ¿Por qué pensé que esta conversación sería mejor? niña pija que no vale la pena ¡Imbécil!

Al bajar me cruzo con la chica loca, que me abraza repentinamente. ¿Qué extraño? ¿Tan bien le caigo?

   - Oye, gracias por lo de ayer, de verás, necesitaba hablar con alguien y lo siento mucho por todo el dolor que te hice. Por favor no se lo expliques a Bruce....

  - Tranquila mi boca está sellada, lo juro

  - Eres la mejor hijita perfecta - Espero que no me siga llamando así durante mucho tiempo

Huele muy bien, cuando por fin llegó a la cocina, veo a tres personas haciendo el desayuno, supongo que los habrá contratado Bruce.

   - Lucy, he pensado que podríamos pasear por el jardín y tener una conversación...

   - Lo siento, pero aún no me siento preparada para hablar contigo Bruce. Ponte en mi situación, me secuestraste, amenazaste a mi madre... No me siento segura cerca tuyo y estoy harta de que todos digan que me aprecias o que me quieres. Si eso fuera verdad, no me habrías secuestrado. ¿Eres consciente de que mamá seguro que esta de los nervios sin saber dónde está su hija? Por favor, dame tiempo para asimilar todo esto. Si no te importa cogeré el desayuno y me lo llevaré a la habitación.

   - Tranquila, no tengo prisa...

Me doy cuenta de que hace tiempo que no tengo una comida decente y como he estado comiendo tan poco durante las últimas semanas no tengo mucha hambre. Aún así, me obligo a darle un mordisco a la manzana, está buena, pero no es nada del otro mundo.  

Escapa de la verdad (INCOMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora