- Capítulo XIX - Lucy

11 3 2
                                    

No puedo evitar seguir leyendo ese libro tan interesante. Al final, lo terminaré hoy. Cuando miro el reloj, ya es hora de cenar, así que bajo las escaleras y me siento en la inmensa mesa.

Aún no ha llegado nadie, pero puedo notar la tensión en el ambiente. A los pocos segundos empieza a aparecer gente. Son unos veinte. Chicas, chicos, niños, niñas, Bruce, Alia... Cuando aparece Noah, desvío rápidamente la mirada y la fijo en la mesa. Odio que me atraiga tanto. Es imposible alejar mi mirada de él. 

       - Zarigüeya, apártate, ese es mi sitio. - Me empuja y caigo al suelo. ¡Será cabrón! 

No pasa nada Lucy, haz como si nada

- Lo siento mi lord - empiezo a decir - no sabía que este sitio es el de su majestad. Acepta mis disculpas, se lo ruego. - le digo en tono irónico. A su vez me levanto y le hago una pequeña reverencia. No tardo mucho en acercarme a Bruce y decirle - Papá, el libro que me diste es increíble. - Bruce hace una cara de asombro - Lo siento, es que como todos dicen que me tienes tantísimo aprecio - remarco esas dos palabras - he pensado que sería una idea genial si lo fueras de verdad. - suelto una carcajada nerviosa.

     - Deja de ser tan irónica Lucy, no tiene gracia. - Dice Alia. La miro con cara de asco. Joder, ya me ha estropeado mi monólogo.

     - Si me permiten, será mejor que me retire de la mesa, un tremendo dolor de cabeza me está haciendo delirar. - Camino hacia la puerta, pero antes cojo algo de comida, estoy hambrienta. Después me acerco a Noah - Te echaré de menos mi lord - Y le hago un guiño. Puedo escuchar el murmullo de la gente detrás de mí. Pero me dan igual. 


Mientras subo las largas escaleras, alguien me sigue. Me giro, es un chico alto de lo que parece ser ojos verdosos con toques azules. ¿Todos tienen que tener esos ojos deslumbrantes? Su pelo es castaño y tiene unas largas pestañas. De repente, me fijo que tiene una cicatriz en el brazo izquierdo. - Eso debe de haber dolido - pienso. Centrándome otra vez en la realidad, tengo ganas de conocerlo más. 

     - Lo siento, Noah siempre es un cabrón. Me gustaría que te quedaras para nuestra cena "familiar". Las mellizas quieren conocerte y debo admitir, que yo también. Además, sé que no has almorzado nada y que solo has comido una manzana en lo que llevas de día. No te preocupes, siéntate a mi lado, te lo pasarás genial. Por cierto, la cocinera ha preparado Kjøttkaker y le salen genial. - parece ser que hago una cara de no entender nada así que explica - son albóndigas, típicas de aquí, Noruega, van acompañadas de zanahorias, patatas y una salsa marrón deliciosa. Tienes que probarlo, vamos.

    - Gracias por ser tan amable... - digo un poco sonrojada. No tarda en coger mi mano y traerme de nuevo a la cocina. - Siento lo de antes. - me disculpo delante de todos - Estoy hambrienta y me apetece mucho que estas mellizas de aquí - digo acercándome a ellas - me expliquen porque quieren conocerme - suelto una risa, sé que es extraño, pero no me importaría llamar a está gente familia. 

Mamá, te echo de menos, pero siento que tengo que descubrir la verdad antes de escaparme y realmente creo que Bruce, puede ser mi padre. 

Escapa de la verdad (INCOMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora