Después de una larga cena, bastante incómoda, por fin puedo subir a mi habitación y aclarar mis pensamientos. Hoy mamá se fue... El psiquiátrico desapareció... Mi móvil tenía una nota... Y mientras voy pensando, al final me quedo dormido.
Al despertarme a las siete, recuerdo que hoy tengo colegio. Apresurado hago mi mochila, bajo a la cocina, saludo a mis abuelos, cojo una tostada y me voy. Hoy tengo dos exámenes, realmente las notas ya no me importan tanto, así que no me los he preparado muy bien.
En el colegio no ha pasado nada interesante. Todo ha salido bien y los abusones no me han molestado. No quiero coger el autobús para ir a casa, así que voy andando. Al poco tiempo, noto que un animal me empieza a seguir. Siempre me ha gustado la naturaleza y adoro estar cerca de animales. Al girarme, descubro que es un perro.
Hago memoria, recuerdo que una vez, mordió a los abusones que me estaban pegando. Desde ese día, empezó a acompañarme de camino al colegio y hoy por fin, lo he vuelto a ver, después de tres semanas sin saber de su existencia. Siempre me animaba de alguna manera. Cuando mamá me pegaba y salía de casa para coger aire fresco, él siempre estaba fuera esperándome.
Sigue igual, es un Golden Retriever y parece sano. Al acercarme a él toco su suave pelaje. ¡Es reconfortante! No me lo pienso dos veces. Esta noche vendrás conmigo chiquitín.
Cuando llego a casa, sé que los abuelos están dormidos, a esta hora siempre hacen la siesta. Cierro la puerta con cuidado y subo las escaleras de puntillas. Meto al perro dentro de la habitación y entro yo. Creo que lo llamaré, Max. ¡Sí, le pega!
- ¿Cariño, ya has llegado? - ¡Por qué tiene que pronunciar esas palabras! Dan grima.
- Sí abuela, tengo muchos deberes así que mejor me quedo aquí trabajando. - mentira.
- De acuerdo chiquitín - dice el abuelo.
- Max quédate aquí, no hagas ruido, te traeré un poco de agua.
Voy al baño y abro el grifo, cojo un poco de agua y se la llevo al perro. Antes de entrar, me giro y vuelvo a ver la habitación esa, dónde escuché el grito tan espeluznante. La curiosidad me tienta, así que no dudo en ver si está abierta. Para mi sorpresa, lo está. ¿Debería bajar?
Cuando por fin me decido, escucho unos pasos acercarse hacia mi. Cierro la puerta con delicadeza y me adentro a mi habitación.
- Cariño, ¿puedo entrar? - dice con una voz espeluznante, dando énfasis en el cariño
- No, lo siento abuela, estoy muy liado ahora. - mentira
- No pasa nada, solo será un segundo - ¡Ahhh! ¿Por qué tiene que poner esa voz?
- De acuerdo... No, espera, mejor espérame en el salón, ahora bajo. - ¡Mierda! Por un momento casi olvido que Max está aquí.
- Ahí te espero, cariño. No tardes.
- ¡Por los pelos Max! - digo entre susurros - Bebe esto, refréscate un poco.
El resto no es muy interesante, la abuela me hace una charla explicando que nunca pero NUNCA abra esa puerta. Al final cenamos bastante temprano y decido irme a la cama. No creo que pueda acostumbrarme a mis abuelos, siempre tan misteriosos.
Por suerte le traje a Max unas sobras de pollo que no me comí. Tendré que comprarle algo de comida. ¡Si se queda más tiempo, esto va a ser genial! Me duermo abrazado a él y disfruto de su cálida compañía.
- Gracias Max
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Escapa de la verdad (INCOMPLETA)
Mystery / ThrillerIntenta adentrarte en la mente de Bruce y descubre el porqué de su extraña afición. Y la historia de la desaparecida Lucy, una chica de 16 años. ¿Serás capaz de soportar y descubrir por qué todos quieren escapar de la verdad?