- Capítulo XXIX - Lucy

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Al bajar para desayunar veo a Noah cocinando cupcakes y riendo con las cocineras, supongo que por eso no estaba cuando me he despertado.

A mi lado derecho se sientan las dos mellizas y al otro, Jakob. Noah no tarda en reaccionar y me mira con cara de no entender nada. Ese imbécil se merece todo lo malo que le puede pasar a una persona. No me apetece mirarlo así que me centro en mi plato.

     - ¿Estás bien Lucy? - pregunta Jakob.

     - Perfectamente. - respondo con una sonrisa. No tarda en agarrar mi mano y darme un beso en la mejilla.

      - Te ves preciosa. - me susurra en la oreja. Me hace cosquillas así que no tardo en reir.

      - ¿Qué es tan gracioso si se puede saber? - pregunta Bruce.

       - Nada. - digo aún riéndome. - Por cierto, he terminado el libro que me diste: La verdad. Es muy bueno, pero hay una cosa que no entiendo. ¿Qué le pasa al niño? Es decir, cuando se escapa de casa de sus horrendos abuelos, no sé, me parece un final bastante malo, todo queda en suspense.

     - Así es la vida Lucy, pero tranquila, hay un segundo libro, lo tienes en la estantería roja de tu habitación, se llama Descubre la verdad. Creo que te gustará más este, que el primero, hay más acción y es más entretenido. Además, tiene muchas más páginas.

     - De acuerdo, cuando termine de desayunar lo leeré. - digo con una sonrisa en la cara. No estaría mal que fuera mi verdadero padre.

Para desayunar hay un poco de todo, al final estar secuestrada no está tan mal. En el plato, preparo dos tostadas con jamón y Noah me da un cupcake que no tardo en rechazar, aunque debo admitir que tienen muy buena pinta.

Hace tiempo que no comía tanto y me siento un poco llena. La culpabilidad de haber disfrutado de esos manjares aparece. - No por favor, ahora no, estabas bien Lucy. - me digo a mi misma. - Has comido demasiado, demasiado... Estás gorda... Das asco... No te mereces estar feliz... No vales nada... No te gusta tu cuerpo... Ódialo... - mi mente no para de repetir esas estupideces que poco a poco me fui creyendo en un pasado, hasta que me consumieron. - Soy más fuerte de lo que crees, el desayuno ha estado increíble y no doy asco. Soy suficiente y me quiero tal y como soy. - Me digo a mi misma para reprimir las voces de mi cabeza. Respiro un par de veces como me explicó la psicóloga.

     - ¿Estás bien Lucy? - dice Jakob preocupado.

     - Sí, solo es que... - digo sin querer confesar la verdad.

    - ¿Ha sido por lo que has comido en el desayuno? - no le respondo, la verdad es que por muy amable que esté conmigo, este es un tema muy delicado para mi que aún no se lo he contado a nadie, así que prefiero quedármelo para mi.

    - No, no es eso. - respondo con rapidez.

    - ¿Lucy, nos puedes recomendar alguna película? - dicen las mellizas al unísono. Gracias por cambiar de tema.

     - ¿Para que os volváis a dormir chiquitinas? - digo pellizcándoles las pequeñas mejillas.

     - Lo siento, estábamos todos muy cansados. - dice Igor. Tiene trece años y ama la lectura, tanto, que su habitación está llena de ellos.

    - ¿Qué tal si vemos la continuación de la película de ayer? - Digo mientras recojo la mesa.

    - Vale. - dicen todos menos Noah.

Cuando por fin todo vuelve a estar recogido, Bruce desaparece, creo que tenía unos asuntos que resolver. Apagamos las luces y nos dirigimos al sofá, Noah se dirige hacia mi.

    - ¿Quieres sentarte a mi lado? - me pregunta.

    - Jakob, ¿puedo sentarme contigo? - le pregunto, haciendo caso omiso de la presencia de Noah.

    - Claro, ven, te estaba guardando el sitio. - dice con una sonrisa.

Al poco tiempo los pensamientos de haber comido tanto vuelven a aparecer. ¡Joder! Sin pensarlo mucho, me levanto y voy hacia el baño para poder llorar y desahogarme como hacía las otras veces. Un tiempo después, decidí pegarme una ducha para calmarme. Al salir, conecté el secador al enchufe. Me voy secando mi largo pelo pelirrojo con tranquilidad. De repente el secador quema un poco y empieza a oler a quemado.

¡Mierda! Me asusto porque no tardan en salir unas chispas, después una pequeña llama... Mala señal, esto va a acabar muy mal. Sin pensarlo mucho lo desconecto pero el dolor ya está hecho, la llama no se apaga. No se que hacer y me empiezo a poner muy nerviosa. Por suerte, hay un cubo de agua a mi lado así que echo el agua al secador. ¡Qué susto! 

No es suficiente para apagar la llama que poco a poco va propagándose. ¡Joder! ¡Esto no va a salir nada bien!

     - ¡Ayuda! ¡Socorro! - no dejo de gritar pero nadie me escucha. Esto es un esfuerzo inútil. 

El fuego cada vez es más grande, intento abrir la puerta del baño pero me es imposible, es como si alguien estuviera haciendo fuerza desde la otra parte. ¡Joder! Poco a poco me va costando más respirar. No dejo de toser.

    - ¡Ayuda! - grito con un chillido ahogado. Después pierdo el conocimiento. ¿Es así como mi vida acaba?




Buenas, espero que tengáis un buen día y muchas gracias por leer este capítulo. Aquí os dejo algunas preguntas para saber vuestra opinión. 

- ¿Team Noah o Jakob? 

- ¿Cómo creéis que estará Lucy? 

- ¿Qué opináis de los libros que le ha recomendado Bruce a Lucy?

Y por último, ¿Cómo creéis que se siente Noah después de que Lucy no le hiciera caso?

Gracias <3

Escapa de la verdad (INCOMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora