Escapa de la verdad (INCOMPLETA)

- Capítulo XXV - Lucy

Al despertarme estoy un poco desubicada. Veo que mis heridas vuelven a estar tapadas y parece ser que la situación ha mejorado.

      - He estado leyendo libros de medicina y he aprendido varias cosas para curar mejor tus heridas. - dice Noah con un tono que nunca había escuchado antes. 

    - Gracias - digo agradecida.

    - Será mejor que descanses aquí. Ya te irás mañana. - inconscientemente mis mejillas se tornan de un color rosado y mi temperatura corporal aumenta - Si quieres, quiero decir, que no estás obligada Lucy - dice indeciso.

    - Sí, creo que será mejor que me quede aquí. Buenas noches Noah. - digo sonriendo. De verás que me encantaría ser una chica fría y borde con él, pero es que es imposible. ¿Cómo queréis que me resista a su invitación de dormir junto a él? Tengo que aprovechar ahora que está de buen humor.

     - Por cierto, no te acerques más a Jakob. - dice con cara enfadada. 

      - ¿Por qué? ¿Tienes celos gatito? - pregunto con tono coqueto.

      - No es eso mi lady - dice marcando esas dos últimas palabras y acercándose poco a poco a mi. - Simplemente no lo hagas, por favor. - percibo su cara de preocupación.

    - Vale, lo que tu digas Noah. - me pesan los ojos y estoy muy cansada, así que no tardo en empezar a dormir.

      - Una cosa más, la próxima vez que veamos una película, te sientas a mi lado. - parece ser que quiere marcar territorio. Me es inevitable reírme. Si ha sido él quien se ha tumbado en el suelo. - Lo digo en serio Lucy. - dice con cara seria.

     - Lo que tu digas gatito, ahora déjame descansar. - Nunca pensé que podría resistirme a él, me siento orgullosa de mi. 

Esa idea dura poco porqué él empieza a acercarse a mi. No dice nada y simplemente me abraza y así es como los dos nos quedamos dormidos. 

A la mañana siguiente me doy cuenta de que no está a mi lado. - No importa - me digo a mi misma.

Cuando por fin consigo levantarme de la cama, voy hacia mi habitación. No hay nadie levantado, así que supongo que será bastante temprano. Intento no hacer mucho ruido y cierro mi puerta con delicadeza, me lanzo a la cama y suelto un largo suspiro. Como no tengo sueño, pienso que sería una buena idea tomarme una ducha, cojo mi ropa y me dirijo hacia mi baño. Todo está listo, menos por una cosa. ¡Mierda, la toalla! ¡Soy un desastre! Cuando vuelvo a la habitación lo primero que noto diferente es la puerta abierta. ¿Seguro que la he cerrado? Repaso todo lo que he hecho antes de entrar al baño, estoy 100% segura de que la he cerrado o ¿eso creo? No tengo miedo, así que empiezo a recorrer mi habitación con los ojos hasta que por fin veo a alguien sentado cerca de mi ventana, Jakob. 

Ahora si que tengo un poco de miedo. Parece enfadado y no se le ve muy bien. No deja de mirarme y eso me incomoda bastante.