Capítulo 10 ¿Estás Lista Para Contarme Tus Secretos, Lena?

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Al llegar al colegio, se fue a su casillero, como normalmente lo hacía, no tuvo problemas en ningún momento y la profesora de álgebra la felicitó por su tarea, dándole algunos puntos extra. Trató de sonreír, pero no le funcionó, así que lo dejó de lado y solo se dio la vuelta.

A la hora del almuerzo, tomó un sándwich, un pastelillo, una gelatina de cereza y un jugo de uva, se sentó en su mesa de siempre, tomó su jugo y le retiró el popote, le quitó la envoltura y lo metió en su jugo, para después abrir su sándwich. Levantó la mirada cuando un chico se sentó en frente de ella, no se sorprendió al ver a Matt con los brazos sobre la mesa.

El chico la observó, llevaba una sudadera amarilla que era como dos tallas más grandes que ella, tenía leves ojeras y sus ojos se miraban apagados, la Lena de ayer había quedado en el olvido.

—¿Dormiste bien? —Le pregunta Matt.

—Se podría decir que sí.

—¿Tienes problemas para dormir?

—No constantemente.

Él sonrió de lado y Lena se permitió observarlo, tenía unos dientes bonitos, todos estaban en su lugar, ninguno estaba chueco, ni siquiera los de abajo y eran blancos, como los de los comerciales de las pastas dentales.

—¿Estás lista para contarme tus secretos, Lena?

La castaña miró su charola y tomó la mitad de su sándwich, observado el jamón y el queso americano, perfectamente juntos.

—No lo sé, siento que, si te los digo, me aborrecerás, como todos los demás.

—Yo nunca te aborrecería, Lena.

Ella levantó la mirada y no supo que decir, no solía escuchar ese tipo de palabras a menudo y, se sintió bien.

—Te invito a comer, pasaré por ti a las cuatro.

No esperó respuesta alguna de Lena, y se fue. Lena lo observó salir de la cafetería y miró el sándwich en su mano. Cuando entró a clases, mientras caminaba por los pasillos, notó que las chicas de su clase ya habían terminado de poner la fotografía de Jackson a lado de la de Michael, en el pequeño altar de Michael.

Lena se detuvo y observó las fotografías, quería sentirse triste por la muerte de ambos, tenían su edad y se les había arrebatado una larga vida, pero no lo sentía, no podía evitar sentirse libre ahora que ellos no estaban.

—¿Lena?

Ella levantó la cabeza y dio un paso atrás cuando miró a Sam a su lado, estaba tan concentrada en sus pensamientos que ni siquiera lo había sentido acercarse. Sin embargo, Sam ni siquiera notó que ella había retrocedido. El chico agachó la cabeza y miró las flores puestas por los demás alumnos.

—Es muy triste lo que les pasó, ¿no crees? —Lena no le contestó, ¿desde cuándo Sam le dirigía la palabra? ¿Desde cuándo no la insultaba? Sam la miró de nuevo cuando no le contestó. —Te miras bien, me da gusto.

Un extraño escalofrió le recorrió la espalda y solo estaba esperando el momento en que Jordan y Oziel aparecieran detrás de ella. De inmediato miró el pasillo, tratado de escapar, pero antes de que ella diera más de dos pasos, Sam la tomó de la mano, deteniéndola.

—No, espera, Lena —Lena de inmediato miró la mano de Sam sobre la de ella y Sam la soltó de inmediato, al notar lo mucho que su toque la incomodaba. —No huyas, Lena, no voy a lastimarte, yo solo quiero disculparme, por lo que pasó hace unos días.

—¿Qué?

Lena no estaba entendiendo bien, ¿desde cuándo ellos se disculpaban con ella? Al contrario, siempre estaban buscado el modo de escupirle la cara.

Mental DecadenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora