Capítulo 20 Escapar Del Infierno

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Hablaron de cualquier cosa durante las próximas dos horas. Cuando pudieron irse, escucharon la radio y Lena se quedó dormida el resto del viaje. Matt apagó el coche cuando llegaron a su casa.

Eran las dos de la mañana y solo quería dormir. Miró a la chica a su lado y decidió que la cargaría, no quería despertarla. Matt le quitó los tenis cuando la dejó en la cama e intentó meterla entre las cobijas, pero Lena se despertó y lo hizo por él. Él suspiró y también se dejó caer en la cama, quedándose profundamente dormido.

Llegaron veinte minutos tarde al colegio y sabían que corrían con el riesgo de que no los dejaran pasar a clases, pero cuando abrieron la puerta, se dieron cuenta que pasaba de todo, menos una clase de química. Entraron sin hacer ruido y tomaron sus asientos.

Una enfermera explicaba la importancia de usar protección durante el coito; al parecer el aumento de embarazos adolescentes habían aumentado en el último año. No los dejaron ir a la cafetería a almorzar, comieron ahí hasta que el medico entró. Comenzó a hablar sobre el uso importante del condón y como, además de evitar embarazos no deseados, también evitaba una ETS. Incluso hasta los enseñaron a poner un condón con un dildo.

Lena recargó su cabeza sobre la palma de su mano y observó el condón resbalarse con facilidad sobre el falo, hubiera preferido deportes en lugar de eso. Al final les dieron condones a todos y los dejaron ir. Lena miraba los empaques de los condones, eran tan coloridos y bonitos.

—Parecen chicles.

Matt la miró, totalmente distraída viendo los empaques de los condones, como si nunca hubiera visto uno.

—¿Confundirías un condón con un chicle?

—Tal vez, sus empaques son bonitos, ¿también tienen adornos por dentro?

Matt soltó una carcajada y metió la mochila al coche cuando llegaron al estacionamiento. Lena desapartó la mirada de los condones y suspiró.

—No lo creo.

Tomó sus condones y cortó uno de la tira, abrió el empaque con los dientes y desenrolló el condón si ninguna dificultad, mostrando su color natural. Lena puso un puchero en los labios.

—Que estafa.

—¿Quieres que te lleva a tu casa?

—No, caminaré, no tengo mucha prisa por llegar.

Ella se encogió de hombros y se despidió de él con la mano. Comenzó su caminata hasta su casa. Entró por la ventana y suspiró con pesadez. Ordenó un poco y se pasó el resto de la tarde mirando películas en internet.

Comió un sándwich y se durmió temprano. Durante todo el día no vio a Matt, él no había asistido a clases, pero ella no se preocupó demasiado. Cuando regresó a su casa, entró por la puerta principal, su padre no estaba, así que aprovechó para asear un poco. Se fue a su habitación y se tiró en la cama, mañana sería sábado, no haría tarea.

Pasó cerca de dos horas viendo memes, hasta que escuchó a su padre llamarla desde la cocina. Ella dudo en si ir o no, pero al final lo hizo. Asomó su cuerpo con lentitud y la dura mirada de su padre se clavó en ella.

—¿Qué sucede? —Se atrevió a preguntar.

Su padre se puso de pie y abrió uno de los cajones de la cocineta, para después mostrarle la tira de condones que le dieron en la escuela. El miedo la envolvió como una manta cálida y supo que ese, era su fin.

—¿Me puedes explicar porque tienes esto en tu poder?

—Nos los dieron en la escuela.

—¿Te los dieron en la escuela? ¿Crees que soy estúpido?

Mental DecadenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora