Matt
La noticia de que Lena había sido declarada inocente se había corrido como pólvora. Matt estaba feliz, al menos había cumplido su objeto; hacer que Lena quedara libre de toda culpa.
Esa noche durmió bien y se sintió seguro con su juicio, estaba listo para declararse culpable. Se encontró con Roger en los tribunales y se saludaron.
—El juicio de Lena resultó ser todo un éxito.
—Lo sé.
Roger asintió, suponía que ya lo sabía. Se miró un poco los dedos, la seguridad de Matt era intimidante, solo por el hecho de que, esa seguridad no era porque aseguraba su total libertad.
—Matt, ¿estás seguro de que quieres continuar con esto?
—¿Qué?
—Aun puedo defenderte y tal vez pueda lograr algo.
—No, ya hiciste lo que te pedí y es suficiente.
Ambos entraron a la sala y tomaron sus lugares. El juez entró minutos después y su juicio empezó. Pasaron todas las pruebas en su contra. Las huellas en el arma homicida, su ADN en el cuerpo, las huellas de sangre y sus pruebas donde se demostraba que él, si tenía la fuerza para apuñalar a cualquiera.
Roger se puso de pie cuando fue su turno en la defensa y dudó, ¿realmente iba a dejar a ese pobre chico a su suerte? Tensó la mandíbula y comenzó a habla sin parar, no dejaría a Matt en el olvido.
Matt de inmediato lo miró, al darse cuenta de que Roger había roto su promesa, sin embargo, aún faltaba su declaración y esperaba que esta, se la tomaran en serio y que lo condenaran por el asesinato.
Al final de todo, Matt ya se encontraba en la recta final y estaba feliz por ello, todo el juicio había sido horrible, Roger no dejaba de abogar por él, tratando de convencer al jurado de que, él si lo había asesinado, pero fue en defensa propia, ya que el padre de Lena estaba poniendo en peligro la vida de ambos.
Se puso de pie cuando llegó su hora de hablar y suspiró, confiando en su declaración.
—¿Cómo se declara el acusado?
—Culpable.
Hubo murmuros en la sala y, él tomó asiento con conformidad. Roger a su lado se frotó la frente y esperó ansioso el receso de diez minutos, mientras el juzgado tomaba una decisión.
Matt pasó esos diez minutos mirando por una ventana, había pasado en frente del tribual miles de veces y nunca se imaginó parado ahí, así que, solo trató de ignorarlo y pensó en Lena, en todo lo que había pasado con ellos, justo en ese momento cuando ella supo que él era un asesino y como ella, siguió con él sin importarle nada. Supuso que esa era su forma de devolverle el favor; Lena no solo no lo había juzgado, lo había querido sin prejuicio y le había enseñado tantas cosas comunes que el desconocía.
Ahora, él le devolvía su libertad, libertad que nunca tuvo que ser arrebatada.
Al volver al juzgado a escuchar el veredicto, lo sentenciaron como culpable del asesinato en primer grado de Barry Holden. Veinte años en prisión con oportunidad de libertad condicional hasta los diez. Quiso sentirse triste, pero lo único que lamentaba era el hecho de que, no pudo matar al padre de Lena con sus propias manos. Matt fue tomado por los policías, era hora de regresar a la prisión.
Y luego la escuchó, gritando su nombre, mientras corría hacia él.
Su Lena.
Los policías quisieron detenerlo, pero Perry se los negó. Pronto el cuerpo de Lena estaba aferrado al de él y él al de ella. Lena lloraba y él traba de consolarla sobando su espalda.
—Lo siento tanto, Matt.
—No te disculpes, no es tu culpa.
—Pero, Matt...
—Mejor bésame, Lena.
Y así lo hizo, se besaron sin importar que las personas en la sala los miraban, pensado en lo loca que estaba Lena por estar enamorada del chico que asesinó a su padre.
Ambos se separaron y se miraron a los ojos.
—Te encontraré e iré por ti, lo prometo.
—¿Por qué haces esto, Matt?
—¿Quieres que te lo repita?
Matt comenzó a ser llevado por los policías y lo esposaron. Él le sonrió por última vez y se dejó hacer. Las lágrimas de Lena salieron e intentó ir tras él, pero la detuvieron.
—Matt. —Lo llamó, pero él no volteó, no quería verla destrozada, no lo soportaría, no podía quebrarse ahora que había llegado tan lejos. —¡Matt!
Él apretó la mandíbula y salió de la sala. Se mantuvo sereno hasta que lo metieron a la patrulla. Su cuerpo se aflojó y sus lágrimas salieron. Perry a su lado, solo le sobó la espalda, compartiendo el dolor de su amigo; Matt no solo acaba de perder su libertad, sino que también a la chica de la cual estaba enamorado.
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Mental Decadencia
Fiksi RemajaLena solía odiar todo aquello que tenía en la vida; su casa, la escuela, el pueblo, pero sobre todo a ella misma. Boulder Colorado no le brindaba la seguridad que ella necesitaba, sólo había una razón por la cual ella seguía andando y esa razón llev...