Capítulo 26 Tonto

4 3 0
                                    

Matt

Él movía el pie con desespero y cerró los ojos, repasando por milésima vez todo lo sucedido ese día. Si no hubiera dejado a Lena sola, ahora estuvieran en casa, viendo la televisión o haciendo cualquier otra cosa. La puerta se abrió y Matt abrió los ojos, el sujeto se sentó en frente de él y levantó una ceja.

—Tú no eres Mitman.

—Soy el detective Peyton.

—Jum, ya veo.

El detective puso una bolsa de papel en la mesa y sacó la hamburguesa, la puso en la mesa y Matt la miró.

—Cómela, es tuya.

—¿Le dieron una a Lena?

—Te importa mucho Lena, ¿no?

—Bueno, uno no folla sin que nazcan sentimientos.

Matt tomó la hamburguesa y le dio una mordida, se moría de hambre. El detective Peyton no apartaba sus ojos de él, pero a Matt no le importó, ya estaba acostumbrado a esa clase de miradas.

—Si te soy sincero, no sé a cuál de los dos creerle.

—Entonces eres tonto.

—¿Eso crees?

—Tiene mi confesión, por Dios, hasta un idiota se da cuenta de que Lena no está bien —Dijo con la boca llena.

El detective comenzó a mover los dedos sobre la mesa, creando un sonido fastidioso

—Mmm, hablas como si tus palabras no trajeran problemas, ¿no quieres un abogado?

—No, no me interesa, ya me declaré culpable, no hay nada que defender.

El detective Peyton se recargó en la mesa, lanzándole una mirada fría a Matt. Él levantó la ceja, y quiso reírse, eso no lo iba a asustar, no era un chico miedoso al cual podría sacarle la verdad solo con una mirada severa.

—Lena nos dijo que se lastimó la muñeca al apuñalar a su padre.

—No, su padre le lastimó la muñeca, la tomó con demasiada fuerza, la tiró a la mesa y ella intentó correr.

—¿Cómo sabes eso?

—Porque ella me lo dijo —Dijo Matt con obviedad, empezaba a dudar sobre el sistema policiaco, sus preguntas eran muy estúpidas. En verdad era tonto.

—¿Tú llamaste a la policía?

—No, le pedí a una de sus vecinas que lo hiciera.

—¿Por qué? ¿sabías lo que iba a pasar?

—No lo planeé, si es lo que quiere saber. Se lo pedí porque sabía que el padre de Lena estaba loco, y que no dudaría en lastimarla. Imagine la atinada que le di cuando lo vi estrangulándola.

El detective se quedó callado durante unos segundos y dejó de mover sus dedos molestos, lo cual, Matt agradeció en silencio.

—Vi las marcas en su cuello, aunque ella no fue muy cooperativa a la hora de tomar las evidencias. Tuvieron que usar la fuerza.

Matt dejó de masticar, estuvo a punto de levantarse de la silla y gritarle que no se atrevieran a ponerle un dedo más encima, sino se las pagarían. Pero se contuvo y actuó como si nada.

—Sí, no le gusta que la gente extraña la toque, demás, no tiene muy buenas experiencias al respecto.

Matt no dijo nada más y el detective Peyton tampoco. Lo llevaron después a una celda fría que tenía como cama una barra de concreto, sería su habitación Deluxe por un tiempo. Recargó la frente en los barrotes, lo único que deseaba en ese momento era ver a Lena, no le interesaba si no le daban comida dentro de una semana, incluso que lo mantuvieran sentado en esa sala de interrogatorios todo el día, solo quería verla y asegurarle que todo saldría bien.

Mental DecadenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora