A C A R Í C I A M E [#1] ✔

|| C A P Í T U L O 26 ||

Todo Empezó Con Una Simple Caricia

Lionel Richie & Diana Ross - My Endless Love

—Victoria... aunque no llore, me duele; aunque no te hable, te pienso; aunque no te busque, te extraño; y aunque no te lo diga, te amo — mi voz tiembla mientras las lágrimas caen sin detenerse.

Es la primera vez que me veo tan expuesto, y al mirarla, veo la forma en que mi dolor y mis sentimientos la afectan. Es extraño y, a la vez, increíblemente liberador mostrarme tan vulnerable frente a ella. Cada palabra que digo parece como un pedazo de mi corazón desmoronándose, pero también siento un alivio profundo al compartir mi verdad más íntima.

Veo su rostro, y su expresión refleja una mezcla de sorpresa, dolor y una profundidad de amor que me hace sentir aún más humano. Siento que mi pecho está a punto de estallar por la intensidad de todo lo que siento. Mi mirada baja, incapaz de mantener el contacto, mientras mis lágrimas siguen cayendo, cada una cargada con todas las emociones que he guardado durante tanto tiempo.

Cuando levanta la mirada, mis ojos encuentran los suyos, y en ellos veo una chispa de esperanza. Su respuesta, un simple "sí", resuena en mi corazón con una claridad que es casi dolorosa. Es como si el peso del mundo se hubiera levantado de mis hombros, y todo lo que antes parecía incierto se vuelve de repente claro y tangible.

Me acerco a ella, y cuando la envuelvo en mis brazos, siento una calidez y una conexión que no había experimentado antes. Su cuerpo se acurruca contra el mío, y en ese momento, el mundo exterior desaparece. Todo lo que importa es el latido sincronizado de nuestros corazones, el abrazo que nos envuelve y la promesa no dicha de que estamos aquí el uno para el otro, pase lo que pase.

Sus palabras, su simple aceptación, me llenan de una determinación renovada. Sé que no será fácil, que habrá desafíos y momentos difíciles, pero el saber que estamos dispuestos a enfrentarlos juntos hace que todo el dolor y las dudas valgan la pena. Mientras acaricio su cabello, siento un compromiso profundo de hacer todo lo posible para que nuestra relación funcione, para demostrarle que lo que siento por ella es real y duradero.

El silencio entre nosotros no es incómodo; es lleno de significado, de un entendimiento profundo de que hemos encontrado algo valioso. El tiempo parece detenerse mientras nos mantenemos en este abrazo, y la noche oscura con sus estrellas parece ser el telón de fondo perfecto para nuestro nuevo comienzo.

—Prometo que voy a esforzarme en hacerlo bien, Victoria — susurro en su oído, mi voz llena de una sincera determinación.

Siento que, en este momento, todo lo que hemos pasado ha sido un preludio a este instante de verdad y compromiso. El futuro parece lleno de posibilidades y desafíos, pero estoy listo para enfrentar todo eso junto a ella. Estamos listos para escribir nuestro propio capítulo, uno que sea significativo y lleno de amor, con cada gesto, cada palabra, y cada acción que tomemos.

En el abrazo que compartimos, el tiempo parece haberse detenido y el mundo exterior se desvanece. Siento cómo el calor de su cuerpo y el latido acelerado de su corazón se sincronizan con los míos. La intensidad del momento me envuelve por completo, y después de un largo silencio lleno de significado, decido romper la quietud con una chispa de emoción en mis ojos.

—Tengo una sorpresa para ti —digo, dejando que una sonrisa mezcla de ternura y complicidad se dibuje en mi rostro.

La curiosidad y la emoción en sus ojos son palpables. Siento cómo mi propio corazón late con más fuerza, ansioso por ver su reacción.

—¿Qué sorpresa? —pregunta, su voz temblando ligeramente con anticipación.

—Vamos —respondo, tomando su mano con una firmeza suave, pero cargada de promesas. —Te lo enseñaré.