Protección silenciosa.
Hoobastank - The Reason
Aristeo.
—Tú y yo tenemos algo de qué hablar después —le susurré al oído, mi voz grave y cargada de deseo.
Ella no respondió, solo levantó el dedo medio con una sonrisa burlona. Esa actitud era tan típica de ella. No pude evitar morderme el labio, esbozando una sonrisa maliciosa. Oh, querida Victoria, más te vale cuidarte... La última vez que estuve celoso, la follé tan duro... Aunque claro, estábamos muy borrachos. Fue el mejor momento de mi vida, y recordarlo ahora me hace morderme el labio otra vez, olvidando por completo que Eros y Joanna me estaban mirando con expresiones confusas.
—¿Qué? —pregunté, serio, mientras los miraba fijamente.
—Nada, solo que es raro verte parado en medio del pasillo mordiéndote el labio. Muy normal, ¿eh? —bromeó Eros, burlón.
—Imbécil —murmuré, apenas lo suficiente para que me escuchara.
—¡Oye!
—Era para que escucharas —respondí con arrogancia, recordando cuando Victoria me dijo lo mismo en una ocasión similar.
Eros ignoró mi comentario y siguió platicando con Joanna. Mejor así, no tengo ganas de pelear con él ahora. Necesito concentrarme en no llegar tarde a mi clase de inglés. He tomado clases desde los seis años, y no es por presumir, pero después de trece años de práctica, mi pronunciación y fluidez son impecables.
Subí corriendo las escaleras hacia mi habitación y me metí al baño. Me quité la ropa rápidamente y me di una ducha veloz. Salí con la toalla atada a la cintura y me dirigí al armario. Saqué unos jeans desgastados, una camiseta negra, mis botas y mi chaqueta de cuero. Todo negro, lo sé. Parezco listo para un funeral, pero esta es mi forma de vestir, casi a diario. Me puse mi cadena, la que nunca me falta, y me miré en el espejo, satisfecho con lo que veía.
Tomé mi mochila y el teléfono y bajé las escaleras. Al pasar junto a Eros y Joanna, los vi demasiado juntos para solo haberse conocido hoy. Algo dentro de mí se inquietó.
"Creo que lo mismo pasó contigo y Victoria," pensé.
"Es diferente lo de Victoria y yo," me respondí a mí mismo. "Ella es la razón por la cual estoy cambiando mi forma de ser... mi gomita de mango."
"Qué cursi te volviste, Aristeo Mendoza," me dije, sonriendo de lado. "Victoria está logrando descongelar tu frío corazón."
Me despedí de Eros y Joanna, y subí al auto. Aunque Eros a veces me saque de quicio, lo quiero como a un hermano. Pocas personas saben que voy a clases particulares de inglés. Eros seguro ya se lo habrá contado a Joanna, pero no me importa. Me gusta mantener ciertas cosas en secreto.
Puse mi mochila en el asiento del copiloto y arranqué el auto. El tráfico no ayudaba y estaba llegando tarde. Encendí la radio para distraerme, y una canción empezó a sonar. Una frase en particular se quedó atrapada en mi mente: "And the reason is you." Por fin, el semáforo cambió a verde y pisé el acelerador. Llegué al estacionamiento del edificio y corrí escaleras arriba, de dos en dos, hasta el tercer piso. Entré sin previo aviso.
—Aristeo, you're late —dijo la maestra. Su cabello ahora era rojo; le quedaba bien, aunque algo extravagante. La regla en este salón era hablar solo en inglés.
—Excuse me, teacher. I was a little late, it won't happen again —dije con perfecta pronunciación, sintiéndome orgulloso de mi fluidez.
—No problem, Aristeo. Don't let it happen again. You can come in.
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A C A R Í C I A M E [#1] ✔
RomanceUna simple caricia los unió para toda la vida, el corazón no se equivoca cuando eliges al amor de tu vida y en esta historia no será la excepción. Victoria y Aristeo tendrán que aclarar sus sentimientos y saber que es lo que en realidad quieren para...