|| C A P Í T U L O 23 ||

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Es mi prima, no la tuya

Lana Del Rey - Groupie Love ft. A$AP Rocky

Joanna.

Las últimas semanas en la casa de mi tía y Carlos han sido como ver una novela en vivo, llena de secretos, miradas furtivas y emociones desbordantes. Desde el primer momento en que puse un pie en esta casa, me di cuenta de que aquí había más de lo que aparentaba. Los murmullos en las esquinas, las miradas intensas y la tensión en el aire se volvían evidentes. Observando de lejos a Victoria y Aristeo, mi intuición me decía que entre ellos había algo más que un simple vínculo de hermanastros.

La primera vez que los vi juntos, sentados en la sala, con las cabezas inclinadas hacia el otro como si compartieran un secreto, fue como un destello revelador. La manera en que sus manos se rozaban ligeramente, como por accidente, delataba la química que se cocía entre ellos. Y ni hablar de la mirada asesina que Victoria me lanzó cuando crucé mis primeras palabras con Aristeo. Una advertencia silenciosa: "No te acerques." Desde entonces, supe que Victoria no solo estaba jugando con fuego; estaba en llamas.

Ahora entiendo por qué está tan obsesionada con él. Aristeo tiene una presencia abrumadora, una mezcla de misterio y sensualidad que es difícil de ignorar. Si fuera yo, quizás estaría igual de obsesionada. Pero, claro, esa no es mi historia, sino la suya. Yo solo soy la prima, una observadora curiosa en medio de su mundo turbulento.

Aunque, si soy sincera, la historia no es solo sobre ellos. El día que llegué aquí conocí a alguien más que cambió el rumbo de mis días en Puerto Azul. Eros Mendoza. Dios, la primera vez que lo vi me quedé sin aliento. ¿Cómo no hacerlo? Con ese cabello castaño despeinado y esos ojos azulados llenos de destellos grises que hipnotizan. Al principio, no sabía que era primo de Aristeo. Ahora que lo sé, no me sorprende. Tienen un aire de familia, esa misma intensidad, pero Eros tiene una dulzura que Aristeo no muestra fácilmente.

Creo que fue amor a primera vista... o quizás atracción, algo irracional, incontrolable. Desde ese día, Eros y yo no hemos dejado de hablar. Pasamos cada momento juntos, coqueteando, riendo, explorando esta chispa que hay entre nosotros. Él es dulce, detallista y, a la vez, increíblemente atrevido. Hemos estado a punto de cruzar la línea muchas veces, pero todavía no hemos tenido sexo. No sé por cuánto tiempo podremos seguir conteniéndonos, porque cada beso, cada caricia, se siente como un incendio que está a punto de salirse de control.

En medio de todo esto, Victoria ha pasado a un segundo plano, lo que me hace sentir un poco culpable. Ella es mi prima, y sé que me necesita, sobre todo ahora que Aristeo está fuera, visitando a su madre durante el fin de semana. Desde que él se fue esta mañana, Victoria ha estado en un estado de tristeza palpable. La casa, normalmente llena de su energía arrolladora, ahora parece opaca, casi vacía.

—¿En qué piensas tanto? —la voz de Eros interrumpe mis pensamientos y me devuelve a la realidad.

—Nada... bueno, en todo —respondo, encogiéndome de hombros mientras jugueteo con mi cabello—. Estaba pensando que he pasado muy poco tiempo con Victoria desde que llegué. Y ahora que Aristeo no está, quiero aprovechar para pasar tiempo con ella.

Eros me observa con esos ojos que parecen poder leerme el alma. Hace una pausa antes de responder, como si estuviera sopesando sus palabras.

—Tienes razón, siempre estás conmigo y, a veces, ignoras a la pobre de mi prima...

—¿Perdón? —lo interrumpo, lanzándole una mirada pícara—. Es mi prima, no la tuya.

A C A R Í C I A M E [#1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora