|| C A P Í T U L O 21 ||

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Entre el Fuego del Deseo y el Hielo del Orgullo.

Belgium To Bordeaux - Canteen

Victoria.

En el camino, Aristeo no paro de hablarme en el oído y yo estremecerme por completo, Eros y Joanna no se daban cuenta de lo que pasaba allá atrás, de repente el ambiente se empezó a calentar y Aristeo acariciando mis muslos.

—Nunca te lo había dicho, pero tienes unos lindos muslos — susurro mordiendo el lóbulo de mi oído e hizo que relamiera mis labios y tragara grueso.

—Y eso que los has visto miles de veces y encima de ti.

Aristeo relame sus labios, como me gustaría devorarlos en estos momentos, contrólate Victoria, no es el momento, pero si los necesito besar, aunque lo he hecho miles de veces nunca dejaría de besarlos, su sabor único a menta y chocolate, ¿irónico no?

Me estoy metiendo en la boca del lobo, una vez jugué con fuego y me quemé, pero, ¿les cuento un secreto?, me gusto arder en el. Es inevitable, lo necesito en mi pero ya, el obstáculo, Eros y Joanna. Las caricias empezaron a subir de nivel y Aristeo ya estaba acariciando mi intimidad he hizo que reprimiera un gemido, empezó a acelerar el movimiento de sus dedos, mientras yo mordía mis labios para evitar gemir del placer que me esta dando en estos momentos. Mis labios ya estaba hinchados de tanto que los mordía, sentía que mi orgasmo se acercaba y Aristeo paro en seco.

—No dejaré que te vengas, aún no—, susurró Aristeo con una sonrisa maliciosa en sus labios. Su voz ronca retumbó en mis oídos y me dejó toda alborotada. Lo miro, completamente aturdida y frustrada. Esto no se va a quedar así; Aristeo Mendoza, me las vas a pagar muy caro.

¿Por qué se detuvo? La furia comienza a arder en mi interior, como un fuego que no puedo apagar. Siento mis mejillas enrojecerse mientras me muerdo el labio inferior, luchando por mantener la compostura. "La venganza es un plato que se sirve frío", pienso mientras observo cómo su sonrisa no hace más que crecer. Oh, querido idiota, no tienes idea de lo que se te viene encima.

Me lanza una mirada que me hace sentir pequeña, desarmada, pero no lo dejaré ganar. Recojo mi cabello hacia atrás y le devuelvo una sonrisa provocativa. Sus ojos se oscurecen un poco al ver mi gesto. "No tendrás esa sonrisa por mucho tiempo, querido", pienso mientras mantengo la mirada fija en él. En mi mente, su cara esculpida por los mismísimos dioses griegos se convierte en un blanco perfecto para mi venganza. Tal vez estoy pensando demasiado, pero, ¿qué puedo decir? Esta es la realidad. Yo, la chica segura de sí misma, nunca pensé que terminaría así: enganchada con el frío, egocéntrico y malditamente sexy Aristeo Mendoza.

El trayecto hacia el karaoke transcurre en un silencio incómodo. Cada segundo que pasa, mi mente se llena de ideas, estrategias para mi pequeña revancha. Al llegar, Eros estaciona el coche y todos bajamos. El lugar es más colorido de lo que imaginaba, luces parpadeantes en todas partes y un escenario pequeño en el fondo. "Un karaoke, claro, qué más iba a ser", me digo a mí misma mientras ruedo los ojos.

Entramos y vamos hacia una mesa donde ya están algunos de nuestros amigos, incluyendo a Aarón. Me percato de cómo Aristeo frunce el ceño al verlo, y una chispa de malicia se enciende en mi interior. Perfecto. Mi oportunidad acaba de llegar. Me siento junto a Aarón y veo cómo Aristeo me lanza miradas cargadas de furia desde el otro lado de la mesa. No puedo evitar sonreír.

La noche transcurre en un mar de risas y canciones desafinadas. Valentina canta "Mío" de Paulina Rubio, muy noventera y todo, pero la interpreta con tal pasión que nos hace a todos gritar el coro como si realmente lo sintiéramos. Mientras tanto, mantengo mi distancia con Aristeo. Puedo sentir su mirada fija en mí, cargada de preguntas, de rabia contenida. Se acerca a mí en un par de ocasiones, pero me las ingenio para evadirlo, fingiendo estar ocupada charlando con los demás. Al principio, parece que no le importa demasiado; después de todo, hay una chica de la preparatoria que está más que feliz de ocupar su tiempo. La veo reír con él y siento cómo la rabia se mezcla con el alcohol en mis venas.

A C A R Í C I A M E [#1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora