Fourteen

316 55 15
                                    

UNA VEZ que JunMyeon se hubo asegurado de que no quedaban marcas de los moretones de jisoo, volvió a trabajar.

—No se preocupe, señor JunMyeon. —lo tranquilizó la persona que trabajaba en la guardería en la que finalmente había inscrito a jisoo cuando la dejó allí llorando—. Cuando se marche se tranquilizará. Todos lo hacen.

JunMyeon no sabía qué hacer. Jisoo estaba enrojecida de tanto llorar y gemía cada vez más.

—Tal vez deba llamar al trabajo y decirles que no puedo ir. —oferto JunMyeon incapaz de soportar verla llorar un minuto más.

—Pues claro que no debe hacer eso. —dijo la mujer de la guardería—. Ella estará bien. Mientras usted se marcha, la voy a llevar a ver los juguetes. Aunque estoy segura de que no tiene nada de qué preocuparse, llame cuando quiera. Vamos jisoo querida. —le dijo a la niña con una sonrisa—. Vamos a ver los ositos de peluche.

La biblioteca estaba a sólo unas manzanas de distancia. Le gustaba su trabajo, pero, como era natural, quería más a su sobrina y, si tuviera que hacerlo, dejaría su trabajo para cuidar él mismo de jisoo y aceptaría la asignación que le ofrecía SeHun.

—Hola, JunMyeon. —lo saludó Kyungsoo, otro de los bibliotecarios, cuando llegó al trabajo—. Eh, ¿dónde has estado los últimos días? Xiumin dijo que llamaste para decir que estabas mal de salud ¿Estás ya bien?

—Estoy bien, sólo un poco cansado. —explico JunMyeon con desgano puesto que no le gustaba mentirle a su amigo—. Ha sido una mala semana.

—No me digas que tu hermano gemelo te ha estado causando problemas otra vez. —dijo Kyungsoo—. No entiendo por qué no le dices que deje de fastidiarte. ¡Se aprovecha tanto de ti JunMyeon! —frunció la boca y le acercó a JunMyeon una revista de cotilleos—. Supongo que ya la habrás visto.

En aquella revista había una fotografía de su hermano SuHo, en la puerta de uno de los hoteles más conocidos de Seúl, abrazando a dos futbolistas de dudosa reputación. Según insinuaba el titular, el anterior viernes por la noche, SuHo y sus escoltas habían disfrutado de una ruidosa noche de borrachera.

—Oh, Dios mío... —jadeo alarmado JunMyeon y cerró la revista rezando porque SeHun no se haya enterado de eso—. Ahora mismo esto es lo último que necesito. —añadió. 

—¿Estás bien? —Kyungsoo lo miró preocupado.

—Te tengo que contar una cosa Kyungsoo ya no puedo callarlo, pero me tienes que prometer que no se lo vas a decir a nadie. —dijo JunMyeon, mirando a los ojos color avellana de su amigo.

—Soy como una tumba ya me conoces. —dijo Kyungsoo llevándose un dedo a los labios.

—A partir de ahora, te tienes que referir a mí como a una persona con hijos ya. —anunció JunMyeon nervioso.

—¡Oh, Dios mío! ¿Estás embarazado? —preguntó Kyungsoo, con los ojos saliéndosele de las órbitas.

—Pues claro que no. Pero ahora estoy actuando como si fuese el otro padre de jisoo. —confeso JunMyeon.

La cara de Kyungsoo expresaba el horror que sintió cuando JunMyeon le contó todo lo que había pasado.

—¿Estás completamente loco JunMyeon? —dijo Kyungsoo—. ¿En qué estás pensando? ¡Este tal oh SeHun te va comer viva cuando se entere de la verdad! ¡Incluso podrías ir a la cárcel!

—¿Qué otra cosa puedo hacer? —preguntó JunMyeon ofuscado—. Jisoo me necesita. SuHo la iba a dar en adopción, pero de esta manera puedo quedármela y puedo darle el amor que necesita. Sólo tengo que pagar un pequeño precio.

—¿Pequeño? —Kyungsoo se quedó boquiabierto—. ¿Qué es lo que sabes de ese tipo?

—Sé que adora a jisoo y que ella lo adora a él. —dijo JunMyeon sin poder evitar una pequeña sonrisa.

—¿Y qué pasa contigo? —Kyungsoo lo miró, queriendo saber más—. ¿Qué siente él por ti? ¿También te adora a ti?

—No. —contestó JunMyeon bajando la mirada.

—Creo que estoy empezando a entender qué pasa JunMyeon. —dijo Kyungsoo  observandolo con recelo—. Estás enamorado de él, ¿no es así?

—¿Cómo podría estar enamorado de él? —de nuevo, JunMyeon apartó su mirada—. Casi no lo conozco.

—Debes sentir algo por él, porque conociéndote como te conozco, nunca accederías a casarte con alguien al que al menos no respetaras y admiraras. —enfatizo Kyungsoo.

Por un momento, JunMyeon pensó en ello. Sí, en realidad respetaba a SeHun. De hecho, si las circunstancias fuesen distintas, SeHun pertenecía a la clase de hombre que JunMyeon podría amar. Tenía cualidades que JunMyeon no podía evitar admirar. Era fiel y protector.

—Vamos JunMyeon. —siguió diciendo Kyungsoo—. Lo puedo ver en tus ojos. Ya estás casi totalmente enamorado.

—Estás imaginando cosas. —defendió JunMyeon desviando la mirada.

—Tal vez, pero yo en tu lugar tendría cuidado. —le advirtió Kyungsoo—. No eres un doncel de vida alegre y escasa moral como tu hermano. Si no tienes cuidado, te vas a hacer mucho daño.

—Yo sé lo que estoy haciendo. —dijo JunMyeon a la defensiva—. De todas maneras, no tengo otra opción. Quiero a jisoo y haría lo que fuese para protegerla.

—Parece que tú y ese futuro marido que vas a tener tenéis mucho en común, ¿no crees? —reflexionó Kyungsoo—. Los dos quieren la misma cosa y están dispuestos a llegar muy lejos para conseguirlo.

JunMyeon no respondió y empezó a pensar que quizá había sido un error contarle la verdad a su amigo.

******* 

cap nuevo, cortito pero ya saben este sera asi caps cortos y seran rapidos

No soy ÉL -SEHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora