No soy ÉL -SEHO

Twenty six

JunMyeon tuvo que reprimir las lágrimas. Colocó a la niña en el regazo del anciano y se apartó, dándose cuenta de que SeHun estaba mirándolo.

—Se parece tanto a Yifan. y a tu madre. —dijo Taibo en chino, con la voz ronca por la emoción.

—Sí. —admitió SeHun con una sonrisa tímida.

—Por una vez en tu vida has hecho lo correcto, SeHun. —continuó diciendo el anciano en chino—. Sé que no quieres estar atado a un doncel como ése, pero pronto terminará. Ya he buscado asesoramiento legal. Cuando llegue el momento, no vas a tener ningún problema para quitarle la niña. De saber sabido que jisoo sería la única nieta no habría dejo que Yifan fue así, pero va a cambiar y la niña se quedara con nosotros.

A JunMyeon le fue difícil aparentar que no comprendía el idioma y no enterarse de los verdaderos planes de SeHun y su padre. El enfado le recorría todo el cuerpo.

—¿Crees que entiende algo de lo que estamos hablando? —preguntó Taibo, con una mueca de desdén, ya que SeHun parecía incómodo con la conversación—. Entonces es que eres tan tonto, SeHun. Yifan me dijo que es un muerto de hambre inculto con la cabeza vacía. ¿No me digas que tienes dudas sobre ello? ¿Qué es lo que te ha hecho? ¿Se ha metido en tu cama? —recrimino el viejo con desdén hacia su hijo.

—Yifan decía muchas cosas de SuHo, pero nunca era tan despectivo padre. —defendió SeHun a JunMyeon, recordando también las palabras de Yifan, si en ocasiones e expresaba mal pero generalmente eran después de hablar con su padre y aunque quisiera negarlo SeHun sabia que el tono de esas palabras eran fingidas. Yifan verdaderamente parecía no querer decirlas, pero las decía.

Cuando por su parte JunMyeon, que simulaba disfrutar de las vistas desde la ventana, se dio la vuelta, vio cómo a SeHun se le enrojecían las mejillas.

—Eso no me importa Yifan esta muerte así que ¡No te olvides de lo que ese mocoso ha hecho! —prosiguió Taibo acaloradamente.

—No lo he olvidado. —dijo SeHun, tomando a jisoo en brazos—. Es hora de que jisoo se vaya a la cama. Te dejaremos que descanses antes de la cena. —SeHun miró de nuevo a JunMyeon y le dijo en coreano—. Vamos JunMyeon, tenemos que acostar a jisoo y cambiarnos para la cena.

—Ha sido un placer conocerlo, Shunú Wu. —dijo JunMyeon sonriendo a Taibo educadamente y tendiéndole de nuevo la mano, que de nuevo rechazó el anciano con desprecio e ira.

—¿Papá? —SeHun le frunció el ceño a su padre, forzándole a ser educado.

—Gracias por permitir que mi nieta viniese a visitarme. No me queda mucho tiempo. Ella es todo lo que nos queda de Yifan. —le dijo Taibo a JunMyeon, tomando levemente su mano.

—Sí, siento mucho todo lo que tiene que haber sufrido. —dijo JunMyeon con sinceridad, pero se arrepintió al momento al ver la expresión del señor.

—Usted no sabe nada de lo que yo he sufrido. Nada. —gruño Taibo, apartándose de JunMyeon.

SeHun agarró a JunMyeon por el brazo y se lo llevó.

—Disculpa el comportamiento de mi padre. —le dijo SeHun a JunMyeon mientras se dirigían hacia la inmensa escalera que llevaba a los pisos de arriba—. Todavía está llorando la pérdida de mi hermano. —dudó un momento antes de seguir hablando—. Creo que no tengo que decirte que mi hermano era su favorito.

—Está bien, SeHun. Lo entiendo. Ha sido una época terrible para todos vosotros. — dijo JunMyeon, parándose a mirarlo.

—A veces, me pregunto lo que habría pensado mi madre de ti. —dijo SeHun con una extraña y triste sonrisa.