No soy ÉL -SEHO

Five

JunMyeon recordó se había puesto furioso cuando su SuHo le comentó que Yifan no había querido ver a la niña y JunMyeon se preguntó si aquélla sería la razón por la cual SuHo no había querido a la niña. Durante su embarazo, SuHo había tenido muchas esperanzas en que Yifan se enamorara de la niña cuando la viera y eso habría ayudado para que le propusiera matrimonio. Cuando se negó a hacerse la prueba de paternidad para saber si era su hija o no, SuHo cayó en una depresión a la que siguió su actitud insensata y liberal.

—No. —repitió JunMyeon con amargura, por el dolor que sabía que SuHo resguardaba en su corazón y para calmarlo optaba por esa actitud tan desenfrenada—. Supongo que estuvo muy ocupado preparando su boda. —añadió con rencor.

En un determinado momento, a JunMyeon le resultó difícil sostener la mirada de SeHun, por la manera en que lo estaba engañando, y se dio cuenta del juego tan peligroso al que estaba jugando. JunMyeon no sabía si habría alguna ley contra la suplantación de personalidad, pero si Oh SeHun lo descubría, estaba seguro de que se lo haría pagar muy caro.

—Señor JunMyeon. —repuso SeHun con algo de calma.

Y la profunda voz de SeHun atrajo la mirada de JunMyeon nuevamente.

—¿S... sí? —JunMyeon se humedeció los labios, intuyendo que SeHun seguiría con las mismas intenciones.

—Quiero ver a mi sobrina regularmente y supongo que sabrá que, si se niega, lo conseguiré legalmente. —amenazo nuevamente SeHun.

—Soy su madre. —dijo JunMyeon furioso—. Ningún tribunal de corea me quitaría la custodia.

—¿Cree que no? ¿Y si les cuento la aventura amorosa que tuvo con un destacado político pocas semanas después de dar a luz a la hija de mi hermano? —ataco SeHun efusivamente.

JunMyeon no sabía absolutamente nada de lo que SeHun estaba diciendo y se preguntó, aterrorizado, de qué habría hecho su hermano en sus momentos de locura.

—Ve, señor JunMyeon, conozco todos sus trapos sucios y los voy a utilizar para conseguir lo que quiero. Sé que chantajeó al pobre tonto cuando éste le dijo que la relación se había acabado. Tuvo suerte de que la prensa no se enterara, pero una sola palabra mía y... —amenazo SeHun, advirtiendo las señales de alarma en la cara de JunMyeon—. Ya sabe lo que sigue.

—¿Qué es exactamente lo que quiere? —gruño JunMyeon, sus palabras salieron como perdigones dirigidos a SeHun.

SeHun esperó un poco antes de contestar. Hasta aquel momento, antes de conocer a jisoo, había pensado en tomar a la niña y llevársela con él, después de darle dinero a la SuHo o JunMyeon. Pero después de ver cómo era de cariñoso JunMyeon con ella, pensó que no sería buena idea apartar a la niña de su madre. Aparte de que JunMyeon tenía la injuriosa carta que le mandó el padre de SeHun, que jugaba en contra de los Oh si el caso llegaba a los tribunales.

Lo que dejaba a SeHun con sólo una vía de acción.

—Quiero reconocer a la hija de mi hermano como mía. —oferto SeHun decididamente.

—¡No puede hacer eso! ¡No le pertenece! ¡Es de... es mía! —exclamo JunMyeon horrorizado.

—Sabe que puedo. —advirtió SeHun con maldad.

—¿Cómo? —cuestiono JunMyeon asustado.

El miedo se apoderó más de JunMyeon cuando sus miradas se encontraron.

—Quiero a esa niña y voy a hacer lo que sea para tenerla, incluso si eso significa que me tengo que atar a usted para conseguirlo. —demando SeHun con firmeza y desprecio en su voz.