SixTeen

275 59 40
                                    

—Te voy a preguntar de nuevo dónde has estado hoy y espero que me digas la verdad JunMyeon. —dijo SeHun, cerrando los puños con más fuerza.

—Fui a la biblioteca. —admitió JunMyeon con sinceridad.

—¿A la biblioteca? —cuestiono SeHun escéptico.

—Sí, es ese lugar tan aburrido lleno de libros, en donde tienes que estar callado todo el tiempo. Pensé que podía ir a ver cómo era, ya sabes, para culturizarme un poco. —contestó JunMyeon con una abierta ironía.

—¿Estuviste allí durante todo el día? —SeHun parecía más escéptico aún.

—Durante bastante tiempo. —contestó JunMyeon—. ¿Y tú que has estado haciendo hoy?

—He estado trabajando. —respondió SeHun rápidamente.

—Oh, ¿de verdad? —JunMyeon lo miró con el mismo escepticismo—. ¿Puedes demostrarlo?

—Yo no tengo que probar nada ante ti. —dijo SeHun frunciendo el ceño.

—Ni yo ante ti. —le dijo JunMyeon con altanería.

—JunMyeon, si me entero de que me estás mintiendo, vas a sentirlo mucho. —amenazo SeHun.

—No tengo que contestarte hasta que no estemos casados. —dijo JunMyeon—. Y ni siquiera entonces voy a aguantar que me mandes como si yo no pudiera pensar por mí mismo. Si has terminado de decir todo lo que querías, creo que te debes marchar.

—Me iré cuando lo crea oportuno. —dijo SeHun, acercándose mucho a JunMyeon.

JunMyeon sintió cómo su corazón se aceleraba, el deseo se apoderó de él al tenerlo tan cerca. SeHun se acercaba más y más y JunMyeon tuvo que apoyar su espalda en la pared.

—Por... por favor, vete SeHun. —suplico JunMyeon entrecortadamente, mirándolo a los labios.

El corazón de JunMyeon dio un vuelco al pensar que aquellos sensuales labios podían besarlo. Sintió el cuerpo de SeHun presionado el suyo y la fuerte potencia de lo que había justo debajo de su cintura.

Los pechos de JunMyeon presionaban el pecho de SeHun, mientras su corazón se aceleraba de nuevo. SeHun le miró la boca y le empezó a acariciar el labio inferior.

Justo cuando JunMyeon pensó que no podía resistirse más, SeHun se apartó rápidamente de él.

—Nos vemos mañana. ¿A qué hora estará bien que me pase? —cuestiono SeHun con voz excitada mientras se alejaba.

—Um... sobre esta hora está bien. Estaré fuera todo el día. —dijo JunMyeon, una vez se hubo repuesto de aquello.

—¿Vas a la biblioteca otra vez? —preguntó SeHun, poniéndole mala cara mientras se dirigía a la puerta.

—Sí. Pensé que tal vez le lea unos libros a jisoo. —explico JunMyeon—. Dicen que es bueno para que desarrollen el lenguaje.

Justo antes de marcharse, SeHun le dirigió a JunMyeon otra de sus inescrutables miradas y éste pensó que Kyungsoo tenía razón; se estaba enamorando de SeHun.

A la mañana siguiente, jisoo lo pasó incluso peor que la mañana anterior cuando JunMyeon se marchó de la guardería. Mientras se dirigía a la puerta, pensó que iba a ponerse a llorar él también.

No se dio cuenta de que SeHun estaba apoyado en su coche, en la puerta de la guardería, hasta que no fue demasiado tarde. El corazón se le iba a salir del pecho.

—S... SeHun... ¿Qué haces aquí? —pregunto JunMyeon palideciendo al instante.

—Yo te podría preguntar exactamente lo mismo, pero ya sé la respuesta. —dijo SeHun mirando la guardería—. ¿Así que aquí es donde te liberas de tus responsabilidades con jisoo? Sin duda, para poder revolcarte durante todo el día con tus amantes.

—No... ¡no! No es así para nada. —se defendió JunMyeon horrorizado.

—Quizá me quieras explicar por qué has decidido que a mi sobrina la cuiden unos extraños. —recrimino SeHun con enojo.

—No son exactamente extraños. —dijo JunMyeon—. Son trabajadores de guardería muy competentes.

—Entonces vamos a ver lo competentes que son. ¿Vamos? —dijo SeHun, agarrando a JunMyeon del brazo.

JunMyeon no tuvo más remedio que seguirlo. No le sería difícil encontrar dónde estaban cuidando a jisoo, ya que su llanto se oía en todo el edificio.

—Ea, ea, jisoo. —le susurraba la mujer de la guardería mientras la abrazaba—. Mami volverá después... no llores... Oh, hola otra vez, señor JunMyeon. —dijo al verlo—. Me temo que su pequeña no está muy tranquila hoy.

JunMyeon tomó a jisoo de los brazos de la mujer y ésta dejó de llorar.

—Está bien. —dijo JunMyeon—. No creo que la vaya a dejar hoy.

—Si quiere, lo podemos intentar mañana. —sugirió la mujer—. Como ya le dije, muchos bebés encuentran difícil separarse de su madre al principio, pero luego se acostumbran.

—El señor JunMyeon no va a necesitar sus servicios nunca más. —anunció SeHun en un tono cortante—. Hemos acordado otra cosa.

—Éste es mi... novio, Oh SeHun. —añadió rápidamente JunMyeon.

—Oh... bueno, entonces... —la mujer sonrió un poco nerviosa.

—Vamos, cara. —dijo SeHun tomando a JunMyeon por el brazo, escoltándolo hasta la puerta.

—No tienes ningún derecho a cancelar mis acuerdos de esta manera SeHun. —le dijo JunMyeon una vez hubieron salido.

—Tus acuerdos estaban poniendo en riesgo a mi sobrina. Mírala. Obviamente ha estado llorando histéricamente, está cansada y con fiebre. —recrimino SeHun, tomando a su sobrina en brazos—. No puedo creer que hayas sido tan insensible como para dejar a un bebé claramente angustiado con unos completos extraños.

—Oh, ¡por el amor de Dios! —JunMyeon soltó aire frustrado—. Baja al mundo real, Oh SeHun. En todo el mundo hay madres y padres que dejan a sus hijos en guarderías. Tienen que hacerlo para poder ir a trabajar.

—Pero tú no trabajas, así que no es necesario que lo hagas. —dijo SeHun, colocando a jisoo en su asiento del coche.

—¿Cómo sabías que yo estaba ahí? —preguntó JunMyeon ignorando la ofensa—. ¿Me estabas siguiendo?

—Por lo que vi en aquella revista, decidí que era hora de echarte un ojo. —admitió SeHun retándolo.

—SeHun... —dijo JunMyeon, tratando de no dejarse intimidar por la dura expresión de SeHun—. No he sido completamente honesto contigo... yo... yo tengo un trabajo.

—¿Qué clase de trabajo? —cuestiono SeHun mirándolo de reojo.

¨**********************

7v7rr, los dejo con esos caps mañana subo los demas y talvez alguna sopresa más, nos vemos 7v7

No soy ÉL -SEHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora