Twenty eight

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Al día siguiente por la mañana temprano, JunMyeon sintió unos fuertes brazos abrazándolo, haciéndolo sentir tan seguro como nunca antes lo había estado.

JunMyeon trató de volver a dormirse, pero le fue imposible, ya que sentía la calidez del cuerpo de SeHun, su firmeza y cómo crecía su excitación sexual. El cuerpo de JunMyeon se excitó también. Sintió el deseo en sus pezones y entre sus piernas.

Cuando SeHun comenzó a acariciarle el cuello y a besarlo, JunMyeon no pudo resistirse.

—Mmm —murmuró SeHun mientras le hacía cosquillas con la boca—. Tienes un sabor maravilloso conejito.

—¿De... de verdad? —JunMyeon se estremeció levemente cuando SeHun introdujo la lengua en su oreja.

—Mmm —la boca de SeHun se acercó a los labios de JunMyeon y los acarició—.

Delicioso.

JunMyeon suspiró de placer cuando SeHun posó la boca en la suya y lo besó de forma diferente a como lo había hecho antes; despacio, sin prisa, pero no menos seductoramente.

SeHun empezó a besarlo más profundamente y pudo sentir cómo su cuerpo pedía más. SeHun lo acercaba más a él, lo acercaba a su potente erección, que latía con pasión.

—Te deseo tanto conejito. —dijo SeHun—. Creo que nunca he deseado a nadie tanto.

Cuando SeHun empezó a subir la mano por su muslo, JunMyeon recordó por qué se encontraba en aquella cama.

—No puedo SeHun. —dijo JunMyeon apartándole la mano—. El periodo, ¿te acuerdas? Yo descargo todo de una vez y puede ser en cualquier momento. —susurro JunMyeon con las mejillas completamente rojas sintiéndose muy avergonzado.

—No consideraba que fueras tan tímido para estas cosas. —dijo SeHun, después de mirar a JunMyeon durante un largo rato—. Es demasiado antiguo ser tan remilgado ante una cosa perfectamente normal como ésa JunMyeon, yo ya te dije que para mí no eres una aberración. —tomo sus manos para besárselos—. Eres maravilloso.

—Lo sé. Lo siento. —susurro JunMyeon disculpándose por todo.

—Últimamente te estás disculpando mucho. —SeHun le dirigió una sonrisa irónica—. Ya que estás en ello, ¿hay algo más de lo que te quieras disculpar?

—¡No! No, claro que no. —JunMyeon apartó su mirada de SeHun.

—Sólo estaba preguntando conejito. —dijo SeHun, apartándole a JunMyeon un mechón de pelo de la boca—. A veces, JunMyeon, pienso que me estás ocultando algo. Algo importante.

—¿Qué te podría estar ocultando? —preguntó JunMyeon, desasosegada.

—No lo sé. He tratado, sin éxito, saber cómo es el verdadero JunMyeon. —anuncio SeHun con una mirada que JunMyeon no supo leer.

—Me es difícil ser como realmente soy a tu lado. —dijo JunMyeon.

—¿Por qué? —preguntó SeHun—. ¿Por mi hermano?

No por el tuyo sino el mío, por mi hermano gemelo, quiso decir JunMyeon, aunque no pudo hacerlo.

—Has estado tan enfadado conmigo todo el tiempo. —dijo en vez de eso JunMyeon—. No estoy acostumbrado a tratar con tanto sentimiento negativo.

—Tienes razón. La muerte de Yifan sumada a la de mi madre me ha golpeado por ambos lados. Hace mucho que no soy yo mismo. —confeso SeHun con tristeza—. Á veces me pregunto si volveré a serlo.

—Sabes que lo entiendo SeHun. —dijo JunMyeon, mirando a SeHun con empatía.

—Sí, supongo que lo entiendes. Tú también lo perdiste y, aunque dices que no lo amabas, al fin y al cabo, era el padre de jisoo y seguro que eso cuenta. —le dio la razón, aunque eso no impidió que los celos afloraran y también se lamentó por ello nunca había sentido tantos celos de Yifan hasta ahora. Asimismo, aún le hacia eco en la cabeza que los sentimientos de Yifan por JunMyeon no eran como los pregonaba y si de verdad hubiera amado a JunMyeon, JunMyeon parecía sincero al decir que no lo había amado. Eso lo llevaba a cuestionarse nuevamente sobre la verdadera naturaleza de JunMyeon.

No soy ÉL -SEHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora