No soy ÉL -SEHO

Epiologo

Se casaron, a la luz de las velas, en el salón elegante que alquilo SeHun, la víspera de Navidad. JunMyeon llevaba un traje blanco muy sencillo y el pelo perfectamente acomodado y SeHun llevaba un traje azul oscuro y había hecho la concesión de ponerse una corbata plateada.

Tanto los pocos amigos de JunMyeon y SeHun estaban ahí, la pequeña jisoo estaba vestida como toda una princesa y era cuidada por Yuqui. A JunMyeon se lo veía como un novio radiante de felicidad. Había visto cumplidos todos sus sueños. Eso era todo lo había querido siempre. No necesitaba más. Tras pronunciarse los votos, Kyungsoo y kai se pusieron a repartir copas de champán entre los invitados.

Aprovechando un momento de distracción de los asistentes, SeHun tomo a JunMyeon de la mano y se lo llevó hacia las puertas francesas que daban a la terraza.

JunMyeon lo miró a los ojos con una sonrisa especial.

—Hace frío ahí afuera. ¿Cómo piensa calentarme, señor SeHun? —ronroeo JunMyeon con voz melosa.

SeHun lo sacó a la terraza y lo envolvió con sus brazos.

—Se me ocurren varias maneras, señor Oh. —respondió SeHun riendo.

JunMyeon se acurrucó contra su pecho.

—Creo que me van a gustar todas. —susurró JunMyeon—. ¿Te he dicho hoy lo mucho que te amo?

SeHun sintió una oleada de deseo. Pero ya habría tiempo para eso. Mucho tiempo.

—Este anillo que has aceptado llevar hoy me da prueba de tu amor. — dijo él, tomándole la mano y besando el dedo donde llevaba el anillo de platino de la boda.

—Este anillo que has aceptado llevar hoy me da prueba de tu amor. —repitió JunMyeon con una sonrisa, besando a su vez el anillo de SeHun, y luego, volviendo a descansar la cabeza sobre su pecho, le susurró al oído—: Me estaba preguntando cuándo podremos escaparnos de aquí sin que parezca una falta de educación. —le susurró al oído.

SeHun sonrió suavemente. Su esposo iba a rejuvenecerlo o a matarle de placer. Se quitó la chaqueta y se lo puso a JunMyeon por los hombros, no sin antes sacar una pequeña caja cuadrada del bolsillo de la solapa.

—Quería darte esto. —enseño SeHun.

—SeHun yo no te he traído mi regalo. Lo he dejado en casa. —puchereo JunMyeon—. Creo que deberías esperar hasta poder abrirlos juntos.

—En realidad, es un regalo para mí. —dijo SeHun negando con la cabeza—. Ábrelo ahora conejito.

JunMyeon deshizo el lazo de la cinta de satén blanca que envolvía la caja.

—¿Es por casualidad un anillo de compromiso? —cuestiono JunMyeon riendo.

La caja había contenido el anillo de brillantes que JunMyeon le había dicho tantas veces que no necesitaba, porque el único que a él le importaba era el anillo de bodas.

Pero SeHun quería darle todo en compensación por el daño que le había causado hace tiempo. Por eso el anillo no estaba ahora realmente en su caja, sino que lo tenía SeHun en el bolsillo para dárselo más tarde

—Ábrelo y míralo tú mismo mi amor.

—Me estás mimando demasiado... ¡ah! —exclamó JunMyeon, sonriendo al abrir la caja y ver que en lugar del anillo había unos envoltorios de preservativos, pero sin los preservativos dentro—. ¡Están todos vacíos! —dijo alzando las cejas.

—Sí, los he tirado todos. El único regalo que quiero en este momento es nuestro bebe. —sonrió SeHun besando a JunMyeon.

—¿Está seguro? —dijo JunMyeon muy emocionado.