Twenty Two

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POCO después de haber llegado a su habitación, JunMyeon oyó que la llamaban a su teléfono móvil. Vio en la pantalla que era su hermano gemelo SuHo. Respondió susurrando.

—¿Eres tú? —dijo JunMyeon fijándose si había alguien cerca.

—Pues claro que soy yo JunMyeon. —se impacientó SuHo—. ¿Cuándo me puedes mandar el dinero? Tengo algunos problemas con las facturas.

—¿Y qué pasa con tu novio? ¿No ha resultado ser tan generoso como creías? —murmuro JunMyeon con ironía.

—Déjate ya de sarcasmos, JunMyeon, teníamos un acuerdo, ¿recuerdas? —renegó SuHo—. Si no lo cumples, voy a ir por jisoo y comenzaré el proceso de adopción. No la verás nunca más.

JunMyeon sabía que no tenía salida. Era demasiado tarde para explicarle todo a SeHun.

—¿Cómo ha ido la boda? —preguntó SuHo, empleando un poco de sorna—. ¿Fue como siempre deseaste?

—Sabes que no fue así. —espetó JunMyeon—. Me sentí un completo farsante durante todo el tiempo.

—Pero no fuiste un farsante al llevar un traje blanco. —enfatizo SuHo con nostalgia imaginado a su hermano vestido de blanco—. Eres uno de los pocos novios que tienen verdadero derecho a ir de blanco. —al darse cuenta de estaba siendo blando volvió a recuperar su barrera de frialdad y frivolidad—. Qué pena que no le gustes a tu marido.

—En realidad sí que le gusto. —contestó JunMyeon irritado por el tono de voz de su hermano gemelo.

—Sólo porque se cree que soy yo. Si actuaras como tú eres en realidad, ni te miraría. Eres demasiado aburrido. —dijo SuHo envuelto en el papel de engaños que había adoptado para según él no salir herido nunca más.

Su risita burlona sacó de quicio a JunMyeon.

—No creo que sea buena idea que me llames por teléfono. Si alguien contesta a mi teléfono... —dijo JunMyeon, disimulando el mal genio que tenía.

—Voy a seguir llamándote hasta que tenga el dinero en mi cuenta JunMyeon. —amenazó SuHo—. Y si no consigo contactar contigo en este teléfono, lo intentaré en el teléfono de la casa.

—Vale, lo haré. Te mandaré el dinero. —dijo JunMyeon con resignación.

—Astuto chico. —susurró SuHo—. Sabía que al final lo entenderías. ¡Ciao!

JunMyeon esperó a que sus dedos dejaran de temblar antes de teclear los dígitos necesarios para hacer la transferencia a través del ordenador. Una vez la hubo hecho, trató de dormirse, pero no se podía relajar. No era el dinero y lo que acababa de hacer lo que le impedía dormir. No podía dejar de pensar en la forma en que SeHun lo había besado. Besaba con fiereza, haciendo que le hirviera la sangre.

JunMyeon no podía ignorar su creciente interés por SeHun. Sentía que se le erizaba la piel cada vez que SeHun lo miraba con sus ojos oscuros. No podía creer lo tonto que estaba. Se había enamorado de un hombre que lo único que sentía por él era odio.

Necesitaba hacer mucho ejercicio para cansarse lo suficiente y así poder dormir; no lo conseguiría de otra manera. Pero era demasiado tarde para salir a dar una vuelta. Se acordó del gimnasio y la piscina que había en la planta de abajo, pero no

sabía si ir por si Oh SeHun lo oía.

Antes de pensárselo más veces, rebuscó entre sus cosas para encontrar su bañador. Un baño en la piscina climatizada era lo que necesitaba y, además, seguro que SeHun ya estaba profundamente dormido.

Una vez en la piscina, sus músculos se empezaron a relajar a medida que iba nadando. Se detuvo a arreglarse el pelo y cuando se quitó el agua de los ojos vio unas piernas muy masculinas enfrente de él. Despacio, miró hacia arriba y su mirada se encontró con la de SeHun, que estuvo mirándolo durante un largo rato.

—¿Qué pasa, JunMyeon? —preguntó SeHun—. ¿Te cuesta dormirte si estás solo?

—No, ¿y a ti? —reto JunMyeon a la defensiva.

SeHun dirigió su mirada hacia los hermosos pezones rosados de JunMyeon, que se estremeció y sintió cómo sus pezones empezaron a ponerse erectos y la piel de sus brazos y piernas se erizaba. JunMyeon trató de no quedarse mirando al estilizado cuerpo de SeHun, pero le fue difícil.

—¿Qué estás haciendo? —le preguntó JunMyeon al verlo empezar a meterse en el agua.

—¿Qué crees que estoy haciendo JunMyeon? —le preguntó SeHun con una sonrisa socarrona.

JunMyeon trató de salirse de la piscina, pero, al intentarlo, resbaló en las escaleras y sintió las manos de SeHun sujetándolo por su cintura.

A JunMyeon le faltó el aire cuando SeHun le dio la vuelta para tenerlo cara a cara.

—No creo que esto sea tan buena idea SeHun. —dijo JunMyeon, deseando que no se notara lo nervioso que estaba.

—¿El qué no es tan buena idea? —preguntó SeHun, mientras echaba chispas con su mirada.

—Pien... piensa en lo que te podría costar... —dijo JunMyeon, apartando la mirada cuando sintió cómo SeHun apretaba su duro muslo contra sus glúteos.

SeHun subió sus manos de la cintura de JunMyeon a sus hombros para así poder mantener su mirada y voltearlo para que quedaran frente a frente.

—¿Crees que me importa el dinero? —preguntó SeHun bajando el tono de voz.

JunMyeon se mojó los labios con la lengua y deseó no haberlo hecho cuando SeHun se quedó mirando su boca.

—Es mu... mucho dinero... y si fuese el doble... —JunMyeon se quedó mirando la boca de SeHun, preguntándose si iría a besarlo.

JunMyeon empezó a parpadear a medida que SeHun se acercaba más a él, su cuerpo parecía que buscaba la calidez del de SeHun. Cuando éste tocó con sus labios los de JunMyeon, éste sintió como un estallido de calor dentro de su interior. entonces SeHun lo besó con más ganas, buscando con su lengua la de él adentrándose en aquella calidez húmeda de la boca de JunMyeon.

Se dejaron llevar por la pasión, acariciándose mutuamente, besándose desenfrenadamente. En un momento dado, JunMyeon bajó su mano para acariciar la erección de SeHun, que empezó a besarlo aún más intensamente. 

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jaja alguien puso antes que a sehun le excita pelearse, pues ahora veran aun sehun bipolar 

No soy ÉL -SEHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora