Capítulo 4

107 10 3
                                    

Sentí como alguien se lanzó sobre mí colocándome boca abajo en la cama, me di la vuelta con rapidez para toparme con Clive, tomó la bolsa y sacó lo que estaba adentro

- Wow, no sabía que te gustara leer -Dijo mirando aquel portafolio de pasta color rojo, se lo arrebaté de las manos y lo volví a colocar sobre mi mesa

- Me diste un gran susto -Dije recostándome sobre la cama, Clive se sentó en la orilla e intento tomar nuevamente el portafolio

- ¿Por qué ese libro resulta tan importante para tí? -Preguntó Clive muy interesado

- No es un libro ¿Que no lo ves? es un portafolio y no es mío -

-Bueno, pues veamos que contiene -Dijo nuevamente intentando tomarlo 

-¡No! No podemos verlo, - Dije tomándolo del brazo 

-¿Por qué? -

-Clive, solo no podemos ahora ya vete a dormir, es muy tarde- Dije fingiendo un gran bostezo

-¿Qué? Pero si apenas son las diez de la noche -Replicó

-Buenas noches, ya estoy muy cansado -Dije dándome la vuelta mientras me cubría con las sabanas, Clive se marchó luciendo molesto mientras replicaba una que otra cosa que no pude escuchar, guardé aquel portafolio en la bolsa y lo metí en un cajón, seguro ahí el curioso de Clive o alguien mas no lo encontraría, me sentía muy agotado, pero no paraba de pensar en ella, fue como un choque, nunca me había puesto tan nervioso al hablar con alguien, era una lástima que hayamos empezado con el pie izquierdo, pero haría lo posible para arreglar las cosas. 

El día inició, me despertó un pájaro carpintero que molestaba en un árbol fuera de nuestra casa, me cambié de ropa, fui a darme una ducha y me dirigí a la cocina, Clive parecía estar durmiendo en la mesa como siempre, Bruce y Steve se lanzaban comida mientras que Adrian trataba de cocinar, era lo de a diario, opté por llamar a un número de comida rápida, pedí cinco hamburguesas con todo, el caos seguía en el comedor y seguido en la sala, Bruce y Steve seguían en su guerra de comida y pronto se les unió Clive cuando lanzaron una rebanada de jamón sobre su cabello y seguido de un montón de mayonesa en su rostro, se levantó furioso y fue contra Bruce aunque después su punto fijo fue Steve, traté de no infiltrarme pero fue imposible cuando todos se lanzaron sobre mí 

-Paren, me acabo de bañar - Grité esquivando rebanadas de jitomate, salamis y pepinillos 

-Lastima -Dijo Bruce con un tono burlón pero antes que me diera cuenta la orden ya había llegado por suerte Adrian ya lo había recibido, al contemplar el aroma de las hamburguesas recién hechas Bruce, Clive y Steve se alejaron de mi dejándome en el suelo lleno de ingredientes, líquidos y sólidos, mi cabello olía a mayonesa pero mi ropa olía a leche agria seguido de un olor agridulce viniendo de mis pantalones, fui a cambiarme de ropa y a darme una ducha otra vez, cuando regresé me llevé con la sorpresa de que ya habían arrasado con todo e inclusive con mi orden, Clive, Bruce y Steve se encontraban hablando de algo, parecían muy animados, me acerqué interrumpiendo su conversación

- ¿Dónde está mi hamburguesa? –Pregunté retador, ellos solo se miraron el uno al otro 

- Fue Bruce, él siempre es un glotón - Dijo Steve señalando a Bruce

- ¿Yo? ¿Quién es el que nunca se llena? - Interfirió Bruce muy ofendido mirando a Steve

- ¡Cállense que me va a dar una jaqueca! -Gritó Clive

- ¡Fue él! - Dijeron Bruce y Steve al unísono mientras señalaban a Clive

- ¿Saben qué? Olvídenlo, iré a ver que hay en el refrigerador - Dije terminando con las rabietas, fui a la cocina y me encontré con Adrian, el parecía ocultar algo, se limpió el resto de comida que tenía en la boca y se lamió los dedos, al verme dio un pequeño salto del susto

- ¿Qué? ¿... Que haces aquí Dave? - Tartamudeó él

- Solo vengo a buscar algo de comida ya que algunos se tragaron mi comida - Dije sonando irónico

- Perdóname te comprare una hamburguesa y lo que quieras más tarde, no puedo vivir con la culpa - Dijo Adrian mientras se tapaba el rostro 

-Olvídalo Adrian, veré que hay en la nevera -Dije mientras me dirigía al refrigerador, saqué un emparedado de hace tal vez dos días, lo calenté en la estufa quedando casi carbonizado, siempre me tocaban las peores partes.... 

Terminé de comer aquel emparedado rancio y quemado con una lata de cerveza, al finalizar fui a ver la televisión por un momento hasta que el reloj marcó la hora en la que debía ir a trabajar, me despedí de los chicos y fui por el aquel portafolio que decidí no espiar, lo metí en la bolsa y me apresuré a salir, recurrió un día normal de trabajo hasta que anocheció y fue hora de regresar a casa, tomé el bus de siempre pero no me encontré con ella, esperé y ella simplemente no aparecía, era algo extraño probablemente tenía algo que ver lo que traía en la bolsa pero a pesar de eso no la abriría, ni husmearía, regresé a casa sin su recuerdo, era extraño no haberla visto, me tendí sobre mi cama mientras veía el techo con la mente vacía, antes de que me diera cuenta me había quedado dormido, pronto desperté, noté que aún era noche, me asomé por la ventana y la calle estaba oscura además de desierta, fui por un vaso de agua e intente dormir nuevamente pero no lo conseguía, el insomnio me había atrapado, miré por la ventana un largo tiempo, giré la mirada y me topé con esa bolsa, sabía que no debía hacerlo, pero me intrigaba saber de qué se trataba, la curiosidad siempre mataba al gato, pero yo no era ese gato, si, eso tenía algo de sentido, me convencí y lo tomé lentamente entre mis manos, saqué aquel portafolio de la bolsa, lo puse en mi cama a la luz de la luna y comencé a ojearlo...

(Dreams) Sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora