Capítulo 38

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-¡Déjenme salir! -Gritaba mientras pateaba aquella puerta de metal con fuerza pero era inútil nadie me escuchaba y mis intentos de hacerme escuchar eran en vano, pasaron los minutos, inclusive horas, o seguro habían pasado al menos tres minutos, no lo sabia, pero mi aburrimiento y el deseo de ver a Lenina para contarle aquellos terribles planes que su familia tenía en contra de ella, no tenía noción del tiempo hasta que observé un pequeño agujero que daba a la entrada de la mansión, de inmediato me asomé, era Lenina, ella estaba acercándose, de pronto comencé a gritarle, pero era inútil ella no me escuchaba, entró a la mansión, su hogar... Ella no tenía ni idea de que yo estaba ahí, lo cual me desilusionó, no saldría de ese sitio dentro de un buen rato, además de que no le podría decir aquellos terribles planes que su familia estaba tramando contra ella, pasaba el tiempo de una manera muy lenta, seguro Lenina había vuelto a la mansión, o seguro ya se había ido, de pronto un sonido de cerradura se escucho, alguien estaba abriendo aquella puerta de metal ¿Acaso era ella? 

Me preparé para asustarle, me escondí detrás de unos viejos muebles de madera que estaban en ese sitio, de pronto alguien entró, me preparé para salir de detrás y asustarla, pero ese no fue el caso, ya que no se trataba de Lenina si no de aquella mujer del aseo, traía consigo una charola con un poco de comida y agua, por otro lado mi plan de asustarle fue un éxito, esta tiró aquella charola al suelo mientras trataba de retomar la respiración, intenté ayudarla pero recordé que eso no era lo importante ahora, lo importante era salir de aquel sitio, me escabullí y salí rápidamente por la puerta, aquella mujer dio un enorme grito como lo solía hacer, de inmediato subí aquellas extensas escaleras, y entré a una pequeña habitación que lucía algo rustica y vieja, todo estaba oscuro, me metí debajo de una cama, todo estaba lleno de polvo a lo que intenté no estornudar, me quedé en silencio... Vaya desastre que había causado, se escuchaban muchas personas gritando y corriendo por toda la mansión para encontrarme,así pasaron unos cuantos minutos hasta que todo volvió al silencio, salí lentamente por la habitación percatándome de que no hubiera ninguna trampa o alguien espiándome, fui a la habitación de Lenina y ésta estaba entre abierta pero no había rastro de ella, sus cosas ya no estaban, era como si ella solo hubiera regresado para llevarse todo, bajé silenciosamente por las escaleras y en aquella enorme sala se encontraba ella, se le veía apenada y muy triste, por otra parte del otro lado de la habitación se encontraban sus padres y su hermano, él se notaba algo nervioso, por otro lado sus padres se veían serios, aunque por dentro seguro reían, pero aun no estaba seguro...¿Que era lo que en realidad estaba sucediendo? Debía descubrir que era lo que todos estaban tramando... Me senté en uno de los escalones más altos y escuché detenidamente y con atención  

-Estamos muy decepcionados Lenina... Creíamos que jamas tomarías otro rumbo que no fuera el nuestro... Ahora estamos seguros de que ya no podemos contar contigo, seguro estarías mejor con otras personas, con tus amigos, creemos que eso es lo mejor para ti ahora...-Dijo su madre de una manera muy cínica, deseaba interrumpir, pero no sería lo mejor ahora

-Si firmas ésto ahora, tendrás la fortuna que te pertenece, renunciarías como heredera de la empresa, pero tendrás dinero que te ayudara a vivir hasta que encuentres un buen empleo -Dijo su padre mostrando una hoja de papel, ella de inmediato con los ojos llorosos lo tomó, pero antes de eso miró a sus padres, su mirada estaba llena de dolor y confusión, lo podía notar

-Pero... Si yo renuncio a ser la heredera ¿Quien será el heredero ahora? No tengo hermanos... soy hija única...-Dijo soltando aquel papel 

-Bueno, éste buen joven que ves aquí es alguien importante en las empresas, tiene bastante experiencia y él nos ayudará a buscar a alguien  que este necesitado, sea apto y quiera cambiar su vida de manera radical -Dijo señalando al hermano de Lenina, ella no tenía idea de eso, de que ella tenía un hermano, y él se quedaría en realidad con toda la fortuna, seguro no le darían ni un centavo a Lenina, esa era su trampa, que ella renunciara a todo, no lo permitiría, era hora de que dijera algo, que lo impidiera...   

(Dreams) Sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora