Capítulo 33

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Aquellas palabras salidas de esos labios, de esa chica que me había dicho indirectamente que me amaba, Lenina lo había dicho, ella era fría, muy terca a veces pero esta vez... Ella era distinta, llegué a pensar que era un sueño pero no, no lo era, era la realidad, me coloré demasiado, no sabía que decir o cómo actuar, solo estaba seguro que tal vez ella sentía lo mismo que yo, yo también la amaba pero no como una simple amiga o hermana, preferí no hacerme más ilusiones, muchos dicen que los hombres somos incrédulos, pues no entendemos las insinuaciones, las indirectas, pero era que prefería dejarlo así y no buscarle cinco patas al gato, no quería hacerme más ideas descabelladas, eso solo pasaría hasta que ella por fin me dijera con esas palabras "me gustas" o algo parecido, hasta entonces prefería dejar nuestra situación actual así, volviendo a la realidad la abracé fuertemente, ella no se contuvo y unas lágrimas comenzaron a brotar de esos bellos ojos, no la quería ver llorar, me partía el alma verla de esa manera, cansada y sin ya ninguna ilusión seguramente.

-Me siento tan inútil, solo le e causado problemas a las personas, inclusive a mi propia familia, pero así soy yo, seguro por ello mi madre biológica me abandono, sabría que yo sería una chica buscapleitos, problemática, y tal vez por ello decidió abandonarme en esa caja de cartón fuera del orfanato donde crecimos, pero eso ya no importa aunque ahora mis padres adoptivos me dejaran a mi suerte, así lo creo y por cierto, perdóname... perdóname... -Antes de que pudiese decir alguna otra palabra preferí interrumpirla, esas palabras la estaban destruyendo, ella se estaba autodestruyendo, no lo permitiría más, ella debía ser feliz, comenzar a ser libre y seguir su propio destino y sobre todo comenzar a valorarse más como la persona que es.

-Lenina, no debes disculparte ni conmigo ni con nadie, has hecho lo mejor, eres un ángel, antes mi vida no tenía sentido, bueno... tanto sentido, solo pensaba en la banda, en la música pero ello cambio cuando te conocí, te volví a conocer después de tantos años, inclusive ya estaba olvidando tu rostro, tu rubio y bello cabello y eso me mataba cada día que pasaba, no creo en el destino y esas cosas pero creo que nosotros nos teníamos que volver a unir, aun no me lo puedo creer, miles de personas en el mismo lugar y precisamente nosotros nos conocimos, y eso es por alguna razón, por ello te apoyaré pase lo que pasé hasta el final de mis días –Dije mientras secaba con mis dedos sus lágrimas, bajé la mirada algo avergonzado, ella por fin sonrió, alzó mi mentón y se acercó lentamente, cerré los ojos, iba a suceder eso que tanto había esperado, que tanto había anhelado por un largo tiempo, tenía mariposas en el estómago, esto era real... Hasta que las cosas no eran lo que yo esperaba, abrí los ojos y Lenina estaba sosteniendo una oruga la cual colocó en mi rostro, eso me impactó, no era que me asustasen los insectos pero esta oruga sí que lo logró, ella salió corriendo dando fuertes risotadas, tal vez no había surgido ese beso que tanto anhelaba pero eso no importaba, ella estaba feliz y eso era lo que en realidad importaba en este momento, verla sonreír me hacía muy feliz. De inmediato la seguí, ella se ocultaba detrás de los árboles, yo solo fingía no verla, hasta que la sorprendí y ambos caímos en un montón de hojas, ella estaba sobre mí, me miraba algo apenada, aunque yo hacía igual...

-Lamentamos interrumpirlos pero creo que es hora de irnos ya que no tarda en llover – Dijo Christine algo avergonzada, por otro lado Mick estaba riéndose por vernos en esa posición, ambos nos levantamos y nos dirigimos al auto de Mick, a decir verdad todo había mejorado, sabía que ella me amaba, solo que aún no estaba listo para decirle lo que pensaba de ella, que de verdad me gustaba y la amaba.

Al llegar a la caravana nos dimos cuenta que había un auto estacionado lo que nos sorprendió demasiado, sobre todo a Lenina, ella comenzó a ponerse nerviosa, pues pensaba que seguramente se trataba de alguien que habían mandado sus padres para buscarla, yo tenía la ilusión que de nadie así se tratase, todos bajamos del auto sin hacer ruido, por otro lado Mick pensó que de seguro se trataba de un ladrón intentando robar cosas de la caravana o mucho peor, llevársela, por lo que nos pidió que no quedásemos más atrás pues él sería el que atraparía al ladrón, así evitando que éste se escabullera y se escapara.

(Dreams) Sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora