Llegué a casa agotado, todos estaban viendo la televisión a excepción de Bruce, él estaba durmiendo aunque apenas fuesen las cinco de la tarde, al entrar Steve fue el primero en preguntar como siempre
-¿Cómo salió todo galán? ¿Resultó ser la niña perdida? – Preguntó Steve sin despegar la mirada del televisor, sólo afirmé con la cabeza mientras mis mejillas se coloraban, Steve me miró sorpresivo y se levantó para jalarme bruscamente de la cazadora, lo miré aún sonrojado
- ¡Vamos a festejar! – Gritó Adrian levantándose del sofá mientras saltaba de un lugar a otro como un niño alegre, Steve y yo nos miramos mutuamente al ver la alegría de Adrian al escuchar la palabra festejar
- ¿Sabes acaso por qué festejaremos? – Dijo Steve cruzándose de brazos
- No… pero sea lo que sea siempre que festejamos hay alcohol integrado – Dijo Adrian mientras hacia una mueca infantil, di algunas carcajadas y Steve negó con la cabeza aun cruzado de brazos, Clive se levantó del sofá muy animado y comenzó a saltar junto a Adrian, se tomaron de las manos y comenzaron a saltar como un par de niños jugando, Steve y yo los miramos sorprendidos, ellos se detuvieron, se alejaron y soltaron de las manos al instante, ,Adrian se aclaró la voz mientras que Clive miró al suelo, ambos los miramos y comenzamos a dar estruendosas risotadas, vimos la televisión un rato hasta que Bruce se levantó y apareció en la sala dando largos bostezos, al parecer Steve me había contado que el borracho Bruce había tomado más de la cuenta el día anterior, me había ido a la cama temprano por lo que no me percaté de las acciones de Bruce, el más borracho y aficionado al alcohol siempre había sido Adrian y Steve aunque Steve era inmune, tomara lo que tomara nunca le afectaba, todos envidiábamos rotundamente a Steve por eso
- ¿Qué pasa Bruce? ¿Ya estás listo para salir? – Preguntó Clive con un tono de burla
-¿Adónde irán? – Preguntó Bruce extrañado mientras se preparaba un café
- Vamos a embriagarnos al bar más cercano, anda prepárate, deja ese café a un lado, no seas nena – Respondió Adrian interrumpiendo la respuesta de Clive, aunque Clive tenía muy planeado decir lo mismo, Bruce sólo miro a Adrian amenazadoramente, dio un suspiro y tiró el café que se había preparado por el fregadero
- No te estamos obligando Bruce – Interrumpió Steve mientras se levantaba del sofá
- Lo sé, pero no me puedo perder esto, a la mierda con la jaqueca y los dolores de la borrachera – Gritó Bruce mientras corría a su habitación a vestirse, después de unos minutos por fin salió luciendo sus pantaloncillos que no dejaban nada a la imaginación, su chaqueta de cuero y el cabello extremadamente en orden y el flequillo muy bien peinado, dio una sonrisa y parecía que había renacido, era como un fénix preparado para otra fuerte borrachera seguido de un doloroso dolor de estómago y seguro una irritante jaqueca, todos conocíamos muy bien el final de una noche exquisita con muchos tragos, a excepción de Steve, según él es un don que dios le otorgó
Salimos de la casa y caminamos hasta aquel bar más cercano, no era un lugar tres estrellas pero tampoco era un sitio de mala muerte, era más bien un lugar estable y agradable hasta cierto punto, entramos con nuestra típica facha de “chicos malos” el sujeto que servía los tragos nos saludó, ya que solemos ser clientes habituales, una que otra chica le coqueteó a Bruce, Bruce era tal vez el más simpático para las chicas aunque Steve era el experto en relaciones serias y “duraderas” Bruce era como un imán pero al hablarle a una chica esta se alejaba, y con Steve pasaba al contrario, ninguna chica solía acercarse a él pero si él se le acercaba y le hablaba esta caía encantada en algo que Steve llamaba “ser uno mismo”, en fin, sucedió lo mismo de siempre, una bonita chica rubia con curvas muy marcadas y labios rojos se acercó a Bruce, él dijo algo sobre los cerdos en el matadero y comenzó a bromear sobre obscenidades haciendo que la chica se retirara, pero como siempre apareció el encantador Steve, la tomó del brazo y le invitó un trago a lo que esta aceptó de inmediato
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(Dreams) Sueños
RomanceAmbos crecidos en un orfanato, abandonados por sus padres a una corta edad, las desolaciones, la soledad de cualquier orfanato... todos pensarían que en sus almas vivía nada más que dolor y pena... pero eso no era así, ya que cuando crecían juntos s...