Ella me miro por tan solo un minuto y se acercó a atender la puerta ¿Acaso estaría dispuesta a que me encerraran en prisión?, antes de que tocara la perilla de la puerta me miro de un manera cariñosa pero con un toque de odio aún
-Escóndete detrás del sofá –Susurró ella mientras señalaba un elegante sofá rojo que se encontraba en la esquina de la habitación, me desplacé hacia este, Lenina abrió la puerta y aquella mujer le dijo algo que no pude escuchar, pronto ella cerró la puerta y se sentó en el suelo sobre una amplia alfombra algo distraída, salí del escondite y me acerqué a ella
-¿Pasa algo? – Pregunté cabizbajo
- Nada… -Dijo ella mientras daba un largo suspiro
-Lenina… yo lo siento, no sabes cuánto lo siento, yo no debí meterme en tus asuntos –
-Dave… olvídalo, está bien te perdono –Dijo ella dando una media sonrisa
- Aunque… aun no lo entiendo, no comprendo por qué evitabas que yo lo supiera – Dije rascándome la cabeza confundido
-No solo tú no lo debías saber, nadie lo debe saber, es algo vergonzoso y solo… supongo que yo no quería sentirme como una huérfana, pero esa es mi realidad aunque sea dolorosa, debo vivir cada día con ello, sabiendo que mis verdaderos padres me abandonaron como si yo no valiese nada – Dijo ella con los ojos cristalizados, al mirarme confundido se limpió las lágrimas y se levantó para mirar por la ventana de la habitación, no tardé en seguirla, además tenía mucho aun por saber de ella
- Lenina… debo mostrarte algo, además de hacerte algunas interrogantes –Dije sacando aquel portafolio que me habían dado en el orfanatorio de una pequeña mochila roja que había tomado de Steve, ella giró a mirarme de inmediato con confusión, tomó el portafolio malgastado y aún algo empolvado en sus manos, lo miró impactada y comenzó a hojear cada documento que había dentro, desde fotos hasta papeleo legal
-¿Qué significa esto? – Preguntó ella terminando de mirar por completo el portafolio y entregándomelo con delicadeza mientras me miraba admirada
- Creo que ambos compartimos el mismo pasado… -Dije sonrojado mientras bajaba la mirada
- Esto no puede ser posible… ¿David? – Dijo ella mientras caminaba de un lado al otro con la mirada pasmada
- Ese mismo – Reí apenado, ella se detuvo y se acercó lentamente a mi
- Ahora todo tiene sentido… Dave provenía de David, que tonta fui, y tu mirada… tu mirada me recordaba a alguien, aun no puedo creer que seas tú… - Me susurró ella mientras me miraba con cariño y asombro
- El destino tiende a jugar malas pasadas ¿No lo crees? – Reí – Aún recuerdo a la pequeña niña que solías ser, a decir verdad no has cambiado mucho Lenina… - Dije correspondiéndole la sonrisa, ella me miró con cariño y se río en silencio mientras sus mejillas se coloraban, nos sentamos en un pequeño sofá, ella buscó su portafolio y comenzamos a mirar el de ambos, ella por fin estaba siendo genuina con su pasado
- Si alguien se enterase que soy adoptada, sería rechazada por todos los Van Ewen y me desheredarían al instante, por ello nadie lo sabe a excepción de mis padres, aunque aún es muy difícil para mí aceptar mi pasado, he intentado creerme la patraña de que los Van Ewen son mi familia verdadera pero esa fantasía siempre se rompe cuando me doy cuenta de todo esto… -Dijo Lenina mientras bajaba la mirada y tomaba una profunda respiración
- ¿A qué te refieres? –Pregunté curioso
- Yo no soy como ellos, me ha costado mucho vivir aquí, tal vez para ti esto sería vida, pero para mí no lo es, no tengo libertad, no puedo expresarme libremente sin ser juzgada en todos los detalles por alguien de aquí, no puedo vestirme como quiero, no puedo ser como en realidad soy, no puedo seguir mis sueños y hacer lo que deseo, pero más que nada no puedo dejar de fingir ser alguien completamente diferente, alguien que en realidad no soy, es tan difícil… - Dijo ella mientras sus ojos se humedecían, la miré y la abracé tratando de darle ánimos y alentarla, pronto un recuerdo apareció en mi mente
**Flashback**
Lenina y yo subimos a la pequeña casa del árbol que habían construido el personal del orfanato, todos los demás niños eran muy temerosos para subir así que Lenina y yo fuimos los únicos valientes para subir casi tres metros por unas pequeñas escaleras que dirigían a la casita del árbol, tomé el pequeño radio de la hermana Rosalina; una mujer que estaba completamente entregada a la iglesia, una monja para muchos pero para nosotros era como una madre, ella era muy exigente y estricta pero en el fondo nos quería y trataba como a sus hijos a todos por igual aunque nunca le pusiéramos atención cuando ella nos enseñaba la religión y oraciones bíblicas; ella cada que estaba distraída Lenina y yo nos escabullíamos a su oficina y tomábamos aquel aparato para llevárnoslo a la casa del árbol, esta no era la excepción, al estar arriba nos sentamos en unas pequeñas tablas que estaban ahí, prendimos el radio y colocamos la estación que siempre nos fascinaba, para nuestra suerte estaba sonando Iron Butterfly, una banda de rock que mezclaba blues, jazz y otros géneros que causaban gran afán en ambos, nos acomodamos para escuchar la pieza y pronto surgió un tema de conversación
-A veces me pregunto cómo es que sería si nos llegasen a adoptar algún día – Dijo Lenina con un hilo de voz
-No lo sé, solo espero que nos adopten a ambos – Sonreí
-¿Pero y si no es así? No podría vivir sin ti… -Dijo ella mientras sus mejillas se coloraban y lágrimas comenzaban a brotar por sus mejillas, la abracé para tranquilizarla, pensé en lo que ella había pronunciado aunque dentro de mi algo me decía que eso era imposible, nunca nos separaríamos…
*Fin del Flashback*
Ese abrazo se sentía como a aquel abrazo de mi recuerdo, ella no había cambiado en lo más mínimo, sonreí mientras me sonrojaba hasta que alguien tocó a la puerta
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(Dreams) Sueños
RomanceAmbos crecidos en un orfanato, abandonados por sus padres a una corta edad, las desolaciones, la soledad de cualquier orfanato... todos pensarían que en sus almas vivía nada más que dolor y pena... pero eso no era así, ya que cuando crecían juntos s...