Capítulo 39

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Bajé las escaleras rápidamente, todos me miraron sorprendidos

-No firmes eso, ellos quieren desheredarte, para darle todo a él-Dije mientras señalaba al hermano de Lenina, él solo se quedó en silencio al igual que sus padres, los guardias me tomaron de los brazos 

-¿A que te refieres Dave? -Se levantó mirándome angustiada

-¡Él es tu hermano, es el hijo biológico de los Van Ewen!-Grité, ella tomó aquella hoja y la rompió a la mitad mientras se acercaba a mi y le pedía  a los guardias que me soltarán

-Tómenla a ella también, encierrenlos a ambos en el sótano, y que no salgan -Dijo su madre, los guardas la tomaron a ella también, por mas que intentábamos escapar no podíamos, aquellos hombres tenían mucha fuerza, nos lanzaron con rudeza a aquel sótano donde ya había estado antes

-Nos encargaremos de que firmes Lenina, si no es por las buenas, sera por las malas...-Dijo su padre de una manera amenazadora mientras cerraba la puerta junto con uno de los guardias, Lenina golpeaba aquella puerta con todas sus fuerzas, la detuve, no quería que se hiciera daño 

-No se abrirá de esa manera, debes controlarte Lenina, no quiero que te hagas daño, ahora lo más recomendable sería idear un plan, cuando alguien entre lo golpeamos y así saldremos -Ella solo suspiro y aceptó, nos sentamos en el suelo, ella me miraba desconsolada 

-¿Por que han hecho esto? Nunca me hablaron de él inclusive la prensa siempre dijo que ellos habían tenido un hijo el cual fue raptado en una de sus vacaciones, y desde ese entonces ya no pudieron procrear a lo que decidieron la adopción, pues era la mejor opción, pero tal vez ellos nunca dijeron la verdad... creí que me querían -Dijo cabizbaja, una lagrima escurrió por su mejilla, la tomé del mentón y la miré

-Que te hubieran dado todas esas cosas materiales no significa que te hubieran querido de verdad -Dije cabizbajo 

-Te envidio -Dijo ella mientras me miraba, hice un gesto de duda, ella sonrió y me tomó la mano 

-Tuviste amor, alguien te quiso, te amo, a pesar de que fue alguien que te encontró por pura casualidad, te aceptó y te dio todo lo que estaba a su alcance, pero sobre todo te amo de verdad, como a su propio hijo-Sólo sonreí y la abracé, le expliqué todo lo que había ocurrido, ella solo prefería negar con la cabeza y quedarse en silencio, sabía que ella se sentía decepcionada, enfadada por aquella trampa que sus propios padres habían planeado en contra de ella, por aquel agujero podíamos observar como comenzaba a anochecer, seguro estaríamos toda la noche en ese sitio.

-Estoy hambrienta -Me dijo mientras prendía un foco de aquella habitación, la abracé y nos sentamos en un rincón, ella recargó su cabeza en mi hombro, pronto nos quedamos dormidos, su respiración me tranquilizaba, me hacía pensar que todo estaba bien, imaginaba una mejor situación, ambos en algún lugar fuera de peligro y de preocupaciones, hasta que un sonido de llaves me despertó, me alejé de Lenina con cuidado, así evitando que se despertara y me coloqué detrás de la puerta, pronto alguien la abrió y estaba por entrar hasta que lo tomé del cuello, era el hermano de Lenina, lo solté rápidamente y le arrebaté las llaves

-Tranquilo, los quiero ayudar, nadie sabe que yo les abriría -Desperté a Lenina y de inmediato al verlo se balanceó para golpearlo, yo la detuve, ella comenzó a maldecir, entendía su enojo

-No hagan ruido, no querrán que despierten -Dijo mientras nos indicaba que saliéramos, de inmediato salimos, él cerró la puerta con silencio y nos miró 

-Quiero que se vayan rápido, ahora - Fuimos a la puerta principal, éste abrió la cerradura y nos indicó que nos marcháramos

-¿Esto no es una trampa verdad? -Preguntó Lenina mirando al rededor  

-No lo es, quiero ayudarlos, solo creo que esta mal lo que están haciendo tus padres, pero en fin, ahora no me hagan arrepentirme y márchense -Salimos corriendo del sitio y caminamos donde la caravana de Mick, al parecer habían cambiado de lugar por algo que Lenina aún no me decía, preferimos apresurarnos, no queríamos que alguien se diera cuenta de nuestro escape, pronto llegamos, la caravana estaba en un sitio alejado y detrás de unos enormes árboles, era como si se estuviesen escondiendo de algo o alguien, nos apresuramos a entrar y nos sentamos en un sofá, de pronto apareció Christine y nos miró con preocupación.


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⏰ Última actualización: Jan 21, 2017 ⏰

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