(Dreams) Sueños

Capítulo 30

Por fin después de una no tan larga caminata llegamos a casa, aún estaba deprimido y cabizbajo, los chicos como era costumbre se encontraban viendo la televisión, Bruce llegó  y comenzó a hablar estruendoso, hablaba de mi situación de una manera que logró que me enrojeciera y muriera de vergüenza, como deseaba que Bruce solo hubiera sido cauteloso y callado pero no, fue todo lo contrario, solo bajé la mirada y desee no haberle dicho nada a Bruce de lo que me había ocurrido, al fin y al cabo era mi culpa, pero no era algo de avergonzarse tanto, supongo que a cualquier otro chico le a sucedido que le rompen el corazón, no tanto así, pero que de pronto se pierden todas las ilusiones que tenía con la chica que más quiso, pero así eran las cosas, no había nada más que hacer, de pronto alguien tocó a la puerta, no me imaginaba quien podría ser, estaba algo aliviado, podría escabullirme de esa bochornosa escena con mis amigos, fui a la puerta y no podría creer quien era... 

Era Mick, uno de los amigos de Lenina, hice una mueca de confusión, él me miró, se le notaba angustiado, se le veía inclusive sudoroso

-¿Que sucede? ¿Todo esta bien? - Pregunté demostrando sorpresa

-Lenina...Ella no esta bien...-Esas palabras me golpearon, sentí que mi alma se salia de mi cuerpo, no tardé en preguntarle que pasaba con ella, me dijo que no había tiempo para respuestas, debía apresurarme, subimos a su vieja camioneta y de inmediato condujo hasta el lugar

-¿Que pasa con Lenina? ¡Dimelo ya Mick! - Grite totalmente angustiado, por fin Mick me contó lo que sucedía, era algo que no me podía creer 

-Lenina llego a la casa rodante muy preocupada, era como si algo de verdad no estuviera bien, algo que le importase demasiado, nunca la había visto de esa manera, estaba preocupada, de verdad que lo estaba, no tardó en derrumbarse al llegar a la puerta, estaba desmayada, su aliento era mas que obvio, había bebido, pero no era solo ello, ella había consumido algo más, después de una hora por fin pudo decir algunas palabras... esas palabras fueron tu nombre, ella quería verte a ti y a nadie mas, después de ello volvió a desmayarse -

No lo podía creer algo malo había sucedido, algo que había derrumbado totalmente a Lenina para hacer ello, seguramente era mi culpa, pero lo más importante para mi ahora, era que ella estuviera bien, sin ningún riesgo peligroso. Intenté relajarme pero me fue imposible, las manos me temblaban y me sudaban, inclusive unas cuantas gotas de sudor escurrieron de mi frente, ella era muy importante para mí, comencé a pensar lo peor pero solo esperaba que esos pensamientos fueran incorrectos, lo que menos quería pensar era que ella no se encontrara bien.

Después de unos cuantos minutos por fin llegamos a la colina, donde se hallaba estacionada la casa rodante de Mick, salí inclusive antes de que él pudiera estacionar la camioneta, me arroje al césped y me levanté de prisa, no podía perder un segundo más, debía verla, debía percatarme de que ella se encontrase sana y salva, entré rápidamente, ahí estaba Christine, la amiga y compañera del grupo del que Lenina era parte, ella era mayor que ella, inclusive podría decir que la mas responsable, a lo que deje de angustiarme, Christine se encontraba preparando te en la cocina, sin siquiera saludarla me apresuré a ir a la recamara, ahí estaba Lenina, me arrodillé al lado de la cama, tomé la mano de Lenina suavemente y la besé.

-¿Por que no la llevaron al hospital? - Dije algo enfadado 

-Ella no lo quería, al llegar aquí, antes de desmayarse nos pidió que no la lleváramos al hospital, seguramente no querría que sus padres se enterasen o tal vez preocuparles - Dijo Christine, mientras dejaba una taza de té en un mueble rustico de madera, solo me quedó aceptar la decisión de Lenina, la conocía muy bien, ella no hubiera querido darles problemas a sus padres, tomé un retazo de tela y comencé a mojarle la frente, estaba hirviendo, era más que claro que tenía fiebre, esperaba que fuese eso y que no se hubiera drogado por algo sin sentido, o tal vez por algun problema que yo hubiese provocado ese día.